Girls Like Girls (Rupphire Fanfic)

Prólogo

Narrador omnisciente:

Habían pasado ya algunos meses desde la muerte de su esposa, y su vida se había apagado completamente, tanto, como para dejar su empresa sin nadie a cargo, descuidar su dinero y sobre todo dejar aparte a sus dos pequeños hijos.

Félix, el mayor, un niño solitario, muy estudioso, serio pero sobre todo muy  sobre protector con su pequeña hermana menor, Zafiro, quien era una niña alegre, risueña, encantadora y soñadora, ella aún no entendía muy bien lo que le había pasado a su madre, ya que sólo le dijeron que se había ido a un lugar y no iba a volver, ella no entendió esto, ya que su inocencia aún era grande.

Ambos eran cuidados por la única criada que había en la mansión, que era ya sólo una pobre anciana que los amaba como si fueran sus hijos.

Ambos se cuidaban mutuamente, pero Félix había comprendido que si quería un buen futuro para él y su hermana, debía de dejar a un lado sus distracciones, ya que sabía que su padre ya no se preocuparía por ellos.

Un día, la felicidad que explotaba en Zafiro desapareció, una mala decisión arruinaría su vida para siempre, como cuando un ave se quiebra un ala, sólo cae y deja de volar.

Su padre había salido al bar, como lo hacía últimamente; llevaba ahi todo el día, se había ido desde las 10:00 de la mañana y regresó hasta en la noche, con una botella en su mano y sin nada de dinero, se habia gastado más de lo que se podría imaginar, el hombre ni podía mantenerse en pie, entró a la casa tambaleándose y con la mirada perdida.
Zafiro estaba coloreando en el suelo de la sala, había crayolas y colores regados por todo el piso, junto con varios dibujos que ya había hecho a lo largo del día. El hombre al ver esto perdió por completo el único control que tenía, la pequeña se acercó a él con su dibujo más reciente en las manos.

-¡Mira el dibujo que hice papi!- le dijo con entusiasmo.

La miró con odio al ver el dibujo, la inocente pero viva imagen de su madre, entonces fué cuando él explotó en ira, controlado por el alcohol.

- ¡¡¡TU TIENES LA CULPA!!!¡ERES LO PEOR QUE PUDO LLEGAR A ESTA CASA!!! DESEARÍA QUE NUNCA HUBIERAS NACIDO!!!!- gritó agarrando con bastante fuerza el brazo de la niña -¡¡¡DESEARÍA QUE NO FUERAS MI HIJA!!!-

Fue así como su siguiente acto fue golpear a su hija con todo lo que su fuerza le daba, la pequeña sólo gritaba y lloraba, sin poder hacer nada, sólo gritaba el nombre de su hermano.
Félix, al oír todos los gritos dejo sus libros al instante y bajó rápidamente, pero ya era tarde como para detener el tiempo, su padre alzó su brazo al aire, con su cinturón en la mano, fue así como la hebilla de plata cayó con tremenda fuerza sobre el ojo izquierdo de Zafiro, dejando caer el chorro de sangre y un grito que marcó el momento.