Necesito tu cuerpo.
Deseo tocarte.
No soporto seguir aquí, no es lo mismo sin ti.
Me he enterado que lloras por las noches, y sonríes al revés.
Preocupado estoy de tu vida, porque sin ella no existo.
Cariño, no olvides mi tacto.
Quiero recordarte cada vez que fuiste mía, a pleno día y obligado acontecer.
Mis ojos, oídos y mis pies; todo me lleva a ti.
¿Cómo puedo verte estando lejos de tu ser?
Dulce amargura, te extraño como siempre, te ansío con desdén.