Quinta parte.

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La noche era cálida en Hawaii, las estrellas estaban brillando con intensidad y las olas creaban un sonido melodioso y rítmico que le llenaba de paz. Sin duda el paisaje era para retratarse. Lástima que su teléfono hubiera sido confiscado.

Había estado tocando canciones al azar durante unas horas debido a que no había podido conciliar el sueño de forma adecuada. Sus días habían estado mejorando considerablemente desde que salió de Corea. Su mente estaba cada vez más despejada y ya no parecía alma en pena.

Todo gracias a Kyungsoo. Sino fuera por él seguramente ahora estaría con un aspecto patético.

—¿Insomnio?

Hablando del rey de Roma. Había tomado asiento a su lado mientras se frotaba los ojos para ahuyentar el sueño.

—Deberías ir a la cama. Estás muriendo de sueño, sólo mira tu rostro.

—Ven conmigo entonces.

Revolvió el cabello del chico de ojos grandes mientras sonreía para darle calma. Realmente su Kyungsoo era como el oro. El más bajo era demasiado valioso, un gran amigo y un gran chico. Kyungsoo se merecía todo lo bueno que la vida pudiera darle a alguien.

—Intenté dormir hace unas horas pero sólo estaba rodando en la cama y no quería despertarte con tanto movimiento.

Debido a que ambos estaban sentados a la orilla del mar, la marea comenzaba a mojar sus pies, lo que hizo despertar por completo a Kyungsoo.

—¿Hay algo que te moleste?

—No, simplemente estaba pensando que mis días han mejorado y me he sentido mejor. Todo gracias a que has estado a mi lado.

Chanyeol dio un suave codazo de forma juguetona al más bajo mientras le mostraba una gran sonrisa. Una brillante y sincera.

—Es debido a que estoy acostumbrado a verte hacer el tonto todo el día desde hace mucho. Verte triste es horrible. No sé, eres tan molesto con tu estúpida sonrisa que no verla es casi algo antinatural

Chanyeol recostó su cabeza suavemente la de este mientras sonreía ampliamente. Vaya manera que su amigo tenía para mostarle su cariño.

—Y pensar que antes huías de mi como si tu vida dependiera de ello.

—Era un tonto en ese entonces.

Ambos chicos se tumbaron sobre la arena y clavaron su vista en el cielo oscuro, el cual era iluminado por las estrellas del firmamento mientras cerraban sus ojos para disfrutar de los sonidos del mar. Chanyeol siendo cuidadoso de mantener su guitarra sobre su pecho para que no se mojara de ninguna manera.

—No lo eras.

—Claro que sí. A pesar de que eras el único que se acercó a mi cuando estaba mal, yo seguía ahuyentandote con mis desplantes.

Kyungsoo llevó su mano hasta donde reposaba la del contrario, posandola ahí. Chanyeol fue el encargado de extender su mano para que pudieran entrelazar sus dedos suavemente. 

—Sólo tenías miedo a que alguien viera lo frágil que puedes llegar a ser. Así que siempre estuvo bien para mí.

—Te odie un poco en ese entonces, porque podías ver claramente a través de mí. Aunque te decía mil y un veces que estaba bien nunca dejaste de insistir porque sabías que mentía. Es algo por lo que estoy agradecido contigo.

Chanyeol rió suavemente mientras observaba fijamente a su amigo. Recordaba lo difícil que fue que este abriera su corazón ante él sin poner alguna barrera.

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