Capitulo 3: Desaparecida

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      Me sentía muy cansada, mis ojos pesaban y no podía moverme, no se porque pero mi mente no procesaba lo que estaba pasando, escuchaba voces, voces de un hombre y una mujer hablando sobre algo, no podia distingir bien de lo que estaban hablando pero alcanzaba a escuchar una que otra palabra. Decidí abrir los ojos y ahí me encontraba, amarrada de las muñecas y tobillos, había una cinta en mi boca para no poder procesar ningun sonido.

      Edmond se dio cuenta que habia despertado y miro muy profundamente a Caroline que se encontraba de frente a él, entonces Edmond se acerco a mi

    -te quitare la cinta pero debes prometer que no gritaras- antes de acentir con la cabeza Caroline hablo

    -¿seguro que quieres quitarle la cinta a esa zorra?- preguntó

   -callate que es tu culpa que estamos en esta situación, si no vas a ayudar en nada mejor vete- Caroline salio muy enojada del lugar y Edmond me voltio a verme -¿me lo prometes?- con esa voz tan dulce, ¿quien no aceptaria?, y acentí con la cabeza

    Edmond me quito la cinta de mi boca y me paso un trapo humedo por la cara

    -perdon Sta. Morriana aun no era su tiempo, pero aquí se quedara hasta que llegue su día, ademas no puedo dejarla ir sabe mucho, de algun modo tengo que tapar esto... - su mirada estaba fija en el suelo, tal vez estaba pensando en algo, en realidad no sabia que estaba pasando y saber si quiera en que estaba pensando era ridiculo cuando ni siquiera sabia lo que significa esa lista o cuando seria mi tiempo, ¿tiempo de que? Y que hay con eso de quedarme, ¡ yo no puedo quedarme!, me esperan en casa Ed y Alph

   -muy bien, quedate tranquila, yo me encargo de lo demás, ademas Caroline siempre aurrina mis planes, por eso es que tengo que actuar rapido- lo mire mientras se iba, desaparecio por una puerta y me dejo ahí

   En mi cabeza había muchas preguntas y mucha confución, ademas de eso no e podido articular ninguna palabra o preguntarle cosas. Decearia poder saber al menos que hora era.

              ◇EDMOND◇
  
Tenia que idear algun plan para poder tapar todo esto, tener a Morriana desaparecida algun tiempo no iba a ser facil, los policias no descansarian de buscarla, la mire a los ojos y estaba muy confuza, despues de eso pase mis ojos por todo su cuerpo me dio una sensacion extraña entre sactisfacción y deceo pero por otro lado me daba... ¿miedo?, miedo de ¿que?, ya habia matado a muchisimas personas y ya hasta tenia mi propio apodo, en eso se me vino a la mente Caroline, ya estaba arto de que aurrinuara mis planes ya era tiempo de que pagara, asi que le dije a Morriana que se quedara tranquila y al parecer no solo no detuve mi bocota, sino que le dije algo de lo que pensaba así que me dispuse a salir y dejar a Morriana en la habitación.
     Llame a Caroline 5, 7, hasta 10 veces hasta que la muy digna se aparecio

     -¿para que me quieres?, ¿ya terminaste con ella?-

    -eres idiota o ¿que?, muy bien sabias que Morriana era la ultima en la lista y que la matariamos a final de este mes para nuestra despedida, ahora tengo que hacer algo para tapar esto, ademas no se si sus hermanos molestos saben que haya venido- daba vueltas en mi negocio

   -perdoname cariño, solo es que... estaba muerta de celos- lo decia con una voz algo dulce -pensar que alguien mas te queria no podía soportalo-

   - eres una estupida Caroline, preparate esta noche que tengo un plan- me miro y vi como curvaba esa sonrisa que me gustaba y le di un pequeño y cariñoso beso

  Abrí el negocio para que nadie sospechaba que estaba pasando.      
  Llegaron unas personas conocidas y otras no, la tarde transcurrio y ya tenia Morriana 3 días de desaparecida, en cuanto iba a cerrar el negocio aparecierón sus hermanos Edward y Alphonse, se miraban algo tristes y se acercarón a la puerta.

