La puerta del departamento de Hoseok fue abierta por la espalda de Jungkook, mientras Jin forcejeaba con el seguro de la puerta para abrirla mientras seguía comiendo de la dulce boca de Jungkook. Bastaron sólo cinco minutos para que la puerta cediera y ellos entraran como un torbellino furioso, tocando las paredes para no terminar cayendo al suelo.
Jin mordió con fuerza el labio inferior de Jungkook antes de tomarlo por su trasero y levantarlo para dejarlo sobre la barra que dividía la cocina con el living. Tiraron algunos trastes que hicieron bastante ruido, algunos cubiertos y un vaso que se hizo añicos en el suelo. Nada de eso los preocupó por el momento. Suponiendo que después buscarían un momento para arreglar las cosas que rompían entre su desesperación. Entre beso y beso, mordidas y jadeos por parte de ambos, la camisa de Jin fue arrancada con refuerza que hasta el mismo Jungkook desconocía que tenía. Claro, nunca antes había estado tan desesperado por algo.
Pero hablaba de Jin, el mayor tendía a hacer esa reacción en él. Sus manos se hallaron camino por el cuello del mayor, seguido de su pecho, sus abdominales, luego su vientre bajo; y seguían su camino hasta la bragueta del pantalón de Jin, no era muy necesario mirar para darse cuenta que el mayor estaba siendo presionado. Antes de tocar el pantalón del mayor, Jungkook se sintió ser tomado con rudeza. Jin lo jaló por los muslos para acercarlo más y poder levantarlo de la barra y moverlo a un lugar más cómodo para ambos.
Apenas se movió, sintió una ligera caricia, un ligero roce de la mano de Jungkook sobre su dolorosa erección.
Botó a Jungkook en el sillón de cuero, fino y bastante caro, de Hoseok. Se subió encima del menor y arrancó su camisa negra, aventándola lejos, Jin estaba seguro de que había caído encima de la Tv plasma de su amigo, devolvió su atención a Jungkook y se dispuso a volver a besarlo. Sus lenguas jugaban, felices por volverse a tocar, una batalla que por un poco y ganó el mayor. Buscó las manos de Jungkook con las suyas y entrelazó sus dedos antes de poner las manos del menor sobre su cabeza para evitar que viajaran traviesas por ahora. Jin pasó de la boca del menor a su blanquecino cuello, comenzó a lamer su piel y a dejar varias marcas que seguramente parecían peor de lo que eran.
Jungkook sólo atinaba a resolverse, gustoso, debajo del cuerpo de Jin, no era como si le disgustara lo que el mayor hacía con su cuerpo cada vez que pasaba esto.
JungKook: J-Jin — Jungkook se removió y dio un salto seguido de un ligero gemido al sentir a Jin mordisquear uno de sus pezones.
El mayor levantó la mirada, pasó su lengua por la barbilla del menor antes de alejarse unos centímetros.
JungKook: ¿Qué ocurre, ángel? — Jungkook gimió cuando Jin movió su cadera contra la de él. Sintió claramente como el despierto miembro de Jin rozaba contra el suyo.
Aquel gesto lo derritió, pero prefería mejor estar piel con piel.
JungKook: Jin, por favor... — no creía que Jin fuera a obligarlo a decir aquello, pero parecía que sí.
JungKook: Quítame la ropa. Ahora.— Jin sonrió de forma malvada al ver las mejillas sonrosadas de JungKook.
Soltó al chico de las manos para apoyarlas en las caderas estrechas del más bajo, el menor se aferró a los brazos de Jin con sus manos.
Jin: ¿Por qué tan apresurado, ángel? — Jungkook bufó y Jin rió en voz alta. — Idiota — Rieron en voz alta antes de juntar sus labios y volver a comerse la boca uno al otro.
Cada segundo que pasaba era un ligero movimiento que Jin hacia sin tratar de que Jungkook se diera cuenta.
Jungkook se separó de los labios de Jin cuando un sonoro gemido salió de sus labios.