Capitulo 3

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  Semanas atrás, nunca pensé que iba a estar a punto de entrar al castillo, donde me hospedaría dios sabe cuánto tiempo, para "competir" - aunque yo no lo veía exactamente como algo para competir- por ser la futura reina y por casarse con William.

La construcción era increíblemente grande tenía un estilo más barroco que gótico, aunque poseía en factor de la altura y los gran ventanales vidriosos.
El oro en el edificio era lo más característico de aquel, desde pequeñas decoraciones e incrustaciones en los bordes de las ventanas hasta faroles con embelesamientos en este mineral y plata.

Posterior a la entrada había un pequeño pero excelente cuidado jardín, que solo tenía rosas blancas y diferentes tipos de plantas que variaban en los tonos de verdes.

Las escaleras de Marmol en crudo y blanco llevaban a una inmensa puerta de vidrio con incrustaciones de oro.

Ciel era concierte que solo un farol del palacio probablemente costaría más de lo que tendría ella durante toda su vida. Y aunque no le apetecía en absoluto ganar, ella aprovecharía cada segundo en ese increíble palacio.

No tardó tanto en bajar de la limusina mientras analizaba el castillo, las otras chicas  se veían muy emocionadas mientras hablaban entre sí.

No tuvo mucho tiempo para seguir contemplando el lugar ya que les ordenaron que rápidamente entraron al palacio. Por dentro era aún más increíble que el exterior y se dio cuenta que estaba conteniendo el aliento.

Y sin darse cuenta, Silvia- el ogro- apareció frente del grupo de chicas, silenciándolas.

_ Bienvenidas al palacio real, donde se hospedaran temporeramente hasta completar la prueba o hasta ser eliminadas_ en aquel momento Ciel notó el miedo de las chicas de las castas más bajas y las miradas amenazadoras de las provenientes de las más altas _ Mañana, durante la cena conocerán a la familia real, y al día siguiente por la mañana tendrán una entrevista personal con el príncipe William._ Ciel juro ver a una chica desmallarse y no pudo evitar reírse.

_Que emoción_ susurro Ciel con sarcasmo, ganándose unas miradas bastante amenazadoras, incluyendo la del ogro.

_Hoy tendrán el día libre para conocer el palacio y aventarse en el lugar, les deseo una buena estadía,y disfruten, ya que presiento que algunas van a irse tan rápido como llegaron_ dijo Silvia mirando fijamente a Ciel, quien le regalo una sonrisa amarga.

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Su habitación era digna de una reina,pensó Ciel, claramente no le costaría acostumbrarce a este aspecto de la situación y aprovecharía esta al máximo.
Por cada semana que las chicas permanecieran en el castillo , se les entregaría un dote a la familia y Ciel sabía muy bien que no se podía dar el lujo de que la saquen muy fácilmente , ya que su familia no era para nada rica, se quedaría lo más que pueda por ellos, pero no lo suficiente para llegar a ganar.

Se quedó poco tiempo en su cuarto guardando sus posesiones, que no eran muchas y se propuso a ir a conocer un poco del castillo.

Aunque todos los lugares del castillo eran increíblemente hermosos , nada se comparaba con la biblioteca.

Nunca había visto nada igual, el lugar era inmenso , todas las paredes estaban cubiertas por estanterías de roble y en ellas millones de libros, todos de diferentes tamaños y colores, volúmenes enteros y una gran cantidad de géneros distintos, y lo mejor de todo es que estaba completamente vacía.

En ese momento supo que allí es donde iba a pasar el mayor tiempo de su estadía en el palacio. Comenzó a recorrer todas las paredes repletas de sus objetos favoritos en el mundo, sintiendo las diferentes texturas y no logrando evitar sonreír como una loca.
En casa ella tenía que trabajar 2 semanas completas para juntar lo suficiente para un libro ya que su familia no se podía dar lujos de comprarle nada, a lo que la madre le rompía el corazón .

Ciel se sobresaltó al escuchar una risa grave en la esquina del cuarto, y dirigió la mirada al chico que la estaba mirando bastante entretenido.

_Veo que te gustan los libros _ dijo con una sonrisa el rubio de ojos grises.

Ciel trató de ser amable y le regalo una sonrisa, no le vendría mal tener algún amigo en el palacio que no sea una de las chicas que parecían asesinarla con la mirada.

_ ¿Es muy obvio?_ pregunto con una pequeña risa.

_ Demasiado _ le contesto el chico sin borrar su sonrisa _ Y si me permites recomendarte algo, la mejor sección es la de la pared del lado izquierdo de la puerta.

  Ciel ni se molestó en contestar y fue directamente a la sección mencionada por el chico, allí se encontraban sus libros preferidos y otros que siempre quiso leer. En ese momento supo que ya iba a tener un amigo allí y sospecho que su estadía no sería tan insoportable.

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En el camino a su cuarto, Jem , el chico que previamente había conocido en la biblioteca, la ayudo a cargar los libros ya que había llevado 8 a su cuarto en un intento de controlarse y no llevarse la biblioteca entera.

En el camino se enteró de que Jem era un primo lejano del príncipe William que lo habían enviado al castillo para enseñarle el "arte de las estrategias". También se enteró de que odiaba estar allí tanto como ella y lo único que le gustaba de estar allí era la biblioteca y estar con su primo, pero realmente extrañaba su casa y sus hermanos pequeños.

Finalmente llegaron a su habitación y luego de dejar los libros en la cama, Jem se despidió de ella ya que se tenía que ir a una de sus clases y quedaron en verse a la tarde para que él le muestre el resto del castillo.

Luego Ciel se dedicó a leer con una sonrisa en la cara.

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