Capítulo 8 (I)

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CAPÍTULO 8

Narra Kyle

Es la tercera semana de febrero y ya se nota como el frío se ha apoderado de la ciudad.

Estoy a punto de salir de casa, cuando oigo la voz de Andy que llama:

-¡No llegues tarde, que mañana tienes partido!

Tiene razón. Mañana tengo un partido bastante importante y tendré que descansar bien. Desde que tiene novio se ha vuelto más sociable, Andy.

Afuera ya me espera Dasha, que esta vez ha venido con un coche bastante viejo y destartalado.

-¿Subes? -me pregunta.

Yo subo y ella empieza a conducir a gran velocidad por las estrechas calles de la ciudad hasta que llegamos a una especie de edificio en ruinas que no había visto en mi vida. Hay malas hierbas que han crecido en los alrededores de la fachada y parece que hace años que nadie pone los pies allí.

Ella me coge la mano y me lleva hasta una habitación sin puertas que da paso a una vista directa de toda la ciudad. Nos miramos y sonreímos. Ella me coge la mano y yo la cojo con fuerza, con miedo de que se caiga.

-Es bonito, ¿verdad?

Asiento a su pregunta y empiezo a ver como las luces se van encendiendo mientras el sol va desapareciendo de nuestra vista.

Su móvil empieza a sonar. Deja de mirarme y lo descuelga:

-¿Si? Soy yo. De acuerdo, ahora voy. Gracias.

Cuelga y se me queda mirando, como si estuviera pensando qué hacer. Al final me dice:

-Tengo que irme. Si te quedas aquí volveré en una hora. ¿Qué te parece?

-De acuerdo.

Me levanto y la acompaño hasta el coche. Le hago un último beso antes de que se marche y ella pulsa el claxon mientras desaparece por la carretera.

-¿Y ahora qué? -me digo a mí mismo.

Estoy solo en el culo de la ciudad y no se como volver a casa. Mola mucho eso.

Decido volver donde estábamos sentados y apoyarme en una pared y seguir admirando este paisaje tan bonito y mágico.

Hace casi dos horas que ha marchado Dasha y no sé nada de ella. La debería llamar, pero me da cosa interrumpirla. Quizás está haciendo algo importante y no me ha querido decir nada para no preocuparme. Pero es casi de noche y estoy solo y no sé cómo volver a casa.

Recibo un mensaje suyo.

Dasha: No te puedo venir a buscar. Lo siento.

Perfecto, y yo ahora ¿qué hago? No tengo coche ni nada y no quiero molestar a Emma, ​​seguro que está muy ocupada trabajando. Sólo me queda una opción. Sé que no le hará ninguna gracia, pero es la única solución que me queda para llegar a casa hoy.

Busco el número entre mis contactos y llamo. Un pip, dos pips ...

-¿Hola? Soy Kyle. Necesito que me vengas a buscar.

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Kyle en la portada.

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