Las clases han sido infernales. Pero al fin, estoy volviendo a casa.
El clima sigue siendo fresco y las hojas de los arboles bailan al ritmo de la brisa. Me duele todo el cuerpo por la pelea de esta mañana, y creo que tendré varios hematomas en mi rostro, en mis brazos y piernas.
Tardo alrededor de media hora en llegar a casa. Estoy exhausta.
Abro la puerta y siento que el alma se me cae a los pies. Justo lo que menos esperaba.
-Buenas tardes, Yoselyn -me sonríe Victoria.
Esta mujer no se conforma con intentar fastidiar mi vida, sino que también intenta fastidiar mi muerte. La odio.
Le regalo una sonrisa cínica y me voy directo a mi habitación. Sin embargo, ella se atreve a seguirme los pasos.
-Puedo pasar? -pregunta con mucha calma.
Pongo los ojos en blanco.
-No tengo otra opción -respondo mientras me encojo de hombros.
Me aparto de la puerta dejándola pasar.
Hoy está más guapa de lo habitual. Lleva su cabello oscuro sujetado en un moño y sus lentes hacen que sus ojos resalten aún más. Tiene una camisa blanca y un pantalón negro muy bonito. Es realmente guapa, pero eso no hace que olvide sus intenciones con papá.
Paso después de ella y me limito a cruzar las piernas sobre mi cama. Ella toma asiento en la silla de alado, como es habitual.
-Creo que tenemos cosas pendientes -dice ella.
Me encojo de hombros y actúo como si no me importaran sus palabras.
-Solo has que termine rápido. Debo salir a la noche, y debería empezar a prepararme en breve -le informo con indiferencia.
-Vas a salir? -pregunta sorprendida -Con un chico?
Asiento y se le ilumina el rostro.
-Eso es genial! -exclama. -Es un gran avance. Comenzar a salir con amigos, buscar nuevos horizontes...
-Terminaste? -la interrumpo -Debo hacer muchas cosas.
Ella agacha la mirada y frunce el ceño como si la hubiese golpeado muy fuerte. Parece realmente dolida, y siendo sincera, mi intención nunca fue lastimarla. Solo quería que se aleje.
-Lo siento -susurro tratando de que no me oiga.
Sin embargo, levanta rápidamente la cabeza y se le vuelven a iluminar los ojos.
-Tranquila, no importa. -me sonríe -De hecho. ya fueron bastantes avances por hoy. No tengo porque seguir permaneciendo aquí, a no ser que tú lo quieras... -me insinúa cautelosa.
Niego con la cabeza y espero que se marche. Y así lo hace.
Cuando por fin estoy sola en mi habitación, saco dos sábanas de mi cajón y las amarro juntas, luego la sujeto por la cama, lo más fuerte que puedo.
Tiro un extremo de la sábana por la ventana, me pongo una sudadera negra y sin más preámbulos, trepo en las sábanas, y bajo lentamente.
Una vez abajo, tomo aire y corro hacia el bosque.
El atardecer se asoma entre las nubes y baña mi alrededor con esa tenue luz naranja. Inundando los recuerdos de mi infancia, cuando papá, mamá y yo nos sentábamos en el jardín para observar el atardecer que iluminaba cada centímetro del cielo y nos sacaba una sonrisa que deslumbraba a cualquiera.
Sigo corriendo en el bosque, disfrutando del naranja de las hojas. No descanso hasta ver mi roca, y lanzarme por ella.
Mi bosque está más bonito que nunca, reluciente por el sol y lleno de vida con las pequeñas mariposas que recorren el lugar.
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MI BOSQUE
ChickLit¿Quién soy? Mi nombre es Yoselyn Smith, he pasado mi decimosexto cumpleaños y vivo en California junto con mi papá, Jeremy Smith. Hace tres meses perdí a mi mamá en un accidente automovilístico. Aún no supero el hecho de su partida y realmente n...