Ponte a pensar durante un segundo.
No, no pienses con ella.
Intenta pensar como la persona que tú eras antes.
Aquella persona feliz.
Respira hondo.
Muy hondo.
Intenta buscar en el fondo de tu corazón, aquellos momentos donde eras feliz.
Donde sonreías.
Donde reías.
Donde eras tu mismo.
Te extrañas, ¿cierto?
Sé que sientes cierto recelo, ya que en aquellos momentos no estabas forzandote a ser alguien que ahora es desconocido para ti.
Extrañas ser tú mismo, lo sé.
ESTÁS LEYENDO
La depresión, mi mejor amiga. (Editando)
ContoElla me destruye día a día, nunca me abandona. En las noches no duermo, ella mantiene mi mente ocupada. No me deja ser feliz, ella me quiere triste. Me quiere ver sufrir. Quiero que se vaya, pero se queda junto a mí. Querida depresión, déjame ser li...