«S y S»

475 74 32
                                    

[Antes de comenzar, esté O.S está publicado desde el móvil, pido disculpas si se encuentran con errores ortográficos o falta de tildes, lo editaré cuando pueda.]

. . .

Créditos: tellmeHaku

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Créditos: tellmeHaku.
(Sí van a tomarla, dar créditos, por favor.)


. . .


Todos tenemos sueños en la vida. Desde querer ser astronauta a presidente. Nuestros sueños nacen desde pequeños, con la función de que al crecer, sigan perdurando, aún con el mismo sentimiento de optimismo.

Seokmin creía que no tener un sueño era patético, además de lastimero. La vida, a pesar de ser un campo de batalla, era una puerta a un mundo llenó de posibilidades para un gran futuro.
Él había trabajado duro para seguir sus sueños, dejar su amado hogar para emprenderse a un recorrido de áreas desconocidas, sentimientos mortales y dolores tanto físicos cómo emocionales.

Y lo hizo. Cumplió su sueño, la vida ya le había dado lo que el quería, el ya había conseguido lo que más quería. Ya había logrado enorgullecer a su familia, presumiendo el diploma en la gran pared de su madre. Su padre le dedico esa sonrisa que muy pocas veces había sido testigo de apreciar. Su hermano menor lo consideraba un gran ejemplo.

Seokmin estaba viviendo la buena vida y cómo si fuera poco, llegó él. Una persona con la quien compartir su vida, y sus más grandes sueños.
Llegó de una forma tan rápida y incalculable, qué le fue difícil creer que ese chico de rasgos angelicales estaba tan sólo a unos pasos de él.

Ver a Soonyoung bailar se había convertido en uno de sus pasatiempos favoritos cuando se trataba de ir a trabajar, observar con devoción como el mayor cerraba sus ojos, comenzando a trazar los pasos como si de un lienzo libre se tratase.

Observar cómo esos delgados brazos forman figuras irreconocibles, moviéndose con lentitud o en otra ocasiones, con fiereza sobre-cargada, hasta el punto de incitarlo a bailar con el. Como sus delgadas piernas dejaban en suelo por un par de segundos, para caer con gracia y delicadeza, cuando se movían siguiendo el ritmo perfecto al compás de la canción, interpretándola con todo su esplendor. Transmitiendo todos y cada uno de los sentimientos impartidos en las arduas prácticas.

Soonyoung era la brocha sobre-cargada de color mientras que el piso del salón de baile era su cuadró en blanco. ¿Y él? Él sería el caballete que lo ayudaría a no caer en cuanto comenzará a trazar su camino.

Si, Seokmin amaba a Hoshi.

Amaba ver cómo el dueño de su corazón dejaba cuerpo y alma para entregarse al placer cautivar a los espectadores con sus precisos movimientos de ángel y demonio al mismo tiempo.

s y s • soonseok one shot Where stories live. Discover now