¡¡¡SAVE ME!!! (De Yesung Y Tu)

Capitulo 6:

Los azulados ojos de la chica examinaban algo desconcertados, cada parte de la habitación, tratando de ubicarse en tiempo y espacio.

Su mirada acabó, en el cercano rostro de su guardaespaldas, que la miraba con incertidumbre.

_____: ¿qué sucedió?

Yesung: se desmayó, su adrenalina subió y bajo de golpe con el estrés, provocando su desmayo, igual no se preocupe que ya la revisó un médico, y dijo que la dejara descansar, por eso esperé hasta que usted despertara- finalizó aliviado, de que la señorita no se hubiera percatado de su cercanía ni de sus impulsos anteriores.

____: ¿ que hora es?- volvió a preguntar.

Yesung: -miró su muñeca donde yacía au reloj, para luego ver la hora- son las 4:15 de la madrugada, señorita.

_____: y has dormido?? O has estado despierto todo este tiempo?.

Yesung: yo... me quedé despierto para procurar que no le pasara nada, estuve recostado en el sillón ya que no podía volverme después de lo que pasó, espero no se moleste.

_____: ¿porqué me enojaría? Al contrario debes descansar, ve a dormir- ordenó

Yesung: pero usted estará bien en mi ausencia? Yo... puedo dormir aquí en el sillón si usted me lo permite, es solo para ver que esté bien.

El silencio, se hizo presente ante la ausencia de respuesta por parte de la chica, que analizaba las opciones mediculosamente, antes de hablar.

En realidad en su interior, ella deseaba que se quedara, siempre le había aterrado dormir, sabiendo que sus sueños la sumergirìan en horrorosos recuerdos, junto con aquellas voces, que parecían nunca cesar, hasta el siguiente día; pero por otro lado no sabía si decirle o no, ya que no quería sentirse dependiente de él, del sujeto que se hallaba allí , esperando su respuesta.

____: si tanto necesitas asegurarte, entonces quedate, no me molesta, eso sí trata de descansar- dijo fríamente.

Yesung: gracias señorita, buenas noches, estaré aquí por si las dudas- dijo algo confuso por la emoción fría en aquella respuesta.

_____: buenas noches.

Yesung se dirigió hacia el sofá negro, donde anteriormente, había estado descansando, se recostó en este, con la mirada en el techo, esperó unos cuantos minutos, para luego, girar su cabeza hacia la cama, donde reposaba la muchacha, que desde su perspectiva, paracía haberse quedado de vuelta dormida.

El silencio absoluto reinaba en la habitación, y era perfecto para que la cabeza del joven, empezara a frustarlo, con sus pensamientos, ¿estaría bien lo que estaba haciendo? La respuesta era un rotundo No.
Pero ¿acaso podía revertir todo? Lamentablemente no era así, él había aceptado, después de todo era un negocio, un trato, y en este tipo de asuntos, los involucrados, tenían las reglas muy claras, sin oportunidad de equivocarse, y aquel que se atreviera a romper las reglas, no tendría, si quiera un entierro digno, cada individuo, estaba a cargo de su propia vida, cada jugador había apostado sus fichas, era todo o nada, a sabiendas de las consecuencias.

Las energías poco a poco se le fueron agotando, y sus párpados se fueron cerrando, pesados por el sueño.

[...]

Los rayos del sol decoraban la habiatación, anunciando un nuevo amanecer, el despertar con una maravillosa vista.

Los ojos de Yesung se fueron abriendo, con la vista algo borrosa, el sonido de el agua formando olas y chocando fuertemente , se filtraba en aquel sitio, al igual que el ruido de la ducha, que provenía del baño.