Capitulo 1

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Para las personas normales en una relación de 2 años, deberia ser normal y aburrido que tu novio venga por ti todos los dias de escuela pero para Jimin siempre era algo nuevo y asombroso, nunca se aburria de ver a Jungkook venir por él ya que siempre que el pelinegro venia, traia consigo un regalo diferente para su pequeño y tierno novio castaño.

Jungkook como todas las mañanas de escuela llego a las 8 en punto por Jimin a su casa, hoy traia consigo un hermoso collar con un corazón de plata que cuando se abria podias apreciar la hermosa foto de ellos juntos en la navidad del año pasado. Salio del coche y camino por el hermoso camino de rocas de la entrada de la casa de los Park, el jardin era hermoso siempre lleno de lirios y rosas, las favoritas de Jimin y de la señora Park. Al llegar a la puerta de la gran casa de los Park, tocó el timbre sonando el tipico "Ding Dong" y una hermosa mujer salio de ella con una deslumbraste sonrisa.
La señora Park tenia 45 años, era una mujer muy hermosa y se veia muy joven para casi llegar a los 50, hoy traia un vestido de manga corta hasta las rodillas de flores azules con morado y rosa. Unas zapatillas que convinaba con un delantal blanco de cocina, sin ningúna pizca de maquillaje.

-Jungkook, querido. -sonrio la señora hacia el menor con una de sus deslumbrantes sonrisas- ¿Como has amanecido, cielo? -pregunto mientras se hacia a un lado dejando espacio para que él chico entrara- Hoy he hecho unos waffles con un licuado de fresa como te gusta.

-El dia es hermoso y siempre que pienso en ver a su hijo, amanesco feliz -dice el pelinegro con su sonrisa de conejo-

-Tan tierno como siempre muchacho. -sonrie y apunta hacia las escaleras antes de entrar a la cocina- Se encuentra en su habitacion, ve a decirle que baje, no hagan nada indecente que mi esposo sigue durmiedo. -dice por ultimo antes de que el chico pelinegro caminara hacia las escaleras un poco sonrojado por lo dicho de su suegra.

La casa era muy amplia y hermosa,siempre con ese toque calido. La familia Park siempre han sido personas amables y alegres, siempre con una sonrsia y hermosas palabras para cuando estabas deprimido, su suave y amigable voz hacen que confien en ellos totalmente, son una familia que todos envidian por su gran unión. La habitación de Jimin se encuentra ubicada en la ultima puerta del pasillo de la izquiera, la mas alejada para tener su espacio personal, su puerta esta adornaba por stickers de BIGBANG y frases de sus libros favoritos.

El pelinegro toco la puerta suavemente antes de abrir, encontrandose a su novio acostado con solo la toalla puesta en su cintura.

Sonrio.

Su pequeño y adorable novio era muy dormilón, siempre andaba con sueño cuando iban a la escuela, Jungkook siempre tenia que despertarlo cuando llegaban a la escuela porque se quedaba dormido en el trayecto.
Se acerco a la cama de Jimin con cuidado y se sento a su lado, miro su suave y castaño cabello que caia en sus ojos cerrados, su boca ligeramente abierta y su cuerpo aun con gotas de agua.

-Bebé..-susurro Jungkook en su oido con amor. Jimin se movio levente y pronuncio un "Humh?" como respuesta.- Levantate cariño, hay que ir a la escuela.

-No quiero...-respondio con un mohin en sus dulces labios totalmente irresistible para todos pero en especial para Jungkook, el cual no pudo aguantar y le dio un pico rapido provocando que Jimin abriera los ojos sorprendido y sonrojado- ¡Jungkook! -se tapo la boca y se alejo de él mas que rojo.

El pelinegro sonrio enternecido, no podia con la ternura del castaño. Aun despues de ser 2 años novio con el pelinegro aun le daba pena cuando se mostraban cariñosos, en especial cuando el cariñoso es Jungkook. El pelinegro se levanto de la cama y camino hacia el castaño a pasos lentos mientras sonreia coqueto produciendo que el castaño cada vez se pusiera mas rojo. Jimin sentia que en cualquier momento su corazón explotaria.

De un movimiento rapido Jungkook acorralo a Jimin contra su armario, sus labios estaban bastante cerca pero aun asi ningúno hacia algo para cortar la poca distancia que les quedaba, al contrario se sonreian.

-Cambiate, te espero abajo...-susurro Jungkook antes de soplar contra la cara de Jimin y alejarse haciendo crecer la distancia entre ellos.

-¡Jungkook! -exclamo el castaño antes de que el menor saliera por la puerta. El pelinegro se volteo y un sonrojado Jimin se encontraba enfrente de el de puntillas. -Buenos Dias...

Y le dio un beso antes de salir corriendo hacia el baño.

La carcajada de Jungkook no tardo en hacerse escuchar para los oidos rojos de Jimin sintiendo su corazón retumbar a horrores, lo amaba demasiado, tanto que su corazón no aguantaba no poder ser liberado al 100% para expresarle lo mucho que lo ama.

Jimin se cambio rapido, una camisa blanca, una sudadera grande de color azul marino, sus jeans rotos de las rodillas y unos botines color caqui. Salio corriendo de su habitacion y bajo las escaleras esperando ver a su hermoso novio el cual se encontraba en una de las sillas de la mesa esperandolo.

-Hasta que bajas enano. Ven que ya tengo hambre -dijo el menor con una sonrisa socarrona y movia una silla para que sentara.

-No me digas enano, conejo.-dijo y se sento para apreciar los hermosos lirios,color violeta,enfrente de el con una una cajita pequeña y su desayuno. Miro a Jungkook interrogante pero el menor solo sonrio alentandolo a que abriera la cajita de color rojo vino. Al abrir la caja pudo ver el hermoso collar que el menor le habia comprado con el corazón abieryo mostrando su foto.
-Wow...Jungkookie...yo...-se habia quedado sin palabras como todos los dias.

Su Kookie siempre lo sorprendia, un dia llegaba todo cariñoso, otro con regalos, otro con ganas de faltar a la escuela e ir a un lugar privado para estar solo ellos dos. Jimin estaba seguro de algo, Jungkook lo amaba de la misma intesidad que él lo hacia y aun con ese problema de ese horrible juego, Jungkook nunca lo dejara y lo amara solo a él al igual que Jimin.

Game Over Donde viven las historias. Descúbrelo ahora