Seven sins [jikook]

7. Un día con Yoongi y Hoseok

– ¡AHHHHH! –grité al despertar.

Mi cuello estaba como con una parálisis, me dolía del día anterior, probablemente por el golpe; pero, además me di cuenta de que estaba durmiendo con el brazo en medio. Simplemente genial.

Escuché golpes en la pared de Eunwoo, tome mi celular sabiendo que me hablaría.

¿Estás bien?

Torticolis

Mala noche?

Mala noche y día de ayer.

¿Qué pasó?

Me han tirado una pelota en la cabeza y no sé cómo sigue pegada a mi cuello.

¿Y qué hiciste?

Namjoon les dio una paliza, me dio un poco de miedo.

Te dije que no te podías fiar de ellos.

Fue grandioso, me alegra que les haya dado, ahora me gustaría que sintieran como es tener el cuello así....

No digas eso

No es taaaan en serio.

Está bien.

Que tenemos ahora?

Lengua

Mi día no podría ir mejor.
Dije sarcástico.

Dejé el celular a un lado y suspiré.

Me arreglé lo más rápido que pude para poder ir a clases y cuando ya me había duchado y vestido salí de la habitación y me encontré con Jimin saliendo de la suya.

– Así que estás vivo. –me miró con su cabeza ladeada.

– ¿Cómo?

– Te escuche gritar esta mañana.

– Ah, sí, bueno...-

– ¿No estabas haciendo algo sucio o sí? –preguntó elevando sus cejas.

– ¡¿Qué?!

– Supongo que no. –se encogió de hombros.

Rodee mis ojos y comencé a caminar decidido a dejarlo atrás y evitar sus preguntas que me ponían nervioso, de partida porque me preguntaba algo íntimo y además porque ya lo había visto desnudo más de una vez y no es bueno que pregunte esas cosas sin que yo me imagine su físico... Mierda.

– Entonces, ¿Por qué gritabas? –preguntó cuando me alcanzó y caminó a mi lado.

– Mi cuello. –respondí y apunté con mi dedo índice.

– Ah, vaya ¿Te han dado duro?

– Bastante. –suspiré y escuché una risita salir de sus labios. – ¿Cuál es la gracia?

– Qué inocente eres. –dijo riéndose, su risa era como un niño pequeño creyendo en la magia. Costaba creer que, de un cuerpo tan intimidante en el ámbito sexual, pudiera salir una risa tan tierna.

Tardé un minuto en comprender a lo que se refería, claro que a mí no me han "dado duro", ¿Sería muy terrible si todos a mi alrededor supieran que soy virgen? Comencé a caminar más rápido.

– Tranquilo, no vas a una maratón, solo a clases. –dijo sin apurarse.

– No quiero llegar tarde. –dije nervioso.

– No pasara nada malo. –aseguró, sólo será una mirada que te evaluara sobre si te quedaste dormido, estudiando o pasándola bien, cosa que según tu es la primera.