La secta

Capítulo 3

Nate y yo permanecíamos en la sala de estar, reparábamos en todo lo posible sobre el caso con la ayuda del tablón de corcho, imágenes, notas, chinchetas, cordón de color rojo y de color azul y el ordenador de Nate.

—sabemos lo siguiente, Clarice Brown se metió en un lío con una secta con la que había entrado en contacto, le he dicho al inspector Matt que me dé toda la información posible sobre Clarice. Luego de esto, Clarice contactó con su hermano, Chris Brown, éste se interpuso lo que provocó que se le viera como una amenaza, por lo que se le eliminó, una vez quitado de por medio, se llevaron a Clarice—

—hablando del inspector, le di mi número para que también contactara conmigo en cualquier caso y como no estabas disponible me proporcionó dicha información. Al parecer Chris estaba desempleado, escribía un libro, se llamaba La Verdad, en él hablaba sobre la manipulación por parte de empresas, gobiernos, sectas y demás, Clarice era reportera, dirigía un reportaje acerca de unos secuestros de menores, quizás sospechó de la secta y éstos, temiendo que saliese a la luz, la secuestraron y asesinaron a su hermano ya que se vieron obligados—

—es muy probable, iré a comisaría, si usted lo desea puede seguirme, pero creo que ya puede ir temporalmente por su cuenta—

Asentí con la cabeza.

Decidí charlar con Emily mientras bebía algo de té que ella misma había preparado.

—vaya, vuestro caso parece bastante interesante, en el mío persigo simplemente a un hombre e intento deducir si está engañando a su mujer, aunque no muestra nada de eso—

—ya veo ¿puedo echar una ojeada?—

—como quieras—

Me acerqué y revisé el caso.

—su conducta es muy sospechosa, ¿no te has planteado que quizás no esté engañando a su mujer pero si a otras personas?—

—¿qué quieres decir?—

—me refiero a que eso de pasar por el hospital a altas horas de la noche una vez cada determinado tiempo y luego ir a vete a saber dónde es muy sospechoso, pero no es la conducta habitual para un engaño. ¿Por qué pasar por el hospital, qué puede extraer de ahí que le sea útil?—

—entiendo, lo replantearé como sugieres, pero iré con pies de plomo, temo que si descubre que un detective privado está tras él comenzará a andar con mucha más cautela, lo que lo dificultará todo—

—suerte, sé que lo conseguirás— dije levantándome del sofá y dejando la taza con té en el fregadero.

—gracias—

Entré en mi habitación y comencé a revisar un poco más por encima el caso.

—creo que iré a la comisaría y de paso a la morgue, quizás encuentre algo útil— susurré para mí.

Tomé un taxi, la comisaría quedaba cerca, tardé unos dieciséis minutos más o menos.

Al llegar pregunté por Matt, en seguida me pasaron a su despacho.

—¿qué busca por estos lares?— preguntó mirándome de reojo.

—¿Nate ha pasado por aquí?—

—hace un momento, seguramente estará en la morgue—

—entiendo, ¿ha habido avances?—

—según me ha prometido Nate encontrará el paradero de la secta antes de que la semana acabé, lo único nuevo que hemos hallado nosotros es que la víctima recibió dos puñaladas en el mismo sitio, la primera lo postró en el suelo, alguien apoyó seguramente su rodilla en su espalda y luego le asestó una segunda puñalada lo cual provocó que se desangrara, una pena, murió lentamente, viendo como esos hijos de puta se llevaban a su indefensa hermana, ¿se lo imagina?—

—soy hijo único, pero me hago a una idea de como se debe sentir que te lo arrebaten todo delante de tus ojos mientras que solo puedes limitarte a mirar, esa rabia a causa de la impotencia—

—en fin, no nos pongamos sentimentales, como Nate diría, los sentimientos bloquean la razón, no podemos dejarnos ir por lo que sentimos y ya—

Asentí con la cabeza.

—además de eso también sabemos que eran cuatro cuando entraron en la casa, pero luego solo eran tres, algo le pasó a uno de ellos—

—en el camino de la casa de Clarice a la casa abandonada no hay desvíos, no pudieron dividirse. ¿Qué fue entonces lo que pasó?—

—eso quiero averiguar, quizás Nate lo sabe, cuando le dije esto sus ojos se iluminaron y como alma que lleva el viento salió disparado de aquí sin mediar apenas palabra—

—gracias capitán, ha sido de gran ayuda, iré a la morgue a ver si se encuentra allí—

—claro, confío en que los forenses le podrán proporcionar quizás más información—

Asentí con la cabeza y fui directo a la morgue.

Encontré a Nate inspeccionando dos cadáveres.

—¿qué tal Sherlock, novedades?—

—buenas Watson, mire, hallazgos por doquier, ¿no es fantástico?— respondió Nate señalando a los cadáveres.

—no sé yo si que se carguen a alguien es motivo de felicidad—

—es probable que este perteneciera a la secta— dijo Nate señalando al cadáver de la derecha, el de la izquierda era el de Chris Brown.

—¡¿cómo!?— pregunté desconcertado.

—Nicolás White, he descubierto estos tres tatuajes—

Uno era un círculo con el número treinta y uno, el otro un ojo cerrado, idéntico al de la nota. Y por último un pájaro, una golondrina creo.

—era drogadicto, este tatuaje es muy habitual en gente que está en abstinencia, normalmente dan medallas de plástico, pero hay gente a la que el ego le supera y deciden hacerse estos tatuajes, este ojo lo habrás reconocido, y esta golondrina nos habla sobre su personalidad, pero poco más. Fue envenenado, alguien disparó un dardo que le dio justo en el cuello, tras eso cayó al suelo de forma brusca haciéndose estos raspones y moretones en las rodillas y hombros, además de en la cara. Luego lo arrastraron, no presenta signos de violencia y el dardo fue clavado desde atrás.

—¿qué significa?—

—que estamos ante algo más grande y complicado de lo que había pensado, a alguien le caía mal este tipo, yo investigaré el paradero de la secta y a la chica, luego, si la policía no ha descubierto quien está tras el asesinato de este sujeto me dedicaré a investigar ese caso, no quiero centrar mi atención en dos casos. Me desconcentraría—

Intrigante. Alguién lo mató y ocultó su cadáver, seguramente los de la secta no se dieron cuenta, pues es posible que este fuera el cuarto que desapareció misteriosamente. Quizás la secta le busca, lo que podría suponernos una ventaja si jugamos bien nuestras cartas.

Tenemos que descubrir donde se oculta esa secta.