Pretty hurts

No puedo ser perfecta

No puedo ser perfecta, me cuesta, me duele. No puedo. No logro alcanzar los estándares de belleza que los demás ponen en mí, o los que yo quiero que pongan en mí, o los que yo invento. No puedo ser linda, flaca, inteligente, deportista, social, perfecta. No puedo tener confianza en mí, ser buena en todo lo que hago, desde matemática hasta voley, inglés o cualquier actividad en la que si no tenés destreza, sos un fracaso (quizás las personas menos crueles no te consideran fracaso, pero ahí esta el problema, yo no soy parte de esa gente).Menos puedo ser todo esto cuando lo que la sociedad quiere muchas veces se contradice, porque si tenes confianza, sos creída, si no, sos depresiva. Nunca hay un punto medio. Nunca logro alcanzar el fuckin equilibrio. Pero, ¿Cómo alcanzar el equilibrio cuando muchas veces tengo pensamientos contradictorios? Si no como por un dia y me parece genial, pero al día siguiente no le encuentro sentido al ayunar por horas, o días.
Y por que ser perfecta? Para tener una imagen correcta en los demás, para triunfar, para ser alguien. Como si ser yo no bastara, no bastara con poder usar el cerebro. Porque si pienso demasiado está mal, está mal ver algunas cosas que los demás no pueden ver, pero si no pienso, que? También está mal? Si.
Por que me importa tanto que los demás me vean bien? Bueno, "bien", el concepto de lo que yo veo bien. Una chica flaca, linda, sonriente, con buenas notas, inteligente, que es capaz de lograr cualquier cosa. Cual es el sentido? Si no puedo sonreir siempre, estar flaca, tener las uñas lindas, el pelo arreglado, miles de amigos, muchos me gusta. Por que buscar la felicidad en el exterior? Por que nadie puede valorar mi interior? Por que yo no dejo que los demás conozcan mi interior?
Quizás es mi culpa, que no puedo abrirme a los demás, y si lo hago, me arrepiento.
Porque la perfección (o lo que yo veo como tal) tiene dos facetas, una, la que todos ven, la bella, donde encontrás todo lo que querés, sos independiente, flaca, linda, confiada y confiable, perfecta. Pero, la otra? Donde para lograr tus objetivos ayunas por horas, y si comés, vomitás, porque comiste, pero podrías no haber comido, esas calorias que entraron en tu cuerpo podrían no haber entrado y serías más bella, más valorada. Esa cara de la perfección donde, para lograrla debes tener ojeras violetas, de no dormir por estudiar, por no comer, por no poder cerrar los ojos. Donde si algo te sale mal, creés que no tiene solución, y de repente, el mundo se derriva, y empezás a temblar; ya sea por una nota más baja que 9, o por unos gramos más en la balanza.
En quien recae la responsabilidad de mi necesidad a ser perfecta? En los demás, que necesitan una persona ideal a su lado, ya sea amiga, compañera, hija? O en mí, que necesito que los demás tengan esa imagen de mi? Que, por mis propios medios, decido hacerme responsable de cualquier situación.
Ahí está, apareció, la responsabilidad. Responsabilidad de ser una hija perfecta, una amiga ejemplar, una hermana confiable, una prima sin errores o cualquier rol cumpla en la vida de las personas que me rodean. La responsabilidad de ser fuerte hasta cuando no me piden serlo, porque no ser fuerte es renunciar, y la chica perfecta no renuncia.
Muchas veces no soy la misma, porque debo mostrar diferentes facetas de mí. Mostrar o inventar? Whatever.