14.08.16
Querido diario:
Una extraña sensación húmeda en mi mejilla me ha hecho despertar, Tato estaba lamiendo mi rostro. Acaricié su suave pelaje y me levanté con él en brazos, lo dejé en el suelo y me dirigí al baño para despabilarme, luego de eso, cambié mi ropa y le coloqué la correa al pequeño peludo que movía su cola llena de flecos y me observaba con emoción.
Salimos a la puerta, y allí estaba. Quedé congelado ante la imagen de mi hermoso vecino en ropa interior recogiendo el periódico, con el cabello despeinado y el torso al descubierto. Tenía un físico precioso, estaba maravillado. Levantó la vista hacia mi y sonrió, sentí cómo mi cuerpo se estremecía ante ese gesto. Lo saludé con mi mano libre y giré para cerrar con llave la puerta. Al darme vuelta, él estaba detrás mío, con las manos detrás y una sonrisa que ocupaba todo su rostro. Preguntó cómo había amanecido y si me dirigía a alguna parte, no me pregunten cómo hice, pero logré invitarlo a que me acompañe. Aceptó, y corrió a vestirse. Lo esperé en la entrada, estaba tan nervioso...
Fuimos al parque más cercano, habíamos comprado algo para desayunar mientras Tato corría por el césped. Nos encontrábamos sentados bajo un gran árbol lleno de flores amarillas. La mañana era silenciosa y cálida, el clima era bastante bueno. Me recosté en el suelo para contemplar las esponjosas nubes blancas que el viento arrastraba lentamente por el enorme cielo celeste. Un sonido dulce entró por mi oreja izquierda, produjo sensaciones en mi interior que no sabría explicar. Era música para mi. Mis ojos, sin dar aviso, siguieron el sonido y se encontraron con el perfil del hombre más perfecto que podría existir. El Sol se encontraba a su costado, por lo que yo sólo veía la línea que trazaba su rostro, su sonrisa y su tentador cuello. Lo contemplé durante unos minutos, era arte. No podía creer que existiera alguien tan hermoso, todo su rostro encajaba perfectamente con él. Sus carnosos labios se separaban para dar paso a una risa contagiosa que hacía que mi boca formara una curva. Sin darme cuenta, mis ojos estaban perdidos en él, mi mente ya no tenía control, mi cuerpo quería lanzarse encima y besarlo hasta agotarme.
Se dió cuenta que estaba viéndolo, admito que fue vergonzoso, pero no me arrepiento, ya que su mirada se centró en la mía y pudimos decirnos tantas cosas sin utilizar palabra alguna... Me estoy enamorando de JiMin.
Al llegar a mi casa, almorcé y miré algo de televisión. Por más que intentara, no podía sacarme a mi vecino de la cabeza. Tae vino a tomar un café y hablar de la vida, me dijo que me notaba extraño y que mi rostro se encontraba iluminado, que me veo feliz. ¿Será a causa de JiMin?
Llegó la noche, la Luna alumbraba mi balcón. Me quedé allí un largo rato, admirando la casa del culpable de mi insomnio. Mi celular vibró, y el mensaje me paralizó el corazón, me hizo sonreír y querer saltar hasta cansarme. La alegría inundó mi cuerpo y la adrenalina se me salía por los poros. No aguantaba más, debía besarlo y acariciar su cuerpo el resto de mi vida.
(Mensaje:)
JiMin ♥ =
Extraño oír tu voz, espero verte mañana. Duerme bien, YoonGi. ♥
Puso mi nombre con un corazón al final, dijo que me extrañaba y me deseó dulces sueños. ¿Qué más puedo pedir? Además de que toque el timbre de mi departamento y duerma a mi lado. Joder, ya no tengo retorno...
Para: JiMin ♥ =
No podré dormir bien, tú no estás aquí. Hasta mañana, Jimin. ♥
Demasiado meloso para mi gusto, pero él era más fuerte que mi hombría. Me acosté y cerré los ojos, feliz, pues mañana lo vería. Buenas noches Tato...
Buenas noches, Jimin.~
Min Yoon Gi ~
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•The Diary...• [Yoonmin]
Fanfiction• Te vi. Te admiré. Te soñé. Te pensé. Te observé. Te escribí. Te anhelé. Me enamoré...