Capítulo 1

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-Porqué tuviste que ser tan grosero padre?.-le reproché.-Ese muchacho no hizo nada más que preguntar cuál era mi nombre, eso no tiene nada de malo.

-Acaso ese idiota sabe quién eres tú y quién es tu padre?La próxima vez que un "muchacho" se acerque a ti por favor dile que corre el riesgo de perder su trabajo.

-Pero padre...

-Suficiente Elizabeth, no quiero que vuelvas a dirigirle la palabra a nadie, los Taylor no somos gente humilde y amable, prefiero volverme viejo antes que tener que convivir con esa escoria a la que le llaman gente si es que pueden ser considerados como tal.

Quería decirle un millón de cosas a mi padre, decirle que esa "escoria" de gente eran mucho mejores  personas  que él mismo.

<<Al diablo con tu maldito dinero y tu fortuna de mierda, no compras el afecto ni el respeto de las demás personas, y si ganas respeto, será solamente el de las personas que como tú, tienen el alma de piedra.>>-pensaba yo.

Bajamos de la carrosa y en ese instante, mi ira llegó al límite. Sin embargo no podía decir nada al respecto. Odiaba tener que ocultar lo que me parecía incorrecto.

El chofer bajó de su asiento para poder abrir la puerta trasera de la carrosa.

-En cuanto la Señorita Elizabeth haya bajado de la carrosa, te largas Démian. No quiero que me moleste nadie por el resto de la noche.

-Por supuesto señor.-le contestó el chofer a mi padre y seguido de que éste  bajo de la carrosa, Démian extendió su mano hacia mi para ayudarme a bajar.

-Lamento tanto los insultos de mi padre, Démian.-Le sonreí al chico.

-No se preocupe, señorita, no es molestia.-dijo éste devolviendome la sonrisa.

-Largo, Démian.-dijo mi padre en tono grosero.

-Si señor.-el chico me miró una última vez para luego marcharse.

En cuanto entramos a la gran mansión, la mujer que me dió la vida me recibió con los brazos abiertos.

-Mi cielo, se bienvenida.-Me dijo dándome un suave beso en la frente.

-Buenas noches madre, gracias por recibirme tan amablemente.-besé su mano.

Esa mujer, Jessica, mi madre, era una dama increíblemente hermosa, con un porte tan glorioso y refinado, papá era muy afortunado al tenerla como esposa, sin embargo, era una pena que él no lo viera de esa manera.

Mamá nos acompañó hasta el comedor para poder degustar de la deliciosa cena.

-La cena está servida.-anunció mi madre y agitó una pequeña campanita para que la cocinera trajera los alimentos.

Susan, mi niñera y mejor cocinera del país (o por lo menos eso pensaba yo) entró con una bandeja de plata pura en donde se encontraba la cena.

Un delicioso olor salía de ésta.

-Dios, Susan, que huele tan bien?.-pregunté.

-Codorníz horneada a las finas hierbas.-sonrió.

-Dios, huele a gloria!

-Silencio en la mesa, estamos cenando.-dijo mi padre.

-Lo siento.-dije y le dí un bocado a la comida.

Terminamos de cenar y mi madre trajo un recipiente humeante. Desprendía un olor dulce.

-Como hacia tiempo que no cocinaba mi famoso pay de manzana, hoy decidí hornearlo para festejar a la futura esposa de un descendiente de los Porter.-dijo mamá muy emocionada.

-Hablas de Victoria?.-pregunté emocionada al igual que ella.-ésta aquí?

De pronto, mi querida hermana apareció detrás de mi madre, radiante de felicidad y mostrando su anillo de compromiso.

-Me extrañaste, hermana?.-preguntó sonriendo y yo salté de la mesa para correr a abrazarla.

-Victoria!.-la apreté contra mi.- es un gusto volver a verte, no te he visto en meses...

-4 para ser exactos.- rió .-y que te parece? Brillante no?.-me mostró su sortija.

-Es hermoso!.- exclamé y volví a estrecharla.

-Elizabeth!.- gritó mi padre.

-Eh?...

-Te casaras con Matthew Porter dentro de 1 mes.

Todos en la habitación, incluida Susan, miramos boquiabiertas a mi padre que solo tenía una expresión seria tras decir lo que dijo hace tan solo unos segundos.

No podía ser posible lo que había dicho, no podía casarme con Matthew Porter, el cuñado de Victoria. Mi vida laboral acabaría si yo me comprometía con alguien a tan temprana edad, tan solo tenía 18 años. Y mi vida apenas comenzaba, yo sería la siguiente heredera y primera mujer en dirigir un barco y a una tripulación completa en la historia de la familia y de América.

Mi cuerpo se paralizó y mi mente quedó en estado de Shock, de pronto, todo comenzó a hacerse borroso y mi mente se nubló. No recordé que sucedió después, sólo escuché unas voces alrededor de mi intentando que yo reaccionará.

Hola chicos!
Espero estén disfrutando de la historia; por favor no se olviden de escribir comentarios y díganme si desean que continúe escribiendo. 😄

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