Realidades...

La peor noticia.

Llegamos a la casa, y al ser las 6:00 pm cuando todos estábamos descansando, sonó el teléfono de la casa de mi abuela...
Yo me levante del sillón a atenderlo, pero mi abuela ya lo había tomado, y estaba hablando con un enfermero del hospital que le estaba dando la peor noticia.
Ella solamente se sentó, le contestaba lo que el enfermero solicitaba, mientras yo estaba en shock y no podía creer que mi abuelo, el mejor de todos, hubiera fallecido.
Terminó la llamada, y nos dijo a mi tío Francisco, a mí tía Andrea, y a mí, que teníamos que llegar a la morgue inmediatamente.
Mientras todos alistaban la ropa con la cual iba hacer enterrado, y lo necesario para prepararlo, yo fui al cuarto de la casa donde él dormía, y lloré como nunca lo había hecho...
Cuando todo estaba listo, nos subimos al auto, y nos fuimos hacia el hospital, donde nos esperaba mi abuelo sin vida, y una estilista que lo arreglaría.

De camino, yo iba llorando sin poder detenerme, hasta que mi tío se acerco a mí y mantuve un poco mas la calma, aunque siempre fue mi abuelo él único que podía consolarme, mi tío estaba haciendo un buen trabajo.
Al llegar a la morgue, estalle de nuevo, no aguanté, y esta vez nadie ni nada pudo detenerme...

Unas horas mas tarde todo estaba preparado, y era la hora de meterlo al ataúd, para llevarlo al lugar donde seria velado.
Al llegar al salón de velación, habían algunos familiares esperando, algunos hablaban, otros lloraban, y otros estaban saludándose.
Al entrar, me senté en una de las sillas, y en mi mente solamente pasaban todos los recuerdos hermosos que tuve al lado de mi abuelo, recordaba cuando íbamos al supermercado y me compraba todos los dulces que quería, o también cuando me hacía la dormida y él me llevaba hacia la cama en los brazos sabiendo que estaba despierta para luego hacerme cosquillas, recordaba cuando mi abuela me quería castigar y mi abuelo me defendía mientras yo me metía entre sus piernas, de la nada, en mi rostro lleno de lágrimas apareció una sonrisa, era hermoso recordar todos los momentos juntos, pero me dolía saber que ya no podía tener mas de esos momentos, sin embargo, aunque ya no viviera a mi lado, yo nunca lo iba a olvidar, si no que lo iba a tener muy presente, y lo iba a amar siempre.