Evocación

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Vamos Dipper despierta—la voz de mi hermana me despertó e hizo que me sobresaltará, ella se aventó en mi cama sin previo aviso, toque mi pecho e intente que mi corazón se calmara la mire enojado por su acción.

Ahora que —no pude evitar estar molesto realmente necesitaba descansar, ella me sonrió juguetona con esa mirada traviesa llena de vida, eso significaba que no tramaba algo bueno para mí, fruncí el seño en un intento de demostrarle mi enfado pero fui ignorado por completo.

Solo ven— sinceramente no tenía ganas de seguirla, iba a volver a acostarme pero entonces ella amenazo, usaría a sus amigas si me ponía necio, lo había olvidado hoy era el típico viernes donde ella tenía esas extrañas pijamadas con Grenda y Candy.

Comprendí entonces que no tenía otra salida simplemente me levanté de la cama, tallé mis ojos parpadeé varias veces para poder enfocar a mi alrededor, con pesadez seguí a Mabel por el pasillo, esperaba que no fuera otra de sus locuras, la ultima vez terminamos en problemas por jugarle una broma al padre de Gideon.

Bueno el Tío Stan estaba muy contento y no tanto así el Tío Ford quien nos sermoneo casi dos horas, sinceramente no había valido el regaño aunque arrepentirse ya no era algo importante, al llegar a la estancia donde se encontraba la televisión y aquel sillón donde solemos verla, la luz no estaba encendida apenas había una tenue iluminación entrecerré los ojos pensando que era cosa de mi mente, pero no, en medio estaban las amigas de Mabel, alrededor de una especie de tablero con letras.

¿Enserio?— no podía creer que de verdad me levantará para esto, había descansado poco ya que me había desvivido para conseguir la beca que necesitaba, el día de hoy al fin podría tener mis preciadas horas de sueño pero ... estaba aquí parado en medio de la estancia en una especie de sesión espiritista o algo similar, no podía creer que de verdad me levantó para esto, sin embargo, no tuve más remedio que sentarme y acompañarlas en esta aventura, ellas eran más y sobre todo Grenda tenía una fuerza de temer así que era mejor cooperar aunque el sueño me estuviera matando.

pues claro, ya sabes, como te gustan estas cosas sería bueno que comprobaras si algo sucede—

Te da miedo hacerlo sin mi cierto— Mabel simplemente se encogió de hombros dándome la razón en ese aspecto, suspire, era mejor iniciar con esto, me gustan estos temas lo "sobre natural" sin embargo soy algo escéptico, debo poder comprobarlo de alguna manera para darlo por verdad.

Mi Tío Ford lo llama anomalías y es un tanto estricto con estas cosas pues uno nunca sabe que energía o campo magnético puede alterar o provocar a alguna cosa por ahí. Aunque sinceramente no creo que pase nada, estos tableros los consigues en las jugueterías, por tanto considero que es una pérdida de tiempo pero ya estaba aquí, recibí una libreta y un lápiz, la indicación fue que escribiera las letras para saber que no estaba diciendo el fantasma que quisiera hablar con nosotros.

Pusieron las manos en la guía de la tabla, Grenda comenzó a preguntar lo típico — ¿hay alguien ahí?— esperamos una respuesta pero a primera instancia nada paso, Candy insistió una vez más, fue entonces que aquel objeto se movió al "si", suspire, de verdad pensé que ellas lo estaban haciendo apropósito pero sus expresiones sorprendidas y el temblor en la mano de Mabel mostraban lo contrario aunque aun no me fiaba del todo.

¿Debemos continuar?— Grenda pregunto dudosa de si seguir con esto, supuse que tanto ella como yo esperábamos tal cual que simplemente nada pasara.

HecatombeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora