EPL en 100 palabras 2016 - Concurso de microcuentos
4º Medio
Efectos visuales de lo cotidiano
Las luces artificiales me despojan de la poca visión que tengo, no puedo fingir estar ciego; debo seguir caminando.
Llegando a oscuras escucho murmullos, entre la bruma y con una broma de entrada se saludan las jóvenes almas.
Toca entrar a clases y necesito despabilar, dejar los pensamientos de lado y mirar adelante, trato de aprender, me abrazo al silencio, dejo sin habla mi alma.
Durante el ocaso muere parte de mi espíritu, aquel que me motiva a seguir vivo, la esencia de mi ser.
Cada día es igual, y mis ojos me permiten confirmarlo, lo visual de lo cotidiano.
Cristian Lorca Cavieres 4°E
Raíces Fuera
Empieza la lluvia, despierto, siento la brisa y lamento no poder moverme más que por ésta. Pongo atención, escucho a estos...seres, no entiendo, ¿qué dicen? , me apuntan, rompen mi piel y ríen, me duele, pero es la costumbre, ya no siento incluso el tiempo, solo existo y de alguna manera, vivo sin estarlo, pienso sin hacerlo y lo hago, sin quererlo. Se atenúa la oscuridad, siento el agua, empieza el día, despierto.
Horacio González 4ºE
Cuento Alterno
Aún recuerdo mi llegada, el frío hostil de una mañana desconocida, sin conocer más que el aire que exhalaba y la nostalgia que parte ya era de mí, sentí la picadura de la curiosidad, aunque no supe expresarme, debo confesarlo. Sin embargo lo desconocido, no suele ser más que un comienzo fresco, así que ordené las letras (no recordaba muy bien cómo iba la palabra que a tantos, no solo yo les cuesta un mundo decir), me parecía una verdadera jerigonza, tomé un poco de valor y lo hice: ¡Hola!
Horacio González 4ºE
Corazón desecho
Le conté todo, desde lo que quería escuchar hasta lo que sentía por él, cuando terminé, el silencio inundó la habitación, posó su mirada vacía en mí y me respondió, sus palabras, indiferentes, frías como su corazón, no le importó lo que yo pensara, podía sentir como la sangre se enfriaba a lo largo de mi cuerpo, no lloré, no me lo permití.
Es lo único que recuerdo antes de darme cuenta que el lugar estaba desecho y lleno de sangre, entonces lo comprendí, finalmente había acabado con su miserable vida, esa vida por la cual habría dado la mía.
Mariana González 4ºF
Infortunio
Diciembre de 1972, Ralph Anderson, amaba con locura a su hermosa esposa, pero luego esta fallece en un frio hospital del pueblo. Al día siguiente gris y lúgubre, el hombre se encuentra cara a cara con el asesino, Anderson tenía en sus manos un hacha mientras que el pobre asesino no paraba de llorar sin pronunciar palabra alguna, se miraron fijamente y el viudo reaccionando le entierra el hacha en la cabeza al asesino, dejando un charco de sangre... ¿Y saben lo gracioso de la historia? Era que el asesino era su hijo recién nacido.
Sebastián Paholo Reyes Solar, 4°F
No le he fallado a todos, aún no me fallo a mi mismo
Recuerdo veces que reprobé un examen, recuerdo veces que me dijeron fallaste, recuerdo lo tonto que me sentí al ver los resultados de los demás, las veces que no dormía creyendo que realmente era un tonto, hoy ya muchos años desde aquellas "veces" me di cuenta que sin esas "veces" no sería lo que soy, alguien que encontró su senda ,alejado del fallaste de los demás, caminando al sur encontré mi norte, y no olvidaré la vez que soñé conmigo, me decía: "aún no le has fallado a todos, no te has fallado a ti mismo", hoy soy feliz.
Ignacio Veas, 4ºF
Un día como ningún otro
Sus miradas se encontraron febrilmente, la cabeza de ambos se inundó de recuerdos, el melancólico encuentro duro apenas unos segundos, aunque sintieron que pasaron una vida juntos, si tan solo ella hubiese abierto los ojos antes, él no habría pasado de largo y ella no hubiera estado de la mano de otro hombre.
Ignacio Veas, 4ºF
Guerra
La guerra trae muerte, heridas, y dolor para ambos lados. No hay nada más difícil que aceptar la muerte de alguien preciado. Y así nos convencemos a nosotros mismos de no puede morir. Especialmente tu generación, que no conoce la guerra. Le buscas el significado a la muerte. Pero sólo existe el dolor y el odio, que no entiendes, que te consumen. Las personas mueren como basura. Un odio eterno acompañado por un dolor que no pueden ser curados. Eso es la guerra.
Brian Bettancourt 4°G
Homenaje a lo olvidado
En medio de la noche clamé un nombre, mi mente ya lo ha olvidado, era el nombre de algo desconocido y perturbador.
Desperté y comencé a escribir, de mis palabras se redactó la más hermosa de las narraciones jamás existentes en la historia del hombre.
Relataba diversas historias, tan inteligentes que se unían entre si creando una sinfonía perfectamente sincronizada.
Cada letra clamaba ser vista por otros ojos, ardían las hojas por ser relatadas con tanta pasión e intensidad como la mía.
El calor fue tan intenso, que al despertar me encontré rodeado de cenizas e intriga.
Valentín Álvarez, 4ºH
Nada
Esta hoja permanece en blanco, no surge vida de ella.
No queda nada en ella, las letras resbalan, una a una desaparecen de la vista, despojando de ideas la celulosa carente de energía.
Permanece en blanco, un blanco cegador que confunde y bloquea a muchos. Repentinamente existe inspiración, se crea una paradoja:
La hoja tiene vida, pero sigue vacía.
Valentín Álvarez, 4ºH
Vámonos a negro
De pronto se encontró ahí flotando en el éter, suspendida en el tiempo, observando como la tierra era devorada por un agujero negro. Una boca masticando comida de manera lasciva. El agujero negro deformaba la estructura, el tiempo. Una luz más grande y cálida apareció detrás de ella. Era Él. Era la primera luz que iluminó la humanidad, Él.
-¿Así es como todo debía terminar?- le pregunta a él.
-No lo sé, hice lo mejor que pude, no pude evitar que...
-Todo se fuera a negro- susurra ella.
Así es como termina el mundo.
Valentina Albornoz, 4ºH
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EPL en 100 palabras 2016
Historia CortaMicrocuentos creados por los estudiantes del Liceo Ernesto Pinto Lagarrigue de Rancagua.