Capítulo 4 "La rutina no alivia el dolor"

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Pues si, lo se. Han pasado 84 años desde la última actualización XD. PERO HE VUELTO. ¡ALELUYA!
No me maten por favor.
Acabo de volver. Y veo algunos comentarios de gente que de verdad espera que siga. Aun cuando ha pasado demasiado tiempo. PERO NO SE PREOCUPEN. He vuelto para quedarme, y esta vez, no seré un perra que publica un cap por año.
De verdad me llega a mi corazón él hecho de que sigan apoyando este proyecto, muchos besotes para todos.
Son verdaderamente especiales para mi.
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Paso una semana entera en la que Scott no le vio ni el pelo a Derek.

No es que le sorprendiera demasiado, él mismo no había tenido la suficientes ganas de ver la luz del sol durante los últimos días. Pero empezaba a preocuparse, después de todo, eran una manada, y Scott, como alfa, tenia él deber de estar atento a sus betas, a pesar de que últimamente solo estaba preocupado de no ahogarse en mocos y lágrimas.
Así que, ocho días después del funeral de Stiles, decidió visitar él loft, para cerciorarse de que, al menos, Derek no había decidido matarse.

Mientras manejaba él destartalado y viejo auto de su madre, Scott comenzó a formular una ligera planificación que le permitiera estar con Derek de una manera en la que no se la hiciera incómoda y dolorosa. Porque, a pesar de que en algún momento se había opuesto, En los ojos de Derek podía ver a Stiles, seguía ahí.

Y dolía tanto como lo aliviaba.

Él edificio de ladrillo y cemento se erguía frente a el, iluminado de forma brillante por la luz del sol matutino. A pesar de que en él exterior él aire era caliente y húmedo, dentro se sentía cómodamente fresco.
Scott trepo las escaleras con eficiente rapidez, y acabo frente al loft mucho antes de lo que estaba preparado.

La puerta estaba entreabierta y, tomándolo como una silenciosa invitación, la abrió con rapidez para pasar al interior.

A Scott él loft siempre le había parecido algo muerto. Era demasiado, demasiado espacioso, demasiado... falto de vida. Sin embargo, después de que Stiles comenzara a frecuentarlo a diario, hubieron pequeños cambios que lo hacían lucir mucho mas acogedor. Como por ejemplo él hecho de que había una pequeña television instalada en una mesa ratona en un rincón de la estancia, con algunas películas desparramadas sobre ella. O él hecho de que, como Stiles era un friolento de primera, Derek siempre tuviera una manta gruesa sobre él raído sofá en caso de que su novio necesitara abrigo.

Eran detalles, pero que aun así marcaban una gran diferencia.

Avanzó con lentitud por él lugar, como temiendo que en cualquier momento un animal salvaje le saltara encima y lo hiciera pedazos. Pero lo que se encontró fue algo mas impactante y triste.

Derek estaba sentado sobre la gran cama tamaño king, con sus grandes brazos apoyados de forma pesada en sus rodillas mientras observaba él suelo de concreto con una fijeza perturbadora.

From Spark to FlameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora