HUGO: En búsqueda de la biblioteca del Fin

El llamado a lo desconocido

¿Acaso se han preguntado porque el hombre es el ser que domina mas del 50% del mundo, si sabemos que antes de todo esto, éramos seres poco pensantes?¿Porque aprendemos tan rápido?¿De donde sacamos tantas cosas y porque las aplicamos a nuestra vida cotidiana?, sin embargo, para seguir progresando hay que hacer sacrificios.

Todo comienza en el año de 2012, en el grado duodécimo a la edad de 17 años, estaba ansioso porque ya quedaba seis meses para avanzar al nivel universitario, pues ya tenia definida mi carrera universitaria y mi vida, no obstante, fue difícil en esa época ya que mis padres estaban cortos económicamente.

Hasta que... Un día, en la clase de historia, el profesor empieza a hablarle a los estudiantes interesados en las carreras que involucran todo lo de historia, socialismo y otros ejes temáticos; que existe una carrera que habla sobre el mas allá de las cosas simples, ese estudio se centra en lo que la humanidad ha ocultado por siglos dejando charcos e inquietudes al hombre contemporáneo; al escuchar estas palabras, mi ambición por lo curioso despierta, creando preguntas lógicas como infantiles, así que me acerque al profesor siendo yo el único interesado por esta carrera ya que los demás se burlaban del profesor; Él, al mirarme, su expresión se lleno de esperanza, como un balde de agua pura, cristalina, pues se le veía en sus ojos la alegría por mi presencia.

-Señor Hugo, no sabia su fascinación ante esta carrera, ¿por que? indaga mi profesor.

-Pues... toda mi vida siempre me ha gustado lo curioso profesor, ademas su forma de explicar esta extraña carrera, me lleno de demasiadas preguntas; le respondo con ansiedad.

-Ya veo, después de clases podría localizarme en Grand Central Station, ¿le parece? planea el profesor.

-Si señor, no faltare, pero... ¿porqué en Grand Central Station? Pregunto confundido.

-Por ahora, no hay tiempo de hacer preguntas señor Hugo, estamos en clases y tiene que concentrarse en sus otras materias; me recalca el profesor; -Y señor Hugo, si no me encuentra o no me ve, llámeme a los 4 vientos como Abraham Geds.

-Si señor; respondo para finalizar la conversación, me retiro del escritorio del profesor y varios pensamientos me llegan a la mente, todos son acerca del por qué tengo que encontrarme con el profesor Abraham en Grand Central Station, ¿acaso es un engaño o una trampa? o ¿Sera plan para un secuestro?¿Qué estará ocultando? Aunque en este instante tenga miedo, correré el riesgo y lo que pase, que tenga que pasar.

Pasaron 5 horas después de la charla "extensa" con el profesor; estando en casa me puse a investigar carreras universitarias relacionadas a lo que el profesor nos había contado, el resultado no fue nada satisfactorio ya que el navegador no encontró resultados acerca de la carrera; los nervios y el miedo comenzaron a invadirme y sólo quedaba 5 minutos para partir hacia la estación, ¿Qué debería hacer? Ya me había comprometido con el profesor Abraham y no puedo dar marcha atrás, así que me puse mi maleta; Esta contenía $35 dólares, mi celular, un cuaderno, lapicero y un chicle de menta; y sigilosamente desde mi cuarto, por el corredor, por las escaleras y hasta el corredor de entrada, salí hasta la puerta de mi hogar; antes de ponerme en marcha lo pensé dos veces y mire todas las acciones que estoy ejecutando; ¿Que estoy haciendo?¿Por qué hago estas cosas? Ademas de correr el riesgo de que me ocurra algo, probablemente me gane un regaño y pierda la confianza de mis padres; pero lo desconocido me aclama a gritos y no lo puedo omitir, suspiro, miro al vacío mirando todas las cosas positivas que pueda pasar y empiezo mi travesía hacia la estación.

Desde ese instante, defino lo desconocido como una gran aventura.