Capítulo 2

1 0 0
                                    

—pasaré a dar mis deducciones— dijo Nate levantándose. —aún hay más cosas que quiero investigar, pero por ahora sé que eran dos, un hombre y una mujer, corrían y entraron aquí intentando esconderse de su asesino, de alguna forma dicho asesino entró y apuñaló al hombre, seguramente el, o ellos se llevaron a la mujer. La mujer tenía este papel, parece el de algún tipo de secta, el ojo representa la omnisciencia, aunque me resulta extraño que esté cerrado cuando lo normal es que esté abierto. Por ahora buscaré este símbolo para ver su puedo averiguar algo más, de resto seguramente se llevaron a la mujer a la sede de dicha secta. Hay que descubrir donde están. Verá, además del papel y las marcas de arañazos hay un cabello rubio de mujer justo en la esquina, sabemos que es rubia, he reconocido pisadas, y a juzgar por como son, los individuos corrían, están poco marcadas, el hombre debió morir aproximadamente entre tres y ocho horas, el cadáver está rígido, pero caliente, para algo más exacto tendremos que esperar al forense el cual deberá examinarlo a fondo, no obstante su como yo creo, corrieron, es probable que me equivoque, el rigor mortis se produce gracias a cierta proteína que tensa lis músculos, pero dicha proteína también esta presente cuando se hace ejercicio, es decir, el cadáver podría estar rígido debido a que corrieron, es por ello que debemos esperar al veredicto del forense. Creo que no hay nada más sobre este desdichado al que la muerte le ha asaltado, Shawn, digale al señor Matt que le diga a sus chicos que se lo lleven ya al depósito. Yo seguiré registrando el resto d habitaciones en busca de otras pruebas, aunque dudo mucho que algo interesante encuentre— dijo Nate yéndose en dirección a la cocina.

Una vez comunicado el mensaje de Nate investigué el cuarto de baño y uno de los dos dormitorios.

Nada.

Media hora después nos reunimos en las afueras de la casa.

—como temía, poco más habré encontrado. Las ventanas están muy altas, y la madera chirría, sin duda, entraron por la puerta, he observado que ésta increíblemente no produce ruido, a diferencia del resto de objetos en esta casa—

Minutos después de hablar con Matt volvimos a casa. En seguida, Nate, comenzó a descifrar el código de aquel papel.

—sospecho que es un método d catalogación, algo que le dan a sus miembros para distinguirlos y saber a ciencia exacta quienes son—

Me senté al lado de Emily quien estaba con su portátil.

—¿qué tal tu caso?—

—extremadamente fácil— respondió con el pulgar en la boca.

—el nuestro no lo parece tanto—

—animo, ya veréis como al final lo resolvéis, estoy segura de que habéis empezado y ya habéis llegado a un buen puñado de conclusiones—

—Nate es un buen observador—

—bastante, tú también lo eres—

—gracias— dije abrazando a Emily.

Subí a mi habitación y una vez allí empecé a repasar todo sobre el caso.

Era probable que nos enfrentáramos a una secta por lo que si es ese el caso es muy probable que fueran varios quienes se llevaron a la chica. Hasta el momento lo más probable según yo era que la chica se hubiera metido en algún lío con dicha secta, le pidió ayuda a un amigo y éstos corrieron una vez se toparon con varios miembros de la secta. Encontraron una casa abandonada y entraron tras haber corrido por un rato largo, una vez dentro supongo que estarían hablando pues darle la espalda a la puerta es una idea estúpida para cualquiera, en medio de la conversación aparecieron los miembros que de alguna manera descubrieron que estaban ahí y asesinaron al chico, una vez eliminada la máxima amenaza se llevan a la chica. Y aquí estamos nosotros, horas después, intentando descubrir a donde se la llevaron o si siquiera sigue viva.

Unos leves toques sonaron en mi puerta y seguido de esto Nate apareció.

—me han llamado, el cadáver del hombre es el de un tal Chris Brown, al parecer tiene una hermana la cual vive justo en esta calle— dijo alzando un papel con una dirección y otros números varios.

—le he dicho que aún no actúen, quiero que seamos tú y yo los primeros en interrogarla, cuando acabes ven, iremos en seguida—

Una vez se cerró la puerta cogí mi pequeña libreta de bolsillo la cual usaba para tomar anotaciones en los casos, mi pistola, por si acaso, las llaves de la casa y un bolígrafo el cual dejé dentro de la libreta, justo en una hoja en blanco, así no debería andar buscando para cuando quisiera hacer una anotación lo más rápido posible.

Cogimos un taxi y tardamos veinte minutos en llegar.

Tocamos a la puerta pero nadie respondía. Muchos toques, y cada uno más fuerte que el último, más tarde Nate sacó una especie de ganzúa.

—¿pero qué haces?— pregunté.

—si no nos abre ella abriremos nosotros—

—nos estamos metiendo en un lío, esto es allanamiento—

—nadie tiene que enterarse, usted ya no es policía—

—eso no cambia la cosa—

Al final entramos dentro con mucha cautela.

Nate cerró la puerta tras de sí.

—mire Prescott, una nota como la que se le cayó a la mujer a la que raptaron—

Sospechoso.

—hay pequeñas gotas de sangre en la entrada de la puerta—

Nate investigó desde la sala principal hasta la cocina pasando por el baño primero, y yo el piso de arriba, había un baño, y un dormitorio, el dormitorio estaba desordenado, pero no parecía que hubiese ocurrido algo más allá de la desorganización de una persona en ese lugar. El baño igual, desordenado, pero nada más allá de eso.

—¡ajá!— escuché gritar a Nate.

Bajé corriendo las escaleras y me encontré a Nate en la cocina.

—la puerta, alguien la pateó por error, además, dejó marcas de barro, en la entrada habían restos de un pequeño charco, quizás los de la secta llegaron aquí, irrumpieron en la casa y en un desesperado intento de escapar las víctimas, Clarice Brown y Chris Brown, salieron por esta puerta, los de la secta salieron disparados y el último seguramente se encargó de cerrar las puertas para no levantar sospechas, pero el resto corrió por aquí de tal forma que ni la mayor estampida de elefantes hubiera causado más desperfectos en el suelo y puertas. Ah, y en cuanto al señor Chris Brown, así es, no es un amigo. Era su hermano, miré esas imágenes y deduje que era una familia, todos momentos familiares, y en todos salen Chris y Clarice, además de eso comparten apellido—

—¿cómo sabe lo de los nombres y apellidos?—

—elemental— respondió Nate sacando un teléfono móvil, seguramente de esa tal Clarice.

La secta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora