Estoy atrapada en este cuerpo banal, rodeada de una sociedad superficial y miserable.
Oigo mi propia respiración, dañándome los pulmones con cada inhalación. Me duele respirar; me duele vivir.
Mi corazón se ha atrofiado de amargura, y mi alma... ha muerto en vida.
Me acerco a una ráfaga de luz, que alumbra todo el lugar, sin embargo, la oscuridad me cubre a mí.
Escucho las manecillas del reloj moverse y siento una fría brisa en mi interior. La brisa va aumentando de intensidad hasta que se convierte en un huracán, y arrasa con todo lo que llevo en mi interior, dejándome solo con este infernal dolor.
Siento mil navajas atravesar mi alma y mi pecho se contrae con dolor.
Las flores se marchitan, las aves son cazadas y el reluciente día se convierte en mi oscuridad eterna.
Tengo pasos silenciosos en este cuarto blanco. Camino hacia la puerta y cuando la agarro, se hace añicos al instante. Qué hay detrás de esa puerta?
Oscuridad pura.
Doy cautelosos pasos hacia atrás y con solo un movimiento descuidado, tropiezo con mis propios pies y caigo de espalda. La oscuridad se destiñe entre las blancas paredes y bañan de voces y recuerdos, mi mente.
Veo a papá, gritándole a mamá, luego gritarme a mí por algún error que cometí. Veo a Will abrazarme y voltear la mirada para reírse con sus amigos; lo veo besándome con intensidad; sonreírme abiertamente; sostener mi mano entre la gente; lo veo subiéndome en una habitación; susurrando que me ama; besando y manoseando mi cuerpo. Me veo a mí misma exigiéndole que se detenga; lo veo a él propinándome una bofetada; obligándome a beber una sustancia desconocida; sacándome la ropa y observándome con lujuria. Lo veo a él... dándome un puñetazo, sin piedad, ni remordimiento.
Los recuerdos me agobian y siento que mis pulmones se atrofian por la presión. Cada vez me es más difícil respirar y la oscuridad intenta invadir mis blancas paredes; intenta carcomer mi frío cuerpo, y ante tanta presión, me acurruco en una esquina.
<Los hombres son malos> ataca una voz, seguida de otra y otra...
Las voces repiten esa misma frase una y otra vez. Sin poder soportarlo más, llevo ambas manos a mis orejas.
-Ellos son malos -afirmo.
La oscuridad llega a mis pies, y poco a poco, escala mis pies.
Soy carcomida por la oscuridad. Mi propia oscuridad.
Abro los ojos rápidamente, estoy desorientada, y muy aturdida. Estoy sudando de forma exagerada y las manos me tiemblan.
Me centro en el lugar en el que estoy. Me resulta conocido. Es la casa de Jaden.
Las sábanas son muy acogedoras.
<Sábanas. Will. Impotencia.> me recuerda una voz en mi cabeza.
Inmediatamente se me revuelve el estómago. Miro hacia la derecha y me sorprendo al ver a Jaden sentado en una silla, muy cerca de la cama, muy cerca de mí.
<Los hombres son malos> espeta mi mente.
Asiento, y el estómago se me revuelve nuevamente, pero esta vez siento la bilis subir por mi garganta. Me levanto de un brinco, corro hacia la puerta y la abro, sin embargo, con la prisa que llevo, me estrello contra el umbral de la puerta, y eso es más que suficiente para que Jaden se sobresalte.
-Yoselyn -susurra.
Me da escalofrío. Y por tercera vez consecutiva, mi estómago se revuelve.
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MI BOSQUE
ChickLit¿Quién soy? Mi nombre es Yoselyn Smith, he pasado mi decimosexto cumpleaños y vivo en California junto con mi papá, Jeremy Smith. Hace tres meses perdí a mi mamá en un accidente automovilístico. Aún no supero el hecho de su partida y realmente n...