Capítulo -2-

30 4 0
                                    

No sabía bien como reaccionar en aquel momento. Me sentía fría. Totalmente inerte. Sólo sentía que las cosas empeorarían de un momento a otro. Reprimía las ganas de dejar caer todo mi miedo. Intentaba controlar mi temblor y mis ganas de llorar.

El coche estaba en marcha pero prefería ponerle fin a mi vida a seguir con este tipo de personas totalmente desconocidas para mí. Mi mano rozaba la maneta del coche.

-Ah...-el que estaba situado a mi lado miró mi mano- no lo harás.

Él posó levemente su mano sobre aquella que yo tenía apoyada en la maneta.

-No lo harás- repitió.

-¡¿Tú crees?!-grité enfadada. Definitivamente estaba perdiendo los nervios.

-¡Eh!-Gritó el chico de cabellera rubia- caaaaalma- dijo tranquilamente.

Noté que aquella mano ya no estaba posada sobre la mía. Mi mano se tensó. Estaba a punto de abrir la palanca para escapar por la puerta del coche y caer. Pero no fui capaz de hacerlo.

Realmente no quise mirarle a la cara, pero pude notar su victoria en él. Odiaba estar en aquel espacio, en aquella situación y en aquel día.

No me sentía capaz de escapar de aquel coche.

¿Qué iban a hacerme?

¿A dónde me llevaban?

¿Qué querían de mí?

Mis ojos fueron a las demás chicas que ocupaban el coche. Ambas me transmitían mala espina. Incluso me otorgaron lástima. Ambas llevaban exceso de maquillaje y vestidos demasiado cortos. Las dos parecían orgullosas de permanecer en aquel coche descapotable negro.

La copiloto aumentó el volumen de la música.

No sabía bien que sentir en aquel momento. Sabía perfectamente que el miedo se estaba apoderando de mí.

De pronto el coche dio un gran giro delante de una enorme y no prestigiosa casa. No sabría bien cómo describir aquel lugar. Varios grupos de jóvenes en la entrada y probablemente centenares dentro de ella.

Aquellos dos que formaban la parte delantera del coche bajaron de él. Seguidamente, aquellos dos que tenía a mi lado. Sin embargo yo me quedé inmóvil.

-Baja del coche-me ordenó el mismo que se sentó a mi lado.

Su mirada hizo que temblara aún más, pues le hice caso. Bajé del coche lentamente pero cuando mi pie derecho fue capaz de tocar el suelo, él se apoderó de mi antebrazo tan rápido como quiso.

-Más te vale no abrir la boca ni llamar la atención-susurró en mi oído.

Tragué saliva. En realidad me asustaba.

El chico de rubio parecía estar muy alegre no dejaba de gritar junto a las otras dos chicas.

En la entrada de la casa sólo había jóvenes discutiendo, jóvenes atiborrados de alcohol y botellas vacías tiradas en aquel sucio suelo.

Entramos en la casa donde por si parecía poco todo lo que había fuera, dentro era el séxtuple. Mis oídos no eran capaces de asimilar el fuerte sonido que retumbaba en aquella inmensa casa. Toda aquella música tan alta. Yo sólo me limité a seguir al chico de cabello oscuro. Parecía que el rubio llevaba el ritmo. Nos perdimos entre la multitud hasta llegar a un pequeño rincón, había caras conocidas para nuestro líder.

No podía escuchar que decían debido al fuerte volumen de la música, pero todos reían. Se nos añadieron tres más. Eran tres chicos, uno de ellos era rubio, otro era castaño y el otro tenía el cabello negro.

Relief.             - 'Jeon Jungkook'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora