Estábamos en el medio de la convención de videojuegos que se había instalado en el parque principal de la ciudad. Mi hermano John y yo mirábamos a los diferentes 'cosplayers' vestidos de sus personajes favoritos de videojuegos, ya sean zombies, monstruos, héroes, dioses o demonios, Nos detuvimos frente ala exposición de un juego en especial llamado The Seventh Hell donde el personaje principal era el Demonio del Séptimo Infierno, una bestia de cinco cabezas con la piel destruida y bañada con la sangre de los traicioneros. Creado por el mismísimo Hades, sus garras eran anchas y median treinta centímetros de largo y sus colmillos eran igual de tenebrosos. Su único propósito: desgarrar a los peores pecadores para luego llevarlos donde su creador para ser incinerados aun con algo de vida en sus cuerpos. En el videojuego, juegas como un pecador, enviado al circulo equivocado del infierno, y debes escapar de esta temible bestia y hacer lo posible para volver al purgatorio donde perteneces. John y yo pasamos nuestros veranos jugando todas las versiones de este juego, perfeccionando nuestras habilidades y superando el juego con presicion. Siendo nuestro juego favorito, era natural que conociésemos cada una de las debilidades del Demonio del Séptimo Infierno, y ademas conocíamos una variedad de armas con las cuales derrotarlo. Aunque varias veces lo habíamos discutido, seria casi imposible derrotar a este demonio en la vida real, ya que solo eramos adolescentes de quince y diecisiete años y no teníamos en posesión armas tan sofisticadas como en este juego tan excepcional. Bueno, esto es lo que pensábamos hasta este día. Habíamos venido a esta convención como todos los años para conseguir nuevos juegos y ver quien intentaría hacer una pobre recreación de nuestro monstruo preferido. Pero este año sucedió algo totalmente fuera de lo común; la gente salio corriendo de la nada, se oyeron gritos de socorro y llantos de chicas adolescentes vestidas de heroínas, y ahí fue que lo oí: un llamado que John y yo reconocimos el segundo que lo oímos. El Demonio del Séptimo Infierno se había... materializado. John y yo nos miramos en ese instante y oímos pasos que hacían el suelo retumbar y el estomago se me volteo, venia hacia nosotros. Corrimos hacia la tienda de pistola Nerf. Lo se, las peores armas que habríamos tenido que usar pero eran las únicas "armas" que teníamos a la mano, pero el segundo que yo cogí un arma John me miro y me dijo
"¡Corre Maya! Yo lo destruyo, sálvate a ti misma."
"No seas tonto, no dejare que esa bestia te desgarre sin que yo pueda impedirlo." le dije y el gruño.
"Esta bien, pero tienes que ser rápida, esta vez no es un videojuego Maya, prepárate para cualquier cosa. Estará frente a nosotros en tres" retumbo una pisada. "Dos." Otra pisada. "¡Uno!" El grito de John, una pisada mas y el grito mas ensordecedor que había oído en mi vida; la bestia estaba frente a nosotros, con las cinco bocas dirigidas hacia nosotros escupiendo sangre en nuestras caras. Corrí hacia la izquierda y John hacia la derecha para intentar despistar al Demonio, como hacíamos en el juego y fuimos hacia un punto alto donde no nos podía ver y John salto hacia su espalda con un grito y comenzó a dispararle a la cabeza del medio (la cabeza mas débil) y yo le dispare en el hocico. corrí hacia el puesto de Naruto y cogí todas las armas que pude manejar siendo estas espadas, dagas, estrellas ninja y navajas. Corrí de nuevo hacia donde el Demonio y John se encontraban y le arroje una espada a John y la cogió con presicion clavando la hoja en un punto débil del cuello de la bestia repetidas veces. En ese momento el Demonio se cayo e hizo un sonido de agonía, aunque los dos sabíamos que eso no era el final, sino un truco de la bestia para hacernos creer que habíamos ganado así que tome una daga y la clave en uno de sus ojos mas fuertes y la gire. La bestia grito de nuevo. John le hizo un corte final en la vena principal y la bestia cayo muerta a nuestros pies. La habíamos derrotado. Habíamos asesinado a un monstruo de cinco metros de altura con cinco cabezas y garras de treinta centímetros de largo.
"No puede ser. ¡Lo hicimos! ¡Destruimos al Demonio del Séptimo Infierno y salimos sin ningún rasguño." Dije y en ese instante mire mi brazo y sentí un gran dolor; tenia un largo rasguño a lo largo de mi brazo derecho y John tenia un corte por encima de la ceja y en la pierna. "Bueno, retiro lo ultimo." dije e hice una mueca de dolor al mismo tiempo que John.
"Deberíamos ir al hospital" Me dijo.
"Claro, tienes toda la razón. ¿Como se lo explicaremos a mama cuando nos vea? Nos dirá: Dios mio, ¿que les paso? Y nosotros diremos: Nada, solo luchamos contra un demonio en medio de una convención de videojuegos, ¿que tal tu día? No tiene sentido, Dios, ni siquiera tiene sentido para mi." Dije y me puse las manos en la frente.
"Ya se nos ocurrirá algo, pero ahora necesitamos puntos de sutura. Después nos preocupamos por mama." Me dijo con una pequeña sonrisa mientras pasábamos frente a un puesto de donuts. Sabia exactamente en lo que estaba pensando; quería llevarse una.
"Es robar, John" le dije con una mirada seria.
"¿Y que? Acabo de destruir a un demonio del séptimo infierno, me lo deben." Dijo y me rei, sonriendo cogió dos y me paso una. "Hacemos buen equipo, sin tu ayuda no habría podido asesinar a esa bestia."
"Ahora que lo pienso, es muy probable que salgamos en las noticias en cuanto salgamos de aquí. Apuesto a que hay decenas de camarografos ahí afuera." dije con el ceño fruncido.
"¡Genial! Toda la escuela estará hablando de esto el lunes. Seremos populares, M." Levanto la mano para que chocara los cinco y lo hice.
"¡Suena fabuloso, J! Sera fantástico pero mama se enterara de la verdad. No tiene propósito mentirle." le dije.
"Es cierto. Ya que. Oye, estas donuts de la victoria están buenas." Dijo y me rei
"No puedes dejar de pensar en comer, ¿no?" Dije y me dio un suave empujón. Salimos del parque (que estaba rodeado por toldos) y habían mas de quince cámaras y micrófonos apuntadas hacia nosotros. Las voces de los entrevistadores preguntando que era lo que estaba ahí adentro, como nos llamábamos y dándonos las gracias por haberlos salvado nos rodeaban.
"Somos John y Maya, pero nos pueden llamar los Cazadores de Videojuegos." Dijo John mientras yo me quedaba perpleja frente a todos. Y así es como nos empezaron a llamar en la escuela y en todas partes en realidad. Ahora eramos John y Maya, Cazadores de Videojuegos.
Esto es solo el comienzo.

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Cazadores de Videojuegos
AksiMaya y John son un par de hermanos obsesionados con los videojuegos, que conocen cada detalle de casi todos los videojuegos y de sus villanos. Saben derrotar cada villano con exactitud y un día en una convención anual de videojuegos, su villano favo...