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Dolía. Dolía como el infierno, no vio venir el golpe, no se esperaba la paliza tan temprano hoy, estuvo en la calle paralela al instituto por una hora y media pensando en si debía entrar en ese estado o simplemente irse a casa, la segunda opción le pareció la más sensata, su nariz había comenzado a sangrar a unas cuadras de su casa, porque había corrido un poco.

Cerró la puerta con fuerza, su abuela no estaba en casa como casi todos los días, aún se preguntaba como sobrevivían ellos dos solos, también se preguntaba que le decía su abuela a sus padres cuando preguntaban por ellos.

Le dolía cada parte de su cuerpo, apenas podía mantenerse erguido, se curó sus heridas como acostumbraba y cuando se iba a tumbar en cama un avión de papel que se coló por su ventana lo hizo sonreír (aunque le dolió)

Anoche había decidido comenzar a escribirle al chico de la ventana del frente pero no esperaba respuesta en realidad.

¿estás bien? Vaya que le costó leerlo, la letra era casi ilegible, no pensó que hubiera caligrafía más desastrosa que la de su hermano menor.

YoonGi con dificultad y dolor tomó una pluma y escribió en el papel que acababa de acababa de llegarle por la ventana.

Sólo me duele, pero el hecho de que me hayas respondido me pone mejor.

Yoongi con cuidado dobló el avión para poder enviarlo de vuelta a la habitación de la que había venido con una media sonrisa en su rostro, era tan duro sonreír sintiéndose como mierda.

YoonGi se movió despacio a su silla giratoria para poder descansar su adolorido cuerpo mientras esperaba la respuesta, la respuesta que no llegó, y YoonGi se quedó dormido en su silla, se despertó cuando se sintió observado, abrió los ojos lentamente viendo el avión en el suelo de su habitación, y luego vio el rostro del chico de la ventana del frente, bueno la mitad de este ya que le miraba desde un lado de la ventana, eso hizo sonreír inmediatamente a YoonGi, aunque fue una sonrisa bastante breve.

Hizo rodar su silla hasta el avión y lo tomó que bueno, leyó en el papel, luego miró hacia arriba, a la ventana, el chico aun le observaba.

-Gracias, soy YoonGi por cierto, Min YoonGi- el chico asintió y no dijo nada, y trató de sonreír, lo que términó en una mueca.

-S-soy Park Jimin-dijo, a YoonGi le gustó la suave voz que él tenía, también le gustaban sus pequeños ojos, y sus pecas que casi no se notaban.

YoonGi sonrió, sonrió porque estaba frente a la obra de arte más hermosa que había visto en su vida.

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