[Vampire Knight] Bloody Love {ZERO X YUUKI}

Confesión De "Hermanos"

Yuuki estaba haciendo guardia, como cada noche. Ella ya sabía que Zero era un vampiro, pero no acababa de hacerse a la idea. Llevaban viviendo juntos desde niños, y nunca se había dado cuenta... Hasta que él la mordió. Pensaba en Zero todo el rato, no se podía concentrar, y por eso no vió que dos chicas de la clase diurna estaban fuera en el patio. Ellas se estaban adentrando en dormitorio masculino de la clase nocturna, riendo sonoramente. Yuuki no se dió cuenta hasta que una de ellas empezó a gritar. Levantó la vista y la vió. Maria Kurenai estaba cogiendole el brazo y acercándose a su cuello. De un salto, Yuuki se acercó a ellas.

–Kurenai-san, no debería estar fuera a esta hora. Lo mismo digo de vosotras, chicas. Venga, entrad todas de nuevo a vuestros respectivos dormitorios.

–¡Jooo!–replicó una de ellas– yo quería ver a Kaname-Senpai...
Maria miraba a Yuuki con una mirada divertida, pensó ella. Se acercó e hizo que le soltara el brazo a la chica.

–Pues lo siento, pero no vas a poder ver a Kaname-Senpa...
Alguien se acercó por detrás y le tocó el hombro a Yuuki.

–Yuuki. ¿Me llamabas? Sabes que siempre voy a estar aquí cuando me necesites–Dijo Kuran Kaname.

–Esto,yo...–Yuuki estaba nerviosa. Se notaba a leguas que estaba nerviosa.– C-creo que todos deberíais volver a los dormitorios, como dije antes. Venga, chicas, yo os acompaño si queréis.

–¡No! No nos iremos hasta que podamos estar a solas con Kaname-Senpai. Kaname... ¡Eres perfecto! ¡Estoy enamorada de ti!– dijo la chica a la que Kurenai-san le había cogido anteriormente del brazo. La otra la empujó y le gritó que ella debería haberse confesado primero. Empezaron a pelear. Yuuki no sabía que hacer. Era peligroso. Si seguían así, alguien podría resultar herido, y llamaría demasiado la atención de los vampiros. Una de las dos se cayó y se lastimó el hombro. Maria se relamió bruscamente los labios. Se iba a avalanzar sobre ella cuando...

Zero apareció y de un movimiento se llevó a la chica cogida en brazos. Yuuki exaló el aire que había estado reteniendo durante tanto tiempo. Se giró hacia las chicas, que no parecían haber notado nada sobre Kurenai-san.

–Os tenéis que ir. Ahora. O si no os reportaremos al director y os castigará.– Al ver que ninguna se movía, gritó –¡FUERA!
Las estudiantes salieron corriendo, asusutadas en dirección a los dormitorios. Instintivamente, Zero se giró hacia Yuuki y la examinó con la mirada. Ella sabía que la miraba por si estaba herida, y se alegró de ello.

–Kurenai, deberías volver al dormitorio. Ya hablaremos de lo ocurrido. Siento las molestias, Yuuki.– la voz de Kaname-Senpai era dulce, se dijo Yuuki. Se sentía atraída hacia él, pero no sabía exactamente en que sentido...

–¡N-no es molestia alguna! Es nuestro trabajo, somos guardianes.
Kaname asintió, cogió a Kurenai-san por el brazo y se fue.

–No deberías haber saltado desde tan alto. Te podrías haber herido. Y eso habría sido un problema–dijo Zero.–La próxima vez avísame.–Se dió la vuelta y se dispuso a marcharse. Yuuki le cogió la mano.

–Zero, siento causarte siempre tantos problemas. Sé que soy una molestia para ti, pero quiero que sepas que yo estoy aquí para tí. Sabes que puedes... Beber mi sangre siempre que la necesites. Y puedes confiar en mí.
Zero no habló. Sólo se giró y atrajo a Yukki hacia su cuerpo. Estaba caliente, y su corazón latía deprisa.

–Yuuki , yo... Siento que te estoy usando. No es justo lo que te estoy haciendo... Y aún así no te enfadas. Estás dispuesta a hacerlo. Por mí... ¿Por qué?

–Eso es evidente. Eres mi hermano. Y siempre lo serás. Y quiero ayudarte todo lo que pueda.

–Así que hermano eh...–dijo él con un toque de lo que Yuuki había pensado que era tristeza.– Me quieres como a un hermano... ¿Verdad?

–Pues claro que si. ¿De que otra manera te podría querer?–antes de que Zero respondiera, ya le había clavado los colmillos y estaba bebiendo su sangre. No era una sensación agradable, se dijo Yuuki , pero si todo eso era por Zero... Sin embargo, esta vez lo notaba diferente. No era igual de agresivo que la mayor parte de las veces, ni igual de delicado que el resto del tiempo. Era... Distinto. Lo hacía con cuidado, pero no el mismo cuidado de siempre. Era como si... ¿La deseara? No, eso no podía ser. Era su hermano... Aunque no de sangre. Yuuki alzó su cabeza un poco para poder mirarle a los ojos. Estaban rojos, como siempre que se alimentaba de ella. Pero había un negro muy intenso en el centro.

–Z-zero... Para... Ya... No tengo fuerzas...– Al segundo, paró. Yuuki se sorprendió. Normalmente no era capaz de parar tan rápido. Definitivamente algo había cambiado en el. Sus ojos se volvieron de su color morado grisáceo de siempre mientras se limpiaba la sangre con la manga y sus incisivos se escondían. Con la mirada preocupada, miro a Yuuki.

–¿Estás bien? Lo he hecho sin pensar. Yuuki, yo...

–No tiene importancia, en serio. Si es por tí haré lo que sea.– su mirada se volvió esperanzada. Nunca le había visto cambiar de expresión tan rápidamente.

–¿Lo que sea?– preguntó con un tono algo más animado en su voz. Yuuki asintió. Al segundo, estaban en el suelo, con Zero encima suya. – Yuuki... Yo sé que tú amas a Kaname. Veo como le miras todos los días y... Eso me pone de los nervios. Tenía que decírtelo, maldita sea. Te quiero, Yuuki. Estoy enamorado de tí. Desde que vi lo frágil que eras, tuve el impulso de protegerte. Eso no ha cambiado, ni aunque ya no seas débil. Eres incluso más fuerte que yo, pero siempre te quise proteger. Ahora eres tú la que me protege a mi... Y no puedo soportarlo. Me siento culpable por todo lo que te he hecho, y si, estoy seguro de que no sientes lo mismo por mí. Por eso mismo te lo digo. Ya no te molestaré más con éste tema. M-me voy...– dijo y se apartó de ella. Zero, su hermano. El que nunca en su vida había tartamudeado. El que siempre le cerraba su corazón... Ahora se lo había abierto completamente. Mientras Zero se alejaba, Yuuki se levantó sin pensar y le abrazó por la espalda.

–Zero... Siento lo mismo. Siempre he pensado que eras tú el que me apartaba. Siempre. Te quiero, no sólo como hermano. Kaname... Sí, él es importante para mí, pero no de ese modo. Estoy agradecida con él. Me salvó la vida, Zero.–Al ver que éste no respondía, dijo– Zero. Bésame.