Capítulo 1

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Desperté una mañana de primavera por la poca luz del sol que se dejaba ver a través de la ventana, me senté lentamente en el borde de la cama y pensativa, me quede mirando una foto que tenía enfrente de mi ídola; Malú. Tras un rato contemplándola me di cuenta que nunca tuve la oportunidad de abrazarla, ni tenerla cerca, pero la sentía a mi lado día a día. Ese amor incondicional que siento por ella, no se puede expresar con palabras.
Cerré los ojos y imaginé cómo sería mi vida a su lado; viéndola cada mañana, paseando a su lado, riendo juntas... Lo que pude imaginar era un sueño, un sueño imposible de cumplir. Me levanté por fin de la cama, mientras una lágrima se deslizaba lentamente por mi rostro reflejando ese rostro que tanta fuerza me da diariamente, el de Malú. Fui a desayunar, al llegar a la cocina me encontré a mi madre mirando temblorosa como removía una y otra vez el café.
-¿Estás bien mamá?-le pregunté dejando caer mi mano sobre su hombro.
-Sí, hija, sí. No te preocupes, un mal presentimiento.-Contestó desilusionada.
No muy convencida fui a desayunar, al terminar recogí todo y fui directa al colegio. Cuando terminaron las clases, al llegar a casa, me dirigí al sofá sin quitarme los cascos con el volumen a tope escuchando 'Ángel Caído', cerré los ojos y sentí la esencia que tiene esa canción en un directo.
Pasadas unas horas, me encontraba con mi madre sentada en el sofá cuando mi padre, más tarde de lo normal, llegó a casa. Abrió con sutileza la puerta y la cerró de un portazo, se acercó a nosotras, agarró a mi madre del brazo y la llevó al cuarto. No se que había podido pasar y cómo no, me acerqué a su habitación a intentar escuchar algo.
-....trabajo....no....que hago....mierda....no,no,no.-Dejaba escuchar mi padre.
-¿Por qué a nosotros?-Preguntó entre lamentos mi madre.
Se quedaron en silencio y sin entender nada marché.
Más tarde me enteré que habían despedido a mi padre del trabajo, ese era el único ingreso mensual que recibíamos. De allí pasaron unos meses, era el primer día de las vacaciones de verano y dormí hasta que el sonido del teléfono me despertó y fui corriendo a cogerlo.
-Hola-Dije esperando una respuesta.
-Hola Marta, soy Andres, tengo algo que os podría interesar.-Dijo una voz masculina.
-No soy Marta, soy Paula, su hija.-Corregí a ese desconocido.
-Me puedes pasar con alguno de tus padres, es impor...-Explicaba hasta ser interrumpido.
Mi padre, se acercó a mi y me arrancó el teléfono de la oreja, mientras Andres me hablaba, sin darme tiempo a reaccionar. Me quede sorprendida y marché, tuve la sensación de que esa llamada cambiaría mi vida por completo, y así fue, a partir de esa llamada mi vida no seguirá tal como la conocía.

Lágrimas en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora