Ella solo busca alguien que la comprenda, busca entre las multitudes sombras que sean como ella. Recorre las avenidas, esquivando miradas perdidas, mira al suelo y no se rinde, aún tiene una meta en la vida.
Pero al caer la media noche, la luna muestra sus brazos, se siente un bicho tan raro que no puede comprender cómo dejar de estar bien.
Solo sueña que esta noche, alguien se acuerde de ella y le arranque la condena que ha de soportar, solo sueña que algún día se convertirá en la princesa que arrancaba los suspiros de media ciudad.
Ella solo busca resguardarse de cada tormenta y observar que tras la lluvia las calles se quedan desiertas, su mundo gira y olvida que otra sombra le acecha en la esquina, y escondida en los portales, se va consumiendo su vida...
