No quiero abrir los ojos, temo saber donde me encuentro. ¿Por qué siempre pasa lo mismo?, lo único que puedo recordar es a Drew hablándome, y después todo es negro. Es inútil, trató de abrir los ojos pero estos se niegan, quiero volver a sentir ese vacío negro lleno de paz llamado sueño.
Necesito volver a hundir todos mis pensamientos en un profundo sueño. Estoy tan cansada que mis ojos se niegan a abrirse. Pero creo tener una idea de donde estoy, cuando el olor a alcohol llega a mis fosas nasales.
Oh, mierda. Creo que estoy en el hospital, suspiro.
Y cada vez mis ganas de "despertar" caen en picada, quiero pensar que esto es una pesadilla, quiero pensar que en cualquier momento abriré los ojos y me daré cuenta de que todo esto es falso.
Quiero. Una palabra sin significado.
Al igual que la esperanza, la verdad nunca entendí eso. Creo que una vez la tuve, pero esta murió al saber lo que el mundo oculta.
Suspiro una vez más y abro los ojos de golpe, llevo mi mano a la altura de mis ojos. Oh, joder, no recordaba la sensación horrible de tener la luz golpeando tu vista.
—Demonios, ah, ¿Hola?— quito la mano de mi rostro y parpadeo, a la vez que dejo mi mano recargada en mi muslo.
Me remuevo en la camilla. No volveré a "iniciar la búsqueda del tesoro en el hospital". Ahora la pregunta que siempre puede llegar a comerte hasta el último de tus pensamientos es:
"¿Cómo demonios llegué aquí?".
Esa es, y será siempre la incógnita.
Puedo sentir mis sienes palpitando. ¡Qué novedad!.
—Cállate, Mario— mascullo.
Miro hacia el techo, blanco. ¿Se supone que debería darme paz?, porque puedo sentir el nudo enorme de mi garganta. Es mejor el negro de paz, el que abarca la mayor parte de mi sueño, y el que oculta los secretos. La mayor parte del tiempo. Salen a la luz y se vuelve una verdadera mierda.
—¿Tienes otro mejor amigo?, agg, es inaceptable— me siento de golpe y miro hacia la esquina de la habitación donde está sentado Drew con la mano en su barbilla.
—Oh, Drew, que bueno que estás aquí. ¿Qué sucedió?, oh dios no. ¿Y mi mochila?— Drew se para y camina hasta la camilla donde estoy.
—Todo esta bien Mads, te desmayaste y te llevé a la enfermería de la escuela, pero... La enfermera te vio muy débil, y muy, muy delgada. Mads no duermes ni tampoco comes nada. ¿Por qué no me dijiste?. ¿Qué sucede, te ha mandado más mensajes?— agarra mi mano que estaba descansando en mi muslo.
—Ya no puedo dormir Drew, no es algo que yo decidí, mi mente y cuerpo es como si estuviera programado para dormir solo 4 horas y después atormentarme de interminables preguntas, y no he comido porque, realmente no me ha dado nada de hambre— me encojo de hombros. Drew suspira y me abraza.
—¿Cuánto dormí?— miro a los lados. —¿Dónde esta mi mochila Drew?
Mis ojos empiezan arder, y se que la locura empieza. ¿Por qué?, de un momento a otro tengo unas ganas inmensas de llorar, abrazo con fuerza a Drew. Agarro su camiseta y la hago un puño, mis sollozos se hacen más fuertes, y mi cuerpo se sacude con cada sollozo, Drew rompe el abrazo; pone sus manos en cada hombro y me obliga a mirarlo. Cierro los ojos.
—Hey, Mads. Linda mírame, vamos, abre los ojos— niego con la cabeza.
Las lágrimas se deslizan por mi mejilla, hasta llegar a la bata, y sabanas.
—Madison, mírame. Me harás llorar a mi también— suspiro, abro los ojos. Y ahí está viéndome con una cálida sonrisa.
—¿Qué pasa, preciosa?— las lágrimas salen con más fuerza.
—D-drew no puedo seguir con esto— ¿A qué te refieres con esto?— pregunta.
—No puedo seguir fingiendo que no sucede nada, no puedo caminar frente a mis padres todos los días y fingir que no lidiamos con un psicópata. No puedo caminar por los pasillos sin estar de pies a cabeza muerta de miedo. Estoy asustada, tu no tienes la culpa de lo que le paso a tu mamá, todo lo que ha pasado es mi culpa. Es porque eres mi amigo, tienes que alejarte de mi Drew, esa persona ha acabado con toda mi felicidad, y vida social.
Suspiro, de un manotazo me limpio las lágrimas, al instante salen más. Recargo mi cabeza en la almohada. Me abrazo a mi misma, no puedo dejar ir a mi mejor amigo, pero sería egoísta. Sabiendo todo lo que sucede si te acercas a mi.
—Madison, jamás te culpe, ni te culparía por lo que le sucedió a mi madre, te he dicho tantas veces que no fue culpa tuya, pensé que habías dejado de culparte. No dejare de ser tu amigo solo por un persona que claramente esta enferma. Siempre listos para la acción, ¿recuerdas?— sonrío, me limpio las lágrimas y vuelve a abrazarme.
—¿Seguro que está listo para la aventura, capitán?— Seguro— asiente.
—Ahora a patear culos, nadie hace llorar a la princesa Jones— me río.
—Téngalo por seguro capitán Grant
Tocan la puerta, giro mi cabeza y veo a Drew en la misma confusión que yo.
—Pueden ser tus padres, dijeron que vendrían en un rato— susurra.
—¿Quién es?— pregunto elevando la voz. —Soy yo— ruedo los ojos.
Drew se ríe por lo bajo. Luego se compone y señala algo debajo de la camilla, se pone de cuclillas, toma algo y lo deja en mis muslos. Mi mochila.
—¿Para que me das esto?, no pensarás que le dispare, ¿verdad?— digo mu bajo, y el niega.
—El taser— susurra, asiento.
—¿Puedo pasar?— preguntan detrás de la puerta.
—Un momento— digo. Saco el taser de la mochila y lo guardo debajo de la sabana, le doy la mochila a McAllen y la vuelve a esconder. Mi amigo camina hasta la puerta y la abre, revelando a la persona que esta detrás de ella. Nathan con una maceta de una orquídea muy hermosa.
Pasa y lo deja en la mesita a un lado de mi. Sonríe, hago lo mismo.

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Secretos Oscuros. [Libro #1]
Mystery / ThrillerUn asesinato. Una perdida. Una nueva familia. Una nueva ciudad. Un reencuentro. Un acosador. "Mantén los ojos abiertos... Pueden estar en todos lados". Todos los derechos reservados® /AVISO/: No me hago resp...