Capítulo 29

6.4K 552 67
                                    

Narrador omnisciente 

El rubio guardó su celular en su bolsillo a regañadientes, la anterior actitud del chico le dejó intrigado y eso a él no le agradaba en lo absoluto, que lo dejaran con la duda de una manera tan descarada.

Se echó en el sofá tomando el control remoto de la televisión para prenderla. En realidad no había nada interesante qué ver, últimamente sacaban mierda visual; o así le llamaba nuestro pequeño Naruto. 

Al cabo de unos minutos escuchó que alguien tocaba la puerta principal haciéndolo sobresaltar del susto, rápidamente tomó su celular y le envió un mensaje a su amado sin siquiera recibir una respuesta de su parte.

Suspiró y se levantó de su cómodo asiento para dirigirse hasta la puerta temeroso. No había nadie más que él en casa, y sus padres le prohíben abrirle a desconocidos.

Por suerte tenía una pequeño agujero en el centro de aquella madera, y ahora se encontraba asomando su diminuto ojo por éste.

Soltó el aire que había retenido todo el tiempo y rodó sus ojos por haber pensado en la posibilidad de que se trataba de un ladrón de órganos. Procedió a abrir con su ceño fruncido de la confusión, ¿qué hacía Sasuke ahí?

- H-hola.. - Tartamudeó notablemente nervioso, el azabache causaba eso en él, incluso más.

- ¿Puedo pasar? - El chico por lo contrario se notaba totalmente indiferente, eso en cierta parte le fastidiaba al más bajo.

- C-claro... - Se hizo a un lado dándole el paso a su humilde morada. Le iba a negar la entrada, de verdad que lo haría, pero ese chico lo tiene tan perdido que no se reconoce a sí mismo cuando está a su lado.

[....]

Movía sus piernas de un lado a otro mientras su vista estaba fija en la enorme caja que transmitía un programa; bastante aburrido a decir verdad.

Sentía las pequeñas gotas de sudor resbalar por sus sienes, y es que aquél chico; que se encontraba a su lado comiendo como si no fuera un mañana, le ponía los nervios de punta.

Entrelazó sus propios dedos jugando con ellos, solía hacer eso cuando se encontraba bastante tímido.

Después de unos pocos minutos sintió su pantalón vibrar, quizá era su madre llamándole para preguntar si los del banco no llegaron. 

Pero para su mayor sorpresa, era un mensaje, y no de su madre.

Ladeó su cabeza y miró de reojo al más alto, pero éste seguía comiendo tranquilamente, suspiró y prosiguió a mirar lo que éste le había escrito.

"Naruto..."

Rodó sus ojos mientras sus dedos tecleaban una respuesta, recibiendo otra al instante.

"¿Quieres ser mi novio?"

Abrió sus ojos sintiendo que casi salían de su órbita, pues no se esperaba aquello.

Miró al contrario sin siquiera poder creerlo, estaba atónito y su garganta no parecía emitir sonido alguno.

"¿Por qué me miras así? Da miedo"

Apretó sus labios mientras sentía un caliente pero cálido calor hacerse presente en sus mejillas, estaba feliz, realmente lo estaba, el chico al que estuvo viendo por tanto tiempo; aunque sonara como un acosador, le estaba preguntando si quería ser su pareja, ¿cómo gritar y saltar sin parecer un loco?

Una sonrisa se asomó por sus labios, y sin previo aviso se lanzó al chico enrollando sus brazos en su cuello.

- S-sí.. - Escondió su rostro en el hueco de su cuello inhalando su dulce aroma.

- ¿Qué dijiste? No escuché bien - Le divertía ver tan indefenso al pequeño, su pequeño.

- ¡Que sí quiero, idiota! - Y eso no lo pasaba desapercibido el rubio.

"Yo también te amo, bebé"

Sasunaru Chat's ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora