Carta.

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Esta es la tercera vez que me dirijo hacia ti y la verdad pensar que te escribo esta carta y que nunca te enteraras siquiera de eso, me motiva a seguir escribiendo de una forma más constante aquí.
Además de que siempre que te escriba una carta tratare de que sea, en su mayoría, dirigida hacia ti y vale, intentaré no mandar tanto odio a tu Pocahontas.

Aunque quiero que hoy sea la excepción, quiero creer que estoy hablando contigo, con el mismo hombre a quien le confié todas mis cosas y temores, por lo que haré lo mismo contigo, con la excepción (si, otra excepción) de que ahora te hablaré por un tema que jamás te mencione, porque en ese tiempo tú eras el chico que me gustaba, ahora estoy en una relación de casi un año, una relación casi perfecta.
Casi.
Quiero hablarte de eso con la esperanza de que me des un consejo, el cual obviamente nunca me darás porque nunca leerás esto.
Pero he logrado ver qué llevas bastante tiempo con tu Pocahontas y eso me demuestra que tienes la clave de la estabilidad en una relación formal, no como yo con mi novio.
El problema es este.
Peleamos siempre, casi sin excepciones, y si, sé que aveces las peleas son más que comunes en las relaciones de pareja, pero créeme que si fuese por esa clase de peleas, no vendría a contarte todo este embrollo.
Creo que él piensa ser mi dueño, mi dominante y eso en una relación nunca termina bien.
Cuando no le respondo enloquece en todas las formas posibles y empieza a insinuar que estoy con otro, cuando le cuento lo que me encontraba haciendo y la razón por la que no le respondí con el tiempo debido, se enfurece aún más diciendo que miento y que me encuentro con alguien más.
Lo que es mentira.
Porque vale, tú me conociste siendo una persona bastante floja en sus estudios, pero si nuestra amistad hubiese durado más, te hubieses dado cuenta que me he esforzado en mis estudios estos dos años y he logrado ser una de las mejores, de forma que llegó a dar clases particulares.
Pero no nos perdamos del tema principal.
También no me deja hacer nada, sé que no corresponde que una joven fume, tome o se drogue, pero el punto es que yo no lo hago de una forma dañina.
En el cumpleaños de una amiga me tome un vaso de bebida con un poco de Mistral ice y se enfureció, a pesar de que el supiera que eso no era una fiesta, era un simple cumpleaños que no involucraba a más de 10 personas.
Después fue un intento de fiesta de una amiga, donde solo llegaron un par de chicos y claro, nuestro grupo de amigas de 4.    Para esa vez no me excedí con más de una lata de cerveza, que además tome de forma moderada y con bebida mezclada y un cigarro compartido.
Eso no es malo ¿o sí?
El punto es que después, cuando llegue a mi casa a una hora que era bastante prudente para ser una fiesta, comparada con las salidas que tenía el con sus amigos.    Me tachó de una chica alcohólica y drogadicta, siendo que quien fume con cierta frecuencia mariguana es claramente el, yo ni probado he hecho.
La verdad es que en este punto ya no se qué hacer con el, no sé qué hacer con nosotros.
Aunque sé que si terminamos no me afectaría, no es la primera vez que lo hacemos...

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