  -perdone Señor Edmond pero no a visto a mi hermana, lleva desaparecida 3 días y no sabemos de ella, Morriana es lo único que tenemos desde que nuestros padres partierón al otro mundo- hablaba Alphonse, el mayor de los hermanos

   -disculpe, pero no e visto a Morriana desde algun tiempo-

  -muchas gracias por darme un poco de su tiempo- dio la media vuelta y se dirigio a su hermano pequeño- Ed, vamonos ya la encontraremos, ella es fuerte-  eso fue lo ultimo que escuche antes de cerrar la puerta, ya una vez que la cerre Caroline se acerco

  -querido ya es de noche, podrias decirme, ¿cual es tu plan?- me miraba algo curiosa

  -¿tanto asi lo deceas?- la tome de la barbilla y la acerque hacia mi

  -si- y esa fue su resuesta

  -entonces tenemos que enceñarle a Morriana de lo que somos capaces de hacer- le solte de la barbilla, la tome de la mano y nos dirigimos a nuestros apocentos

   Pero antes de hacer tal cosa a Morriana tenia que sactisfacer primero mis necesidades

              ◇MORRIANA

   Me estaba desesperando estar ahí, ya quería irme a mi casa con mis preciados hermanos, estar en un techo comodo, bajo el techo en el que estaba era algo humedo, frio y solitario, en el tiempo que había estado ahí solo entraba Caroline a llevarme una charola de alimento y para despues llevarsela vacía. No sabía que día era o si era de noche o de día. Escuche algunos pasos cercas de la puerta de la habitación donde me encontraba donde pasarón de largo, escuche una puerta cerrar y despues... nada.

   Tal vez unos 20 minutos despues (para mis calculos, desde que cerrarón la puerta hasta ese momento) se escuchaba gritos de Caroline, no de susto ni de enojo, sino que se estaban divertiendo demaciado en el cuarto de a lado para que hiciera ese tipo de ruidos, me queria morir, eso era mas horroroso que estar en una parte de la habitación sentada y amarrada, tiempo despues ya no se escuchaba nada mas y decidí cerrar los ojos hasta quedarme dormida.

   -morriana, morriiiaaannnnaaa- mis ojos pesaban al abrirlos

  -por un carajo Morriana, ¡despierta!- di un salto del susto y vi a Edmond agachado frente a mi, al parecer estaba algo tomado y eso se podía saber porque tenía en su mano izquierda una copa y una botella de vino tinto con etiqueta que decía Cagnina di Romagna

   -disculpame por despertarte a altas horas de la noche pero te queria mostrar algo- se paro y se acerco a una silla que estaba al centro de la habitación y en ella se encontraba Caroline sentada, solo que se me hizo raro verla con los ojos vendados y la boca con una cinta gris, aparte de estar atada en la silla

   -¿que esta pasando?- pregunte

   -¿que, que esta pasando?- se me acerco- te voy a mostrar quien soy yo y porque estas aquí- se agacho y me puso la copa en mis labios para beber todo su contenido, era algo dulce y tenia buen sabor, ya una vez que me lo bebí se paro y fue por mas

  -Morriana este es mi vino favorito, el cagnina di Romagna es dulce-

  Se quedo pensando y mirando fijamente a la copa con su contenido    -Morriana-  lo pronuncio casi con un susurro

  -¿no me temes?- dijo

  No lo pense ni un segundo y mi respuesta fue automatica -no-

   -así que... si hiciera algo malo... ¿no me temerias?- se acerco a la mesa donde estaba la botella de vino

   -no se a que se refiera...-

   -bueno- abrio un pequeño cajón que estaba en la mesa y saco una cajita, la abrio y pude divisar algo brilloso, dejo la caja sobre la mesa al lado del vino para despues sacar un taladro desde el mismo cajón

   - ¿estas preparada para lo que sigue?-

No sabia que intentaba hacer pero me puse nerviosa y me asuste

Requiem DemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora