Capítulo 3. Encuéntrame.

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Alice abrió los ojos agitada y se sentó con la espalda apoyada en el cabezal de la cama. Agarró con fuerza las sabanas que la cubrían y suspiró repetidas veces. ¿Qué acababa de pasar? ¿qué era ese lugar tan extraño y a la vez tan familiar? y lo más preocupante, ¿quién era ese hombre que aparentemente la conocía?

Después de hacerse esas preguntas y sin encontrar respuesta a ninguna de ellas , Alice se levantó de su cama y se dirigió al baño , viendo antes la hora que era en el reloj de la pared. Eran las seis y media de la mañana y Alice supo que no iba a poder dormir más. Entró al baño y se dió una ducha larga para refrescar su mente y cuerpo, ya que seguía sofocada por el loco sueño.

Una vez fuera del baño y ya vestida con lo primero que encontró en el armario, se sentó enfrente del espejo y empezó a peinarse el pelo, en ese momento volvió a aparecerse por su mente el hermoso rostro de aquel hombre. Era posible que ese hombre no existiese realmente y fuese producto de su loca imaginación, o eso pensó Alice en un principio. Pero eso no podía ser, él le resultaba familiar de alguna manera, tendría que buscar en sus recuerdos si alguna vez había estado con el pelirrojo. Por otra parte, ¿cómo es posible qué se olvidase de semejante persona ?

Sin darse cuenta, Alice llevaba una hora cepillándose el pelo y pensando en el misterioso hombre. Se levantó y se dirigió a la puerta, justo en ese momento la puerta se abría y su madre aparecía del otro lado.

- Buenos días hija, no esperaba que estuvieras despierta, de echo venía a despertarte.

- Buenos días madre, yo ... eh ... pues me levanté temprano puesto que hay ciertas cosas que quiero hacer y quiero... esto... aprovechar el día.- Alice contestó con lo primero que se le vino a la mente, esperando que su madre no hiciera preguntas.

- Oh, esta bien, pero antes ve a desayunar.

-Claro madre.

Alice suspiró cuando dejó a su madre atrás y fue a desayunar. Después se dirigió al jardín trasero, donde casi no iba nadie y se dispuso a leer un buen libro bajo un árbol. Pasado un rato Alice no pudo evitar quedarse dormida, después de haber dormido tan poco era normal.

Alice se encontraba sentada en una de las ramas de un gran árbol, no sabía cómo se había subido pero ahí estaba. No pudo evitar suspirar una vez más como tantas en el día. ¿Por qué por mas que intentaba recordar no conseguía nada?

-Si no puedes recordar algo , es como si no hubiera pasado. De la misma manera , no puedes recordar algo que nunca pasó. Esfuérzate demasiado en recordar y tu memoria te puede mentir.

Alice pegó un saltito puesto que no se esperaba que alguien le fuese a contestar aquella pregunta. Se giró hacia la derecha, de donde la voz provenía y se encontró con algo que no esperaba.

-¿ Quién eres tú? ¿ Y qué se supone que significa lo que acabas de decir?- Preguntó Alice bastante sorprendida al saber que quién le contestó fue un gato

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-¿ Quién eres tú? ¿ Y qué se supone que significa lo que acabas de decir?- Preguntó Alice bastante sorprendida al saber que quién le contestó fue un gato.

-Tú misma debes  averiguarlo- Y con la misma el gato de gran sonrisa desapareció.

-P-pero... - Alice se quedó sin palabras.- Si no puedo recordar es porque nunca pasó, es decir, que si no puedo recordar al extraño hombre es porque nunca lo conocí, ¿no?  aagg... ese gato me ha dejado mas confundida de lo que ya estaba.

 De repente su semblante se entristeció al pensar que ese hombre podría no existir y ser producto de su imaginación.

- Me gustaría poder verte otra vez, aunque no sepa quien eres o no existas realmente.

Todo empezó a verse borroso, poco a poco, como aquella vez. Antes de que Alice no pudiera distinguir nada, escuchó una voz profunda en su mente que le dio esperanzas.

- Encuéntrame, Alice.


-¡ Señorita Alice despierte! ¡ Señorita Alice!- Alice escuchó como la llamaban desde la lejanía y cada vez lo iba escuchando mas cerca hasta que abrió los ojos finalmente.

- ¡¿Qué pasa?!- Preguntó un poco molesta de que le gritasen y le despertasen de su sueño.

- El señorito Steve va a llegar en breve y no le conviene hacerle esperar, eso es lo que su madre me dijo que le dijera cuando la encontrase.- La persona que le estaba hablando era una de las pocas sirvientas que les quedaban y una que a Alice le caía particularmente bien.

- Siento mucho haberte contestado de esa manera Martha, no sabía que eras tú. Enseguida iré a prepararme para recibir a ese hombre que me quita el aliento de lo apuesto que es.

-Señorita Alice sabe que a su madre no le gusta que utilice la ironía, además muchas mujeres encuentran al señorito Steve muy atractivo sobre todo por su increíble inteligencia - Martha no pudo evitar sonreír al terminar de decir esa oración.

- Hahahaha, ay Martha cuánta razón tienes.- Claramente Steve no es un hombre al que Alice puede considerar inteligente, por desgracia va a tener que pasar otro rato de su vida con él.

Alice se preparó para recibir a Steve y en cuanto este apareció ante ella le dieron ganas de tirarse por un barranco. Hasta vistiendo ese era hombre era aburrido, todo en él lo era en realidad. Alice no podía entender como tenía a mujeres detrás de él, probablemente por su dinero. A ella en cambio no le importaba el dinero, si no amaba a la persona con la que iba a pasar el resto de su vida esta iba a ser infeliz.

- Hola mi querida Alice, hoy te tengo una sorpresa.- Steve estaba bastante akegre hoy, y todo por la gran idea que se le había ocurrido.

-Hola Steve, estoy intrigadísima, cuéntame.

- Bueno cielo, como te habrás dado cuenta siempre que nos vemos es en tu casa, asi que he decidido que hoy va a ser distinto. Te voy a llevar a mi casa y después iremos a donde tu quieras a pasar la tarde, ¿qué te parece ?

- ¿Puedo elegir yo el sitio al que ir después? - Alice se sorprendió de que Steve le permitiera elegir algo, ya que fue educado de manera que la mujer aceptaba todo lo que el hombre decidiera.

- Por supuesto Alice, entonces ¿nos vamos?

- Eh... supongo que sí, pero debería avisar a mi madre.

-Tranquila tu madre ya lo sabe. - Dijo Steve con una sonrisa y a continuación colocó la mano de Alice en su antebrazo y se subieron al coche rumbo a la casa de este.


How the Mad Hatter met AliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora