❀Capítulo IV❀

3K 356 92
                                    

¿Y esa flor?❞ Preguntó una voz chillona por detrás de su persona, mientras que una sonrisa adornaba su rostro.

   Nagisa se sobresaltó, la voz de Akari se había hecho presente.

¿Alguien le envió una flor a Nagisa-kun?❞ Preguntó una voz más grave que la de Akari. Sin dudas, Nagisa conocía muy bien aquella voz. ¿Acaso fue tu admiradora-anónima-chan la que te envió esa flor?❞. Se podía distinguir el tono juguetón mezclado con un tono de sorpresa.

¿H-Huh? ¡N-No, no es nada de e-eso!❞ Exclamó sonrojado hasta las orejas; ¡Sus amigos lo habían descubierto! Aunque, según Nagisa, Akari podía ser 'A'. Eso explicaría su sonrisa picarona, y la forma en la que miraba la flor en sus manos.Akari... ¿Por qué haces esto?❞ Un semblante triste se hizo presente en su bello rostro. Sentía pena por Akari; Nagisa sabía que jamás podría corresponder sus sentimientos. Aún así, ¿Por qué se empeñaba tanto en demostrar sus sentimientos?, ¿Acaso no se daba cuenta que, de alguna forma, lastimaba la relación de amistad que ellos mantenían? Discúlpame, Akari. No soy capaz de corresponder tus sentimientos.

Entonces, ¿Por qué estás tan rojo, Nagisa-kun?❞ Un escalofrío recorrió al susodicho en toda su extensión; ¿Qué excusa debería poner ahora? Se me ha ocurrido una idea.❞ Murmuró Karma por lo bajo. Nagisa le miró confundido.

Umm... No sé a qué te refieres, Karma-kun.❞ Mencionó Nagisa, a la vez que rascaba su sonrojada mejilla con su dedo índice.

Podría regalarle una a Manami❞ Volvió a murmurar. Ambos jóvenes, los cuales miraban a su amigo con confusión, se miraron entre sí, antes de volver a mirar al pelirrojo frente a ellos. Karma se percató de las miradas de sus amigos, y se sonrojó de forma imperceptible.Gracias, Nagisa. Tú y tu admiradora-anónima-chan me han dado una gran idea.❞ Sonrió. Sonrió en esa forma tan característica que tiene de sonreír. Le regalaré una flor a Manami-chan.❞ Se dio la vuelta, sin mirar a sus amigos, mientras levantaba su mano en forma de despedida, aún sin mirar hacia atrás.Bien. Es hora de irme.❞

P-Pero, Karma-kun, la campana ya ha tocado y no debemos...❞ Su voz se fue apagando a medida que la figura del susodicho se alejaba del lugar. Conociendo a Karma, eso era más que normal en él; siempre manteniendo esa imagen de chico malo, cuando es una muy buena persona... Por dentro, más que por afuera.

   Una sonrisa de melancolía con una pizca de tristeza surcó entre los labios del menor; de algún modo le dolía saber que, quizás, Karma jamás se dará cuenta de sus sentimientos. ¿Acaso no lo estoy haciendo bien?❞ Se preguntó a sí mismo, mientras podía sentir en lo mas profundo de su ser, como su corazón comenzaba a agrietarse por culpa de sus sentimientos que quizás... jamás serían correspondidos.

   Por otro lado, Akari miraba la escena, expectante de las reacciones de su amado.No es justo, Nagisa. Me gustaría que te dieras cuenta de que él no es lo único que existe.❞ La sonrisa de Nagisa debió haber sido contagiosa, puesto que Akari tenía una idéntica en sus labios, opacando todo brillo en ella, al igual que en el ojizarco. Ambas eran tan semejantes en lo que reflejaban sus sentimientos. Ambos se encontraban semejantes a los trozos de sus corazones.

✿✿✿

   A la hora de salida, los estudiantes se dirigían a la entrada principal, mientras que otros comenzarían los horarios de limpieza. Entre ellos, Nagisa Shiota se había quedado dormido en la última hora de Ciencias. Ciertamente, esa era su peor materia, por lo que el dios Morfeo aprovechó la más mínima oportunidad para tener al chico entre sus brazos, y llevarlo hasta el mundo de los sueños.

No puedo creer que terminé durmiendo en el medio de la clase.❞ Se recriminó en su mente. Se había sorprendido a la hora de darse cuenta que Akari y Karma intentaban despertarlo sin éxito alguno, hasta que un portazo terminó de romper toda barrera entre sus sueños, y su realidad.Me alegra saber que mis amigos me esperan en la entrada. Será mejor que me apure, no quiero hacerlos esperar.❞ Iba tan distraído y apurado mientras guardaba sus cosas, que no notó a los chicos que se encontraban en el salón, seguramente para poder organizar la limpieza de la clase.

   Los murmullos de los chicos callaron una vez notaron la presencia del menor.

¿Nagisa-kun?❞ Llamó una voz a sus espaldas, causándole un escalofrío.

¿Por qué últimamente todo el mundo se empeña en asustarme?❞ Nagisa se removió incómodo en su lugar. ¿M-Maehara-kun?❞ Su voz titubeó, y más al darse cuenta de que se acercó demasiado a su persona.

Creo que esto te pertenece.❞ Sus manos sostenían una hermosa rosa de color blanco, extendiéndola hasta Nagisa, quién le miró confundido.

¿C-Cómo la...?❞ Su voz se vio interrumpida a causa de un guiño en el ojo por parte del rubio fresa.

Estaba en el suelo.❞ Contestó rápidamente. Nagisa abrió sus ojos como platos, para luego morder su labio inferior mientras desviaba su mirada hacia el suelo; se sentía culpable. Supongo que te la han regalado, ¿No?❞ Nagisa asintió ante sus palabras. Cuídala. No es una flor que se regale todos los días.❞

   Maehara le dedicó una última sonrisa, para luego dirigirse junto a sus amigos, los cuales ya habían comenzado a limpiar el salón de clases.

   Nagisa se quedó mirando la flor por un buen tiempo. Negó con la cabeza y la sostuvo entre sus manos. Tomó sus cosas lo más rápido que su pequeño cuerpo le permitió, y se dirigió hacia la salida. Sin darse cuenta, chocó con alguien al salir; sin tomarlo en cuenta, retomó su rumbo. Sus amigos lo esperaban. Karma, apoyado en la pared más cercana de una forma perezosa, y a su lado, Akari desviaba su mirada a donde el pelirrojo no se encontrara. Nagisa sabía muy bien la razón, y jamás la culpó por ello. Después de todo, eso mismo le ocurría con Okuda.

   Entre risas y carcajadas en el camino hacia casa, Nagisa mantuvo la flor entre sus pequeñas y delicadas manos. Nadie mencionó nada al respecto, pero Akari mantuvo una sonrisa en su rostro durante todo el viaje.

  Una vez dentro de su destino, suspiró de forma pesada. Por suerte, su madre no se encontraba cerca, y pudo desviarse hasta su habitación, no sin antes poner esa bella flor donde correspondía; el resto de lo que quedaba del día, se la había pasado admirando esa rosa de color blanquecino, sin embargo... Él deseaba que esa flor fuera un regalo por parte de Karma.

❀❀❀

Gracias por Leer

¡Gracias por todos los votos y los comentarios!

  ►Editado, f.◄  

《Déjate Querer Por Mi》 [Yaoi/gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora