La gente desaparecía, poco a poco se vaciaba esa salida del aeropuerto. Miré al frente, en la otra salida, vi acercarse a un hombre un tanto desorientado hacía mi. Era alto, delgado, con barba castaña, ojos tapados por unas gafas negras, vestido de oscuro y con una gorra azul en la cabeza. Ese hombre sostenía un cartel en el que ponía 'Bienvenida Paula López'. Mi primera impresión que hacía él no fue muy buena, claro que las circunstancias no ayudaban. Él me resultaba familiar, pero no sabía de que.
-¿Paula?-Preguntó ese extraño hombre.
-Sí, soy yo.
-Encantado, yo soy Gonzalo.-Dijo dándome dos besos.
-I...igualemente.-La voz me temblaba por los nervios.
-Siento haber tardado tanto pero me equivoqué de salida, pensaba que venias de allí enfrente.-Dijo señalando el lugar donde antes se encontraba.
-Tranquilo.
-Venga, vamos que en casa te esperan.
Cogió mis maletas y empezó a caminar, yo fui tras él hasta salir del aeropuerto a coger un taxi. Nos sentamos y le indicó el destino al taxista.
-Tú madre se muere de ganas por conocerte.
-¿Cómo es que no ha venido?
-Cuando lleguemos lo entenderás.
Gonzalo se quito las gafas y me quedé mirándolo, esa cara me resultaba familiar, pero ¿de qué? Si no fuese por las pocas ganas, la desilusión, la depresión, la tristeza... Si fuese la Paula López de siempre lo hubiera reconocido al momento, pero el dolor de cabeza iba en aumento cuando seguía preguntándome quién era. Llegamos a una pequeña calle de las afueras de Madrid, nos encontrábamos frente a una casa enorme, nada comparado con la que había conocido como mi casa hasta ahora. Por unos ladridos que se dejaban escuchar, supuse que teníamos perros y se encontraban en el jardín.
-Vamos, ven.-Dijo abriendo la puerta.
Le seguí y tres perras me vinieron corriendo a saludar, detrás de ellas se acercaba ella, se acercaba mi sueño, mi nueva madre.
+Hola cariño-Dijo dándome dos besos.
No me dio tiempo a reaccionar, no me esperaba para nada que ella llegara a quererme como hija. Me quede paralizada, me temblaban las piernas y pude notar como poco a poco iba enrojeciendo. Ella se rió, ¡como para no reírse!, menuda vergüenza estaba pasando. Danka, una de las perras, lamió mi pierna y eso me hizo empezar a reaccionar, fui rápido a abrazarla, a llorar en su pecho mientras ella acariciaba suavemente mi pelo y me abrazaba.
-Te...te qui...te quiero.-dije tartamudeando.
-Mi amor no llores más.
Me secó las lágrimas, acarició mi mejilla y sonrío. Era igual de perfecta que en mis fotos, pósters y videos. Sin duda, era ella, la que tenía enfrente era Malú.
-Venga, vamos a entrar que te enseño la casa.
Me empezó a enseñar la casa muy entusiasmada, yo alucinaba con cada rincón, nunca imaginé que podría encontrarme entre esas paredes y mucho menos, tener a mi ídola como madre.
-Venga chicas que os invito a cenar.-Añadió Gonzalo.
Yo seguía a Gonzalo que se dirigía al coche, por fin me di cuenta de que me sonaba, como podía haber sido tan ingenua y no haber sido consciente de quien era. Me senté en el asiento trasero y me puse el cinturón, continuaba en mi esa vergüenza que por ahora, no tenía intención de marchar.
-¿Te as sentado atrás? Me iba a sentar yo, a la vuelta te sientas tú delante.
-No te preocupes, a mi me da igual.
Era imposible disimular los nervios y la timideza en cada palabra que intentaba pronunciar, había veces que no sabía si estaba diciendo algo coherente. Llegamos al restaurante y yo, tímida, siempre caminaba detrás de ellos. Nos sentamos en la mesa, leímos bien la carta y pedimos la cena.
-Y bueno, Paula, cuéntanos algo de ti.-Pronunció Malú después de darle un sorbo a su copa.
-Pues me llamo Paula, tengo 15 años y nací en Barcelona.
-Hombre eso ya lo sabíamos.-Dijo esbozando su preciosa sonrisa-Cuéntanos algo que no podamos encontrar en el informe de adopción.
-No se que contaros...Mi pasión es la música, en mi casa no se respiraba precisamente música en cada rincón, pero siempre estaba yo, cantando y llenando la casa de música y arte.
Esa fue la primera vez que no contestaba con una sola palabra o frase, esa fue la primera vez en la que expliqué algo sobre mi.
-¿Cantas?-Preguntó Gonzalo sorprendido.
-No, no.
Terminamos de cenar, Gonzalo nos dejo en casa y se marchó.
-Ves a ponerte el pijama y vemos una película juntas.
-Vale.-Contesté tímida, cómo no.
Malú fue al dormitorio a cambiarse, yo busqué el mío, me costó un poco encontrarlo. Abrí una de las maletas y efectivamente, allí estaba mi pijama. Al cogerlo vi un paquete que ponía 'De Mamá y Papá, nunca te olvides de nosotros, nosotros nunca nos olvidaremos de ti'. Me puse el pijama y cogí ese regalo de mis padres, me senté en el borde de la cama y me quedé mirándolo.
![](https://img.wattpad.com/cover/83082452-288-k483531.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Lágrimas en mí
FanfictionNo se que hago escribiendo esto, pero necesitaba contaros algo, mi historia. Pude cumplir el mayor sueño que un fan podría desear, vivir con su ídolo. Se que todos pensaréis que es maravilloso y es como si estuvieras viviendo dentro de la noche, la...