Capitulo 5. El inicio

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10 semanas de embarazo.
La ultima semana de clases ya había terminado, ninguno de los estudiantes del instituto se enteró del matrimonio de Harry y Louis, y no tenían motivo para darse cuenta, los ahora esposos seguían ignorándose y Bárbara, Niall y Liam, jamás comentaron nada, por lo que el plan seguía su marcha, los estudiantes de Londres se enterarían del matrimonio y del embarazo hasta después de las vacaciones. Bueno si es que Louis no cambiaba de opinión.
Aunque todo aparentaba seguir igual, Harey se sentía temeroso, una y otra vez la mirada asesina que Louis le había dedicado en día de la boda, pasaba por su mente, tenía miedo de llegar a la mansión Tomlinson, aunque sabía que sus ahora suegros, cuñada y los hermanos Horan, lo apoyaban, la sola idea de que Louis ahora lo odiaba lo hacia estremecer y no estaba seguro de si ese estremecimiento se debía al miedo o a otra cosa.

El día de mudarse había llegado, Harry con la ayuda de Bárbara, había empacado casi todas sus cosas, ya que Bárbara, sin que Harry se diera cuenta, llevó gran parte de su ropa a un asilo y un orfanato, ya que el se había encargado de comprarle un nuevo guardarropa.
-Podemos regresar a casa- le dijo Liam a Harry. Ambos llevaban quince minutos enfrente de la mansión Tomlinson, encerrados en el Jeep.
-No, solo dame unos minutos- dijo Harry con la vista perdida y sus manos en el vientre. El se repetía una y otra vez la razón por la que estaba a punto de complicarse la vida, ya que para el estar embarazado no era ninguna complicación la verdadera complicación era vivir con Louis.
-¿Dónde está Louis?- preguntó Jay a Niall. Este solo se encogió de hombros.
-¿Crees que deberíamos ir por ellos?, ya pasó media hora- dijo Lina a su hermano.
-Hay que darles tiempo, esto no es nada fácil para el, y tampoco para Louis- contestó Niall y apartó a su hermana de la ventana
-¿Alguien me podría decir donde esta el inútil de mi hermano?- dijo Bárbara bajando las escaleras.
Niall la miró y le sonrió como siempre que la veía, correspondió a la sonrisa y sus mejillas se pusieron coloradas, Lina notó eso y soltó una risita tonta que provocó que Bárbara la fulminara con la mirada de lo cual, Niall no se dio cuenta.
-¿Y bien, alguien me va a decir?- insistió Bárbara, amenazando con la mirada a Lina para que dejara de reírse.
-No lo sabemos, no está en su habitación y ni siquiera desayunó- contestó Jay –Niall ¿estas seguro que no sabes donde está?- Niall abrió la boca para contestar pero en eso sonó el timbre, Bárbara corrió a abrir.
Harry y Liam entraron a la mansión cargados con algunas maletas de el, cuando Liam y Lina se vieron, ahora fue el turno de Bárbara de reírse entre dientes, Harry notó algo extraño en la expresión apenada de su hermano, pero estaba tan nerviosa que lo dejó pasar.
Mark y Jay le dieron a Harry una feliz bienvenida, Bárbara y Lina lo llevaron hasta el tercer piso, donde estaba su habitación, mientras Liam y Niall bajaban del Jeep las demás cosas.
-Espero que te guste, mamá se encargó de la decoración y yo de tu armario- dijo Bárbara cuando llegaron al tercer piso, Harry sonrió ante lo hecho por Jay, pero frunció el ceño cuando supo quien se había encargado de su armario.
En el tercer piso había tres puertas blancas, una al final del pasillo y las otras dos una enfrente de la otra, Barbara la llevó a la puerta de la izquierda. Era una habitación muy amplia y con un excelente gusto en la decoración, a Harry le sorprendió que Jay hubiera sabido exactamente el color y el tipo de decoración que a el le gustaba, estaba maravillada, observaba todo con detalle y tenía una sonrisa, aunque algo débil, bastante sincera, pero esta sonrisa desapareció cuando vio el armario, este era mas grande que su antigua habitación y no pudo reconocer ninguna prenda que había ahí.
-Bárbara- dijo Harry en tono de reproche con las manos en la cadera.
-Nada de "Bárbara", vas a empezar una nueva vida y eso incluye nueva ropa- dijo ella con una enorme sonrisa, en eso entraron los chicos con las cosas que faltaban de Harry.
-Harry, ¿porque están tas ligeras estas maletas?- dijo Liam, jugando sin ningún esfuerzo con las cuatro maletas que llevaba, en cambio, Niall estaba jadeando por aire después que dejó en el piso las dos cajas que había cargado desde el Jeep.
-Que extraño, yo las había llenado- dijo Harry y tomó una de las maletas, cuando la abrió, se dio cuenta de lo que había hecho Bárbara, la cual ya había salido corriendo de la habitación.
-¡BÁRBARA TOMLINSON!... ¡¿Dónde está mi ropa?!- gritaba Harry al tiempo que bajaba corriendo las escaleras, Liam  iba pisándole los talones, temeroso de que la torpeza de Harry la hiciera tropezar con algo de ese hermoso piso liso.
-Valla, ya llegaste- dijo Louis en tono aburrido, él estaba sentado en uno de los sillones de la sala viendo a Harry con su habitual desprecio, quien junto a su hermano se quedó paralizado en el inicio de la escalera, aun así, Harry se sintió aliviada de notar que Louis no le dedicaba esa mirada asesina de antes.
-Sí, ya llegó, ¿Algún problema?- lo retó Liam, poniéndose enfrente de su hermana.
-Si vieras cuantos problemas hay con eso- dijo Louis levantándose para enfrentar a Liam, Niall lo interceptó antes de que el hermano oso pusiera su poderoso puño en la nariz de Louis, otra vez.
-¿Qué pasa?- preguntó Mark, quien salía de la cocina junto con Jay y Bárbara. Esta ultima al notar la tensión del momento se acercó a Harry y junto con Lina, quien habia bajado junto a Niall, lo acompañaron a uno de los sillones.
-No pasa nada papá, solo quería saludar a nuestra nueva inquilina- dijo Louis sin dejar de fulminar a Liam con los ojos, quien tenía los puños apretados, obligándose a si mismo a cumplir la promesa que minutos antes de entrar a la mansión le había hecho a su hermano. "No mas peleas, no me lo hagas mas difícil, por favor" había pedido Harry y Liam lo cumpliría aunque eso le costara desgarrarse los nudillos de tanta fuerza que ponía en sus puños para controlare.
-Mira niño- empezó Liam intentado ser cortes –esto no es fácil para mi hermano,así que no le has las cosas mas difíciles.
Louis soltó una risa burlona.
-Por favor... ¿Difícil para el?...- dijo señalándolo sin dejar de mirar a Liam, no se atrevía a mirarla a los ojos, eso ojos que siempre lo hacían dudar –Si esto es lo que buscaba, por donde lo veas, el gana... lo único que quiere es mi dinero- acusó
-¡No!- se levantó Harry de golpe con lagrimas recorriendo sus mejillas –Yo, no...- pero no pudo terminar, la mirada asesina que nuevamente regresó a los ojos de Louis cuando la vio, le nubló la mente y comenzó a temblar.
-¡Louis!- reprendió Mark
-Todos se tragan su actuación de inocente, pero yo no me lo creo- dijo Louis con odio en su voz. Harry comenzó a respirar con dificultad.
-¡Ya basta Louis!- dijo Jay con severidad, eso le sorprendió a todos, ella siempre hablaba con calma y en tono maternal sobre todo a Louis, este, como siempre, desde que la conoció, culpó a Harry por la forma en la que su madre le habló.
Harry comenzó a agitarse y a llorar con desesperación y le era difícil respirar
-¡Papá!- llamó Bárbara asustada, al ver la desesperación de Harry.
Mark se apresuró pero Liam fue mas rápido, empujó a Louis para quitarlo de su camino y llegar a su hermano. Lo tomó en brazos y comenzó a tararear su nana mientras lo llevaba al jardín, ahí se sentó bajo la sombra de un árbol con Harry en su regazo, no dejó de tararear y dibujar círculos en la espalda de su hermano hasta que se calmó.
Louis por primera vez sintió un poco de preocupación cuando vio a Harry en brazos de su hermano, pero no lo demostró, subió a su habitación y desde ahí observó a Liam tranquilizar a su hermano, no se apartó de la ventana hasta que el no dejó de llorar. Él no entendía porque había hecho eso, él lo odiaba, el era un aprovechado, pero al mismo tiempo quería protegerlo, se convenció a si mismo que era por su bebé, pero muy en su interior supo que en esa ocasión solo se preocupó por el y se odió por haber sido el culpable del ataque de nervios de Harry.
