JERÓNIMA Y UNA CAÑA INOLVIDABLE

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Hola coqueta, te escribo mi anécdota de la que fue mi primera y horripilante experiencia con una niña.
Transcurrían los años 2002 o 2003, yo tenía como 15 o 16, no recuerdo con exactitud, y yo siendo una adolescente precoz ya andaba en la búsqueda de la vida afectiva y sexual, en ese entonces tenía una amiga, Jerónima le vamos a poner, con ella eramos terrible intimas, eramos amigas del cole, compartíamos todo, yo iba a quedarme a dormir a su casa, etc... Juntas vivimos toda la transformación de niñas a pre adolescentes/adolescentes en búsqueda de la identidad, estábamos en esa etapa en que casi era una meta "perder la virginidad" (ninguna había incursionado nunca) así que cualquier acercamiento con el sexo opuesto era motivo de dicharacheo de mínimo 5 horas. Pasó que un día no vi a Jerónima durante las 3 semanas de vacaciones de invierno y cuando volvimos al colegio me traía la primicia de que ya no era virgen!! eso ameritó una junta en su casa, donde me estaba esperando con un pisco sour escondido y unos Derby corriente que le había robado a su mamá. La weá es que me contó con lujo de detalles su encuentro y de pronto, paf! tenía a Jerónima encima mío en pelotas, (como decía una amiga españolaza) comiéndome todo lo que se llama coño y yo raja e curá pasándolo el descueve. Debo decir que lo pasamos taaaan bien esa noche, borrachas, felices, calientes, coquetas, primorosas, más amigas que nunca... luego de toda la acción, nos dormimos y al otro día amanecí con una caña épica, la más horrible que recuerdo de todos estos años en el planeta tierra, pero lo peor, lejos, fue la indiferencia de Jerónima, tratando de hacer como que "aquí no ha pasado nada" tampoco yo esperaba desayuno en la cama ni esas weás, pero por último comentar y reírnos juntas de la noche anterior por que me consta que ella lo pasó tan o más bien que yo... Ese incómodo día, más encima, su madre me invitó a un asado familiar y después a hacer trekking a un cerro cercano, no pude negarme por que la tía me amaba, así que apañé a caminar a ese cerro qliao en un día de agosto históricamente caluroso y yo con caña física y moral histórica también, y ná poh, mi amiga haciéndose olímpicamente la weona. Cabe decir que eso fue el comienzo del fin, no se habló más del tema, no hubo más juntas después de clases, ni pijamadas, ni cigarros a escondidas, ni eternas conversaciones por teléfono.
Por esa weá tampoco ya no hubo mas pisco sour en mi vida, huelo esa weá y me trae el amargo recuerdo de la terrible caña y el desamor.

La Coqueta Sour

R: Qué fome que después de que te besaron hasta la mugre de las uñas, te hicieran la L, como si nada... Pero bueno, culpa de una por hacerse expectativas no más. Yo no me voy sin mi desayunito. Me tinca que después de esa noche, te volviste como tonta pa la cochiná.   

CONFESIONES DE LESBIANAS COQUETASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora