Violet & Tate ❤™- AHS

Cap #1

Me encuentro en él asiento trasero del carro. Mirando la autopista y escuchando a TØP.
Mi padre toma la mano de mi madre y se la lleva a sus labios. Fingen demasiado bien, cualquiera se daría cuenta que entre ellos hay amor; desgraciadamente lo sé todo. Fingen con la excusa de que lo deben hacer por mi, piensan que mudarnos será la opción y que por fin mamá lo perdonará.
Nos aparcamos frente a una casa espeluznante, está genial.
Una señora con él cabello corto como hombre esta fuera de la casa. Salgo del auto, mientras observo la nueva y espeluznante casa.
La señora nos saluda amablemente, estúpida.
La casa espeluznante no es tan espeluznante como pensé. Madera, lámparas tiffany y sin fin de adornos tenebrosos.
-¿Cuanto pide por la casa?- pregunta mi padre.
-$200.000.00
La cocina es enorme, y moderna. Es perfecta, las habitaciones son tenebrosas, con paredes color verde oscuros y ventanas viejas.
Bajo las escaleras y mi madre mira fascinada la cocina.
-Es mi deber decirles él motivo por la cual la casa está tan barata...-anuncia la mujer, y su mirada se encuentra preocupaba- un asesinato múltiple se llevó a cabo en esta casa, suicido y asesinato.
Al decir la palabra suicido y asesinato, quede más que satisfecha con esta casa.
-La compramos...-dije.

Después de una larga semana nuestras cosas ya estaban empacadas y listas en él camión de mudanza. Mi madre, aunque quisiera ocultarlo, no estaba del todo satisfecha con la casa; pero al menos ella y papá trataban de salvar su matrimonio después de todo lo que pasó. Si yo me viera en él caso de mamá al menos no lo perdonaría, papá por infiel y mamá por darle una segunda oportunidad a algo que puede hacer de nuevo. Bajamos del auto y la casa estaba igual que hace una semana atrás. Subí a las habitaciones y me instalé en la que había elegido desde él principio. Me encantaba esto.
Mañana iría a clases, y tendría que levantarme temprano. Eran a penas las 7:00 de la tarde cuando bajé a cenar. Mamá preparaba la mesa y papá hablaba por teléfono.
-Si, su hijo seria mi primer paciente en este lugar... -decía papá por él teléfono.-Si, mañana a las 2:00. Hasta luego.
Papá mostró una sonrisa de satisfacción mientras que yo solo miraba aburrida aquel matrimonio tan patético. Durante la cena, mamá intentó conversar conmigo sobre si estaba cómoda con todo esto. Yo solo quería empezar de nuevo, aunque todo esto era por una simple oportunidad entre mis padres.
-Violet...- dijo mamá mientras la ignoraba.- Violet...
Subí mi mirada a mi madre, Vivien. De verdad era guapa, y no lo digo solo por ser mi madre. No tenia ninguna necesidad de soportar las infidelidades de mi padre Ben.  Era más que estúpido todo esto.
Me levante de la silla y subí a mi habitación. No quería preocuparme por mi madre y su tonto matrimonio que no tenia arreglo alguno.

Al día siguiente, salí de casa para ir a la escuela. Iba lo más cómoda posible. Toda la escuela era rara, lo típico de todas las escuelas; los frikis, los nerds, los dark, los emo; o en mi caso a los que les vale una mierda eso de los grupos. Camine por la escuela, fumando un cigarrillo y expulsando él humo del tabaco. Calmaba mi ansiedad, mis ganas de ir al estúpido baño y rajarme las venas por tanta mierda junta.
Una chica con apariencia Taylor Swift se acerco a mi con desagrado. Me tiro una mirada fulminante y supe que esta tipa era la más importante de la escuela, al menos eso pensaba ella.
-No puedes fumar aquí.
-Lo siento. No lo sabía, yo solo...- tomé él cigarrillo , lo tiré al suelo y lo pisé. Al parecer a la Rosita Fresita no le agrado lo que hice.
-¿Que acabas de hacer?-dijo indignada.- Esto no puedes tirarlo aquí simplemente.
¿Que tenia de malo tirar un simple cigarrillo al suelo? Tratare de ser amable. Calmate, Violet, sólo es una chica más estúpida que todas...me decía mi consciente.
-Recogelo y comelo.-me ordenó. ¿pero que demonios...?
-No haré eso.
-Lo harás...
La chica tomó él cigarrillo e intento ponérmelo en la boca; me alejaba lo más posible y le di un golpe en la mandíbula. Ni siquiera me molesté en voltear hacia atrás, yo solo me fui.
Este día era peor de lo que pensé. Al llegar a casa corrí al baño, necesitaba dolor, sangre. Saqué de mi mochila un paquete de navajas, comúnmente papá se rasuraba con ellas y mágicamente desaparecían.
Tomé una y levante la manga del suéter. Pasé cinco veces la navaja, la sangre escurría en él lavabo y levanté la mirada hacia él espejo. Detrás de mi estaba un chico con cabello rubio, y una camisa verde con rayas.
-¿Que haces aquí? ¿Quien eres?
-Si quieres suicidarte, corta vertical...
Se dio la media vuelta, y regreso antes de irse.
-La puerta estaba abierta.
El chico misterioso salio del baño y realmente era atractivo, misterioso y por supuesto, su mirada era intensa.