Satomovi

Un dia especial en el satomovil (parte 2)

El…el asiento de atrás es ¡amplio!"soltó un gritito al final cuando Korra le dio una mordida. El avatar se rio, y dejó que Asami se pasara para atrás. La siguió en seguida, e hizo que se acostara, para ponerse sobre ella. Asami le sacó la blusa, dejando sus perfectos senos a la vista, y Korra se inclinó para besar el abdomen de Asami.

La pelinegra respiraba con dificultades. Sentía su cuerpo ardiendo, con ganas de más, y más. Y Korra se lo estaba dando, poco a poco.

La morena besó el ombligo de Asami, y buscó la forma de quitarle el resto de la ropa. Las piernas de Asami estaban abiertas frente a Korra, a quien le pedía más con gemidos.

Korra sonrió, y subió para besar sus labios, mientras sus caderas se pegaban a las, ahora desnudas, caderas de Asami. La ropa le estorbaba, Asami estaba completamente descubierta, y Korra aun tenía el tonto pantalón grueso de la tribu del agua, el que Asami deseaba romper para dejarla al descubierto al fin.

Sus labios se encontraron de nuevo, y las manos de Asami subieron a los pechos de Korra, quien jadeó en su boca. Asami la aprisionó con sus piernas, intentando mantenerla cerca de ella, y las caderas de Korra se movieron contra su cuerpo, haciéndola jadear más fuerte cada vez.

Asami intentó jalar el pantalón de Korra y quitárselo a como diera lugar, pero no lo logró. Korra tuvo que separarse para poder quedar libre de toda prenda, y luego volvió a besarla.

Sus pieles estaban una contra la otra, ardientes en deseo, mientras la temperatura subía. Korra besaba los labios de Asami, que se encontraban rojizos, y también mordisqueaba la piel de su cuello, cosa que le dejaría marcas. Asami bajó las manos por la espalda de Korra, hasta llegar al final, y la apretó con ambas manos, haciendo que sus caderas se juntaran todavía más. Ambas gimieron, y Korra lanzó una embestida contra el cuerpo de Asami, sacándole un largo gemido con su nombre.

"Cielos, Korra… ¡Korra!" arañó la piel de sus piernas, y mordió la de su hombro, mientras Korra reía en su oído.

"¿Sí, señorita Sato?" le preguntó Korra en un susurro, antes de lamer el lóbulo de su oreja, y Asami se movió contra ella, deseando sentirla cerca de nuevo.

"Oh, por todos los espíritus, Korra… ¡muévete!"

Korra embistió a Asami otra vez, y otra, tomando un ritmo, mientras sus sexos se tocaban, sus bocas pedían aire, y sus ojos se cerraban, porque así veían las estrellas.

"Asami, Asami…" decía el Avatar entre gemidos, sin dejar de moverse contra ella. Tomó con una mano la pierna de Asami e hizo que la subiera, para que el contacto entre ellas fuera mayor, y Sato soltó un grito, mordiéndose el labio, pidiendo más, sin poder evitarlo. La pierna de Asami estaba muy cerca de Korra, quien la besó, y hundió su cuerpo contra el de ella, moviéndose cada vez más rápido, hasta que Asami se quedó sin voz, y logró llegar a la cima del éxtasis. Korra la siguió por segundos, y luego se desplomó sobre el cuerpo de Sato.

Ambas intentaban recuperar su ritmo normal de respiración. Asami rodeó a Korra con sus brazos, y el avatar besó su piel, una vez más.

"Gracias por las clases" dijo Korra.

"Gracias a ti,"

Luego Korra soltó una risa fuerte, y Asami le preguntó qué ocurría.

"Dijiste que no pedirías nada a cambio de las lecciones, y…" Asami rió también, y besó los labios de Korra una vez más.

"Debería darte clases más seguido."