Una hoja amarilla conforme pone que Miiko realizó la misión. Eso es lo que el director está guardando dentro de una carpeta para que luego sus ayudantes la archiven.
Los sueldos de los magos que trabajan para la guardia real dependen de cuantas misiones hayan realizado ese mes y también de que nivel son. Así que cuantas más misiones realizadas aparezcan en la ficha de Miiko, más alto será su sueldo. Aunque eso no es algo que a ella le importe demasiado.
—Buen trabajo.—dice Bradroy.— Como siempre.—continua segundos después.-
La chica de la capa asiente un poco con la cabeza dispuesta a retirarse. Pero la voz del anciano la detiene.
—Los exámenes de ascenso serán dentro de poco.—dice mirando hacia un cuadro de de su hija.— ¿Que magos piensas que están cualificados para realizar misiones de nivel A?
La chica mira hacia el suelo y medita durante un momento por qué Bradroy le pregunta lo mismo todos los años si sabe que nunca va a recibir respuesta.
—Comprendo.—murmura Bradroy cuando ve que no va a recibir respuesta alguna.—
Miiko se gira y sale de la habitación para ir hasta la planta baja. Conda está detrás de la barra sirviendo vino en los vasos de dos magos.
Meli y Dyso, dos magos que siempre andan detrás de Conda desde hace tanto tiempo que la gente lo ve como algo normal. Conda no se da cuenta y eso es lo que más les molesta a esos dos chicos.
—¿Lo de siempre?—le pregunta Conda a Miiko.-
—Sí.—responde en un susurro.—
Conda, acostumbrada a las respuestas cortas y monótonas de la chica de la capa negra, se gira sobre si misma y agarra un vaso para servir la especialidad de Ágova.
Se trata de una bebida que se extrae de una planta que solo se da en climas húmedos como el de esta ciudad. Luego preparan ese líquido y lo dejan reposar hasta que se torne de color azul.
—Una Kylandra solo para ti.—le dice Conda dejando la bebida delante de Miiko.—
Miiko observa el vaso largo y transparente que dejaba ver la bebida con su característico color. Cogió el vaso y lo mantuvo en el aire durante un momento para luego bebérselo.
A la chica de la capa le encantaba esa bebida y más cuando la tomaba después de realizar alguna misión. Ya era costumbre que al regresar pidiera Kylandra.
Conda observaba como bebía y cuando vió que se lo había terminado le volvió a servir un poco más, como muestra de gratitud por ir todos los días a la taberna.Un hombre vestido con un abrigo marrón, apareció por la taberna. Era uno de los mensajeros de la guardia real.
—Todos los magos de nivel A, deben presentarse en la base.—dijo el mensajero.— Incluída tú.—dijo refiriéndose a Miiko.—
La base es el lugar en donde se asignan casi todas las misiones, menos las de nivel A.
Miiko al escuchar ese mensaje se levantó y dejó algunas monedas por la bebida. Salió por la puerta de la taberna con el resto de los magos pisándole los pies.
Ya en la base, varios magos que se encontraban en la base se giraron en dirección a la entrada en donde la misteriosa chica de la capa apareció junto con el resto de los magos expertos. A todos les pareció raro que todos los magos se presentasen de repente en la base, pero más raro fue que Miiko estuviese entre ellos.
Cada uno bajó los escalones de la escalera de piedra pulida y adornada que daba al gran salón donde se asignaban las misiones de niveles más bajos al que Miiko estaba acostumbrada a hacer.
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La Chica De La Capa Negra |PAUSADA|
FantasyEn un mundo donde la magia es posible, ocurren extraños sucesos que cada vez aterrorizan más a la gente. Una chica. Una misión. Un secreto. Miiko tiene que cumplir esta larga y complicada misión para salvar a aquel que significa todo para ella. Lo q...