(Parte 1)
Era la mañana de un lunes, en septiembre, y mi alarma sonó a las 6:00 a.m para avisarme sobre el nuevo colegio, me levante de un tirón y me di cuenta que me encontraba en una mini segunda planta, así que baje con mucho cuidado para no tropezar y desde luego me fui a toma mi ducha diaria, esa cama tenía algo mágico, me hizo dormir muy bien. Después de mi ducha me vestí con un conjunto que me hizo sentir orgulloso, constaba de unos jeans color gris claro, una camisa con mangas largas negra, un gorro estilo francés y una bufanda color rojo, mis zapatos eran unos all star con zippers a los lados color negro.
Baje para encontrar a mamá ya de pie en la cocina, preparando el desayuno para Daphne y para mí.
--Buenos Dias hijo—dijo mamá con una sonrisa como siempre, admiraba la manera en la cual mamá sonríe, y me gusta más que verla preocupada o estresada así que prefiero que este así.
--Bueno Dias, mamá—dije en tono bastante dulce—como has amanecido ahora—pregunte por cortesía y porque me importaba realmente.
--Oh! Bastante bien las camas de aquí son muy cómodas lo sabías.
--Si, son bastante cómodas, siento que me hacen dormir más de lo habitual—dije con sinceridad.
Estaba a punto de tomar mi desayuno que consistía en un tazón de puré de manzanas con miel y unas cuantas hojuelas de maíz, cuando el Mayordomo del Sr.Hamill apareció, le abrí la puerta y llevaba un mensaje:
--Joven Stefan, el Amo Hamill me mando a decir que este día se irá en el auto que la Srita. Sally utiliza como media de transporte para llegar a su colegio—lo ultimo me cayo pesado al tragar, genial el primer día y ahora tendré que lidiar con ella perfecto.
--Muy bien, a que hora sale el auto—pregunte con una cara de ignorancia.
--Parte a las 6:45 a.m—dijo mientras yo miraba mi reloj, el cual indicaba que eran las 6:40 a.m
--¿Qué?, oye eso es en 5 minutos—dije con algo de enojo ya que no había probado nada de mi desayuno.
--No te preocupes lo pondré en un térmico—dijo mamá con una sonrisa en su cara.
Mi madre puso el puro de manzanas en el térmico y partí hacia donde el mayordomo me indicaba, apunto hacia una dirección y en efecto un auto, mejor dicho una minivan Toyota negra se encontraba en esa dirección, debía ser ese auto el de Sally, corrí hacia él y como un adivino que era estaba en lo cierto pero no estaba Sally adentro solo el chofer.
--¿Disculpe aquí se va Sally?—dije muy confundido, el conductor volvió a verme y solo me asintió con la cabeza—muchas gracias—dije, estaba a punto de abordar cuando el conductor me dijo
--No, no te vayas allí atrás, te lo recomiendo, mejor ven aquí adelante estarás bien te lo aseguro—dijo con cara preocupada—créeme Sally a veces es muy pésima.
--Dígamelo a mí, yo la conocí apenas ayer y ya me gane su odio que tal eso—dije como si eso fuera lo peor del mundo.
--Si yo estuviera en tus zapatos, huiría del país mientras aun tengo dignidad—dijo con el tono entre serio y cómico--y eso es enserio chico es un consejo, Ella es el diablo reencarnada en mujer, ¡Créeme esa chica te hará trizas!
--No lo creo sabes—dije e iba a decir algo mas pero en ese instante apareció “la diva” en acción, Sally venia por el sendero marcado con los extraños minerales blancos, que yacía frente a la terraza frontal de su mansión este día traía puesto un conjunto de ropa Louis Vuitton, que consistía en un gorro color crema, una capa que cubría hasta sus rodillas color crema al igual que el gorro, un par de botas negras y guantes del mismo color que la capa y el gorro.