Cómo enamorarte de tu mejor amigo | zouis | +18

sexto paso: haz que el chico guapo te invite a pasar la noche

Y ASEGÚRATE DE NO LIDIAR CON ELLO.

Zayn tocó a la puerta de los Tomlinsons a las 9 PM de la noche buena. Estaba nevando afuera, así que se había asegurado de pegarse a la puerta, aprovechando el techo del pórtico. Phoebe y Daisy abrieron.

—¡Zaynie! —exclamaron a coro.

—Heeey, princesas —dijo, y sonriendo se agachó para recibir su abrazo.

—Ya no vienes a visitar —protestó Daisy.

—Ya no vivo aquí, dulzura —explicó.

—Sí, tonta —dijo Phoebe—, vive con Louis.

Las niñas se repartieron una mano cada una y lo guiaron adentro. Jay estaba en el sillón con las chicas más grandes, mirando tele.

—¡Mira a quién nos trajo la corriente! —dijo, extendiendo los brazos y cuando Zayn se acercó a darle un beso en la mejilla ella lo abrazó más fuerte que las mellizas todavía—, ¿cómo estás, corazón? ¿Cómo se porta mi hijo?

—Demasiado bien —rió.

—¿Ordena sus cosas? ¿Te ayuda con la casa? —dijo y mientras hablaba le acomodaba el cuello del suéter y le sacudía la nieve de los hombros.

Zayn no paraba de sonreír desde que había entrado a la casa. Era igual que había sido volver a entrar a la suya, después de tantos meses. Era bonito saber que pese a todo lo que sucedía en Cambridge, en casa el tiempo no pasaba. Es decir, pasaba, porque las mellizas estaban altísimas y su mamá había pintado el living de color ocre y estaba nevando aquí también —el invierno era muestra de que el mundo seguía girando—, pero algunas se sentían igual que siempre.

—No voy a mentirte, Johanna —dijo, y ella le pellizcó las mejillas, sonriendo también.

—Son tal para cual, la verdad —suspiró—, espero que si tu madre y yo vamos a visitar ordenen un poco.

—Si avisan con tiempo —le advirtió.

Jay palmeó sus hombros y dijo que iría a buscar a Louis. Él se sentó en el lugar desocupado, entre Fizzy y Lottie y ninguna de las dos dijeron palabra alguna. Se sintió algo mal al respecto hasta que, incómodo por el silencio, hizo un comentario sobre la tele. Entonces las dos hermanas se sonrojaron al mismo tiempo y Zayn se sonrió orgulloso de sí mismo: era el crush de las hermanas de su mejor amigo, ¿no eres hombre hasta que te sucede eso, verdad? Según las comedias adolescentes, al menos.

Louis bajó con los ojos apenas abiertos y quitándose las lagañas.

—Pensé que vendrías más tarde —balbuceó.

—Son las nueve —explicó. La fiesta empezaba a las diez treinta y él quería conversar un rato con los Tomlinson antes de que se fueran—. Hey. Feliz cumpleaños, idiota.

Louis sonrió perezoso, y su boca se torció en un ruidoso bostezo. Caminó los pocos pasos que los separaban a dejarse abrazar —porque no podía decirse que estuviera abrazándolo también, considerando que sus brazos caían al costado y que apenas recostaba la cabeza sobre el pecho de Zayn.

—¿Salen esta noche? —preguntó Jay curiosa—. No vuelvan muy tarde. Mañana vienen las tías a desayunar.

—Es mi cumpleaños —protestó Louis.

—Yo lo traigo temprano si me invitas a desayunar, ma —negoció Zayn. Louis resopló ofendido bajo su abrazo, pero se quedó allí de todas formas—. ¿Harás tus panqueques de banana?

—Sí, claro. Te haré unos extra dulces para ti.

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