Piercings

Parte 1/2

Un hombre bello de rasgos delicados y cabello castaño ingresa a un local donde se realizan perforaciones.

Las únicas dos personas que se encontraban dentro, lo miraron desconcertados ya que el desconocido vestía de traje azul y zapatos color negro logrando que llamara la atención de ambos ya que las personas que ingresaban a ese local, jamás vestían tan bien como ese hombre.

Ignorando las miradas de ambos, el castaño saludó formalmente sin mirarlos mientras se sentaba lejos de ellos para esperar su turno.

De pronto, la puerta donde se realizaban las perforaciones se abrió y salió un joven de aparentemente unos dieciocho años con su nuevo piercing en la zona de su oreja.

Detrás de él, salió el dueño del lugar quitándose sus guantes descartables. El hombre era un peliplateado de cejas pobladas, mirada penetrante y voz gruesa. Mientras se acomodaba su camisa blanca y su oscuro jean, le indicaba de manera gentil al joven todos los procedimientos necesarios para que logre cicatrizar con éxito su nuevo piercing.

El chico sonrió, pagó por su servicio y se despidió de aquel hombre con un apretón de manos, al igual que sus dos amigos mientras se retiraban del lugar logrando que el hombre de traje y él quedaran solos.

-Tiempo sin verte. ¿Cómo has estado durante estos cinco años que no nos vemos, T.O.P?- sonríe de lado el castaño.

-Cuánto hacía que no escuchaba ese apodo... he estado bien y como lo ves, trabajando. ¿Y tú GD? o mejor dicho, el abogado Kwon Ji Yong- mira de pies a cabeza al hombre, por cierto, un año menor que él.

-Seguramente cinco años porque solamente yo solía decirte así, a menos que hayas tenido algún otro amante del cual le hayas revelado tu apodo- ríe.

-Ninguno. Sólo tú fuiste mi... ¿amante?, en los únicos tres polvos que hemos tenido antes de que te fueras de aquí para seguir con tus estudios. ¿Te ha ido bien? ¿Cuántos amantes has tenido?-

Jiyong lo escuchaba atentamente y cuando el peliplateado le hizo aquella pregunta, suspiró y se levantó de su asiento.

-He venido para que me hagas un piercing, Seung- decide evitar tener que responder a su pregunta.

-Seguramente tienes planeado hacértelo en algún lugar oculto ya que si no, te podrían despedir ¿verdad?- sonríe de lado.

-Por supuesto- lo mira serio, desafiante.

-De acuerdo, ven conmigo-

Caminaron hacia la puerta donde el mayor había salido anteriormente y una vez adentro, Seung Hyun cerró la puerta mientras le indicaba a Jiyong que tomara asiento.

-¿En qué lugar planeas tenerlo, Jiyong?- pregunta mientras se colocaba un nuevo par de guantes.

-En mis pezones-

-¿En ambos?- lo mira con algo de sorpresa ya que desde que conoció a Jiyong en la infancia, jamás creyó que el castaño querría perforarse sobre aquella delicada zona debido a que siempre fue débil y sensible al dolor.

El menor asiente con una sonrisa.

-Está bien. Desnúdate de la cintura hacia arriba mientras esterilizo bien mis herramientas-

Por un momento el peliplateado pensó que Jiyong le dedicó una sonrisa traviesa, por lo que intentó ignorarlo y terminar de preparar todo lo necesario para colocarle los piercings al menor.

Se acercó a él y no pudo evitar admirar el pecho de Jiyong. Ante sus ojos, seguía siendo hermoso y ¿delicioso? Suspiró intentando calmar su repentina ansiedad mientras que pudo apreciar algo en la nuca del castaño.