Tan solo se mi ángel

Cap. 1: Conociéndote

Y allí me encontraba yo. En ese pequeño y acogedor cuarto que vi durante toda mi larga pubertad, en la misma escena que siempre, mi madre y yo en una guerra, la cual nunca ganaba. Pero esta vez yo tome mi decisión e me largue de ese infierno el cual llamaba "Casa" con 18 años pude pagar mi propio departamento cerca del centro gracias al empleo en una aburrida tienda de ropa, la cual yo misma creaba, pero era ese estilo de ropa que no llama la atención a nadie alegre; solo a las depresivas y suicidas como yo... Ropa Gótica.

Mi madre a veces se pasaba aunque estaba muy enojada con ella, era mi madre y tenia que tener contacto con ella. Pero lo pero vino hoy a la tarde, cuando ella se apareció con una sonrisa rectangular -La cual nunca vi desde el día en que cumplí seis- e dijo con una alegre voz.

-Hija, quiero hablar contigo...- Se apresuro a hablar.

-Dilo rápido tengo que trabajar.

-Cam, el jueves me caso- Pude notar como sudaba sus manos. -Y quiero que asistas, con ropa elegante; blanco o dorado, pero nada negro.

-¿Que?, ¿Con quien?.

- Ya sabes, con Tomas.

- Madre sabes que lo mas quiero es que seas feliz.....Pero por tu cuenta. -Yo en tu vida ya no estoy-

-Hija, quiero mejorar nuestra vida y aparte el es muy bueno e tiene hijos, dentro de un rato te pasare a buscar e nos mudaremos allí.

-¿Que?, no ni loca

-¡Iras!¡Iremos!, no quiero enojarme contigo pero es una orden.

-Esta bien, que jodida que eres.

Y salio por la puerta dirigiéndose a un auto, mi vida nunca fue una ejemplar vida de niña mimada. Mi padre era alcohólico y maltrataba a mi madre, luego a ella se le salieron los estribos y lo dejo, pero eso empeoro, ya que se ponía en contra mio cada vez que cambiaba mi estilo. Todo empeoro cuando cumplí los 15 sufría de depresión y me cortaba, aun lo hago.

En la preparatoria sufría bullying, me decían puta, chica anorexia, zorra. Y mis calificaciones bajaron a tal punto en que deje el colegio y me dedique a trabajar. Comencé con mi jodida vida oscura a los 15 y todavía no la termino teniendo 18.

En ese momento entro alguien por la puerta al parecer era nueva por que nunca la había visto por aquí

-Hola, ¿Esta abierto?.

-Si, por algo estas adentro- Dije cortante, por cierto no me consideraba un persona amable.

-Si que torpe de mi parte, me disculpo.

-¿Que se te perdió?

-Pues a mi nada, creo que a ti la amabilidad. Abrí los ojos cuando escuche eso, aunque su rostro y esa sonrisa me hizo no intentar pelear.

-Busco algo de ropa, es que necesito tapar algo y mi madre me escondió mis remeras- Se rió

-¿Por que tu madre querría esconder tus remeras?.

-¿Puedo confiar en ti?- Es la primera persona que me pregunta, la mayoría se aferra y sale lastimada.

-No creo, pero bueno, soy todo oídos. En ese segundo ella se levanto sus mangas y dejo ver unos delgados brazos tapados con miles de cicatrices cubriendo su piel, la cual era muy pálida. Mi vista se nublo y casi me caigo.

-¿Por que haces eso?,¿Por que te lastimas?- Mi tono iba aumentando, pero me relaje.

-Pues, no lo se, tan solo lo hago odio mi vida.

Y allí supe que podría confiar en ella mas que mi misma, así que levante mis brazos y le mostré mis cicatrices. Nos conectamos muy bien.

-Pero que descortés de mi parte- Dije de la manera mas formal que pude tener -Me llamo Cambry Collton, pero puedes decirme Cam.