Mi Mundo Preferido

La era del comienzo.

En una atardecer cualquiera así como en una semi-colina como otras, se encuentra un joven, descansando, mirando el atardecer pensado, como siempre lo ha hecho.

¿? -Ah... como amo estas brisas suaves que el viento tira en vez en cuando. *Sonríe de satisfacción*

Alguien se acerca donde él está.

¿? - ¡Eh! ¿Por qué siempre te gusta alejarte y ver cómo el sol se apaga, Selef?

Selef - ¿Eso tiene algo de malo, Ride?

Ride - Ah.. no.. pero *sigue hablando retóricamente*.

Selef - (Extraño, esto ya lo vi una vez, sí, cuando éramos pequeños, él se me acercó ha hablar de primero en un lugar como este).

*Recordando*

Ride - Hola, ¿qué tal niño? ¿Qué haces aquí solo observando como idiota el cielo?

Selef - *Un poco tímido* Ah, no.. ¿tiene algo de malo?

Ride - * Riendo* ¡Para nada! Es solo que.. jeje.. ¿quieres ser mi amigo? Es duro estar solo, ¿sabes?

Selef - Ah.. claro, no hay problema, yo también no tengo, me llamo Selef, mucho gusto.

Ride - ¡Oh! Me llamo Ride, ¡mucho gusto! *ríe estúpidamente*.

(Ahora que recuerdo él ha sido mi único amigo, desde entonces nos ayudamos el uno al otro, él ha sido mi único y mejor amigo) *Ríe*

Ride - ¿De qué te ríes?
Selef - Nada, vámonos ya a casa.
Ride - ¿Llamas casa a esa pocilga?

Selef - Para empezar, no llames el lugar así, hemos crecido ahí, es nuestro hogar.

Ride - Sí.. pero no olvides que es un orfanato.

Selef - Eh, pero con los que están ahí, son nuestra familia, la situación en el reino no andan bien, no pueden adoptar a los pequeños.

Ride - ¿Y nosotros?

Selef - Para nosotros ya es tarde. (Sí, vivimos en un orfanato, aquí vine desde pequeño, aquí conocí a Ride, aquí crecimos, curiosamente, no me siento arraigado a nadie, no sé por qué). Ya vámonos, Ride, se está tornando oscuro, ya sabes que no es bueno andar de noche por los "anímales".

Ride - Sí, ya lo sé... *suspira*.

Ambos llegan al orfanato... Todos están normal, cenando, riendo, como es costumbre.

Abuelo - Hola, Selef y Ride, ¿por qué tan tarde? ¿Irán a comer?

Ride - ¡Oh, sí!
Selef - No, está bien, por ahora, iré a dormir. *Se va a su cuarto*.

Abuelo - ¿Seguro? Te hará falta...

Selef - Sí, lo sé. *Entra a su habitación y se acuesta en su cama, luego se da cuenta de algo*. Esperen... ¿por qué el abuelo me dijo... "te hará falta"? *nota que no hay nada de ruido ni risas* ¿qué? ¿Ya rápido se durmieron todos? *se levanta y abre la puerta, ve todo oscuro y como un destello, ve un parpadeo de luz reflejada por la luna, algo frío y agudo se incrusta en su abdomen, sangre sale por su boca*.