Cuando Harry se calmó, Lina y Jay lo acompañaron a su habitación para que descansara. Liam les explicó a Mark, Jay y Bárbara que su hermano sufre de los nervios y tiende a alterarse de esa forma y que una forma rápida de calmarlo es abrazarlo y tararearle la nana que su abuela les había enseñado.
El resto del día pasó sin inconvenientes, Liam no se fue hasta ya muy entrada la noche, Lina estaba encantada con eso ya que se la pasaron todo el día hablando, jugando haciéndole bromas a los demás, Harry se reunió con la familia a la hora de la comida y pudo darse cuenta de lo que iba creciendo entre su hermano y Lina y se sintió triste, temía que su hermano lo abandonaría, pero ese pensamiento se desvaneció amaba tanto a su hermano que no le importaba quedarse solo con tal de verlo tan feliz como lo había visto toda la tarde a lado de la rubia, quien también se veía muy feliz.
Después de lo sucedido con los nervios de Harry, Louis no bajó de su habitación el resto del día, temiendo que al verlo de nuevo no se pudiera controlar, tal como lo había hecho en la mañana. También estaba molesto consigo mismo por no haber cumplido la promesa que se hizo a si mismo.
Ese día, Louis se había levantado muy temprano y salió de su casa, se quedó varias horas en el claro que el solo conocía, con la única intención de convencerse a si mismo de que debía tratar bien a Harry, ya que en el crecía su hijo y si el estaba bien él también lo estaría. En todo el tiempo que estuvo ahí, los ojos verdes de Harry no desaparecían de su cabeza y eso lo confundía, esos ojos le decían que el era sincero, inocente y por un segundo una sonrisa cruzó su rostro cuando recordó esa noche, pero de inmediato descartó esos pensamientos, aunque había sido la mejor noche que había pasado en su vida, su orgullo no lo dejaba ver al verdadero Harry y se forzaba por llevar a su mente las verdaderas intenciones que el creía que Harry tenía. Después de prometerse a si mismo que haría todo lo que estuviera en sus manos para que esos tres años fueran mas llevaderos, fue al encuentro de Harry.
Cuando llegó a la mansión su mamá le informó de la llegada de Harry y su hermano y le dijo que Barbara y Lina le mostraban su nueva habitación, eso lo hizo suspirar, al recordar lo mucho que había insistido en que no le dieran la habitación que justamente estaba enfrente del suyo, pero una inteligente Jay no se dejó convencer, ella estaba convencida que debía mantener a su hijo cerca de Harry para que se diera cuenta de lo maravilloso que el era. Su decisión de ser amable seguía en pie hasta que la escuchó gritándole a su hermana, ¿Cómo se atreve?, el no debe reprochar solo agradecer había pensado, intento recordarse su promesa pero aun así la indignación le ganó y fue descortés, de ahí todo se fue en picada.
Después de que Liam se fue, Harry se despidió de todos y se retiró a su habitación, se sintió más solo que nunca y las lagrimas no se hicieron esperar, lloró casi toda la noche aferrado a su vientre que era lo único que lo mantenía coherente, sentía un gran vacio en el pecho que lo estaba matando, se regañaba a si mismo de ser tan ingrato, su hermano, sus suegros, su cuñada, Niall y Lina, lo querían y se lo habían demostrado, pero aun así sentía que algo le faltaba y muy en el fondo sabia lo que era, le hacia falta sentirse amado.
Harry no se había dado cuenta, pero su baño tenía dos puerta, una de ellas conducía a su habitación y la otra a la de Louis, quien al entrar a media noche, escuchó el llanto de Harry, no supo que fuerza lo impulsó, pero avanzó lentamente hasta la puerta que lo llevaría hasta el, puso la mano en la perilla, pero nunca la giró, se quedó ahí escuchando los sollozos, los cuales abrían un vacio cada vez mas grande y doloroso en su pecho, su orgullo no le permitió entrar a esa habitación y consolarlo, pero tampoco pudo alejarse de esa puerta, no se iría hasta que el no dejara de llorar y eso no solo fue un juramento que se hizo esa noche, cada noche de las siguientes dos semanas, Harry lloraba hasta quedarse dormido y del otro lado de la puerta Louis lo escuchaba y lo consolaba en silencio, sin atreverse a entrar.

Espero disfruten!
Errores me los hacen saber xx

Obligados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora