Acosando A La Chica Nueva ||Resubiendo||

5. "Venganza"

Seguía buscando una manera de salir de este estúpido cuarto de limpieza, y ya tengo en mente mi venganza Seguía, seguía y seguía pero no podía abrir la puerta desde adentro.

— ¡Ayuda! Por favor, sáquenme de aquí — gritaba para que alguien pudiera escucharme

— Hey ¿quien esta allí adentro? — pregunto alguien desde afuera

A A R O N

Me dirigía hasta la salida del instituto, todavía no acababan las clases pero ya no soportaba seguir escuchando la clase de historia, mientras caminaba a la salida escucho gritos que provenían del cuarto de limpieza

— ¡Ayuda! Por favor, sáquenme de aquí — gritaba una chica dentro del cuarto de limpieza y me acerqué

— Hey ¿Quien esta allí adentro? — pregunté acercando mí oído para poder escuchar

— Por favor ayúdame. —seguía gritando la chica que estaba encerrada

— Espera te sacaré de ahí — avisé intentando abrir la puerta pero estaba cerrada, busque algo con que abrirla pero nada funcionaba, luego me fije bien arriba de la puerta estaba una llave la tome y abrí la puerta

Cuando abrí la puerta vi salir a una linda chica rubia de ojos verdes algo baja y se acerco a mi y me abrazo

— Muchas muchas gracias — agradece mientras me abraza

— De nada ¿que hacías encerrada ahí? — pregunté con el ceño fruncido

— Alexander Smith  —  dice la chica molesta

— Ah ¿eres nueva? — asintió — Lo supuse nunca te había visto por aquí. Mucho gusto Aaron Watson — me presenté amable

— Un placer Aaron, soy Madisson Walker — sonrió — muchas gracias por haberme sacado de ese cuarto

— De nada —también le sonreí — ¿que harás ahora?

— No lo se, ya no quiero entrar a clases — admite con fastidio

— Justo me iba, ¿te gustaría ir a un Starbucks? — invite y aceptó

— ¿No tienes clases? - pregunto mirándome confundida

— Si, pero es que me aburre escuchar historia — confesé haciéndola reír

— Ya somos dos —

Fuimos al Starbucks, pedimos unos cafés y nos sentamos en una mesa para hablar y conocernos mejor

— ¿De donde eres? No creo que seas de aquí nunca te había visto — pregunté cuando llegaron nuestros pedidos

— No, no soy de aquí, soy de California. Pero tuve que mudarme aquí con mi hermana mayor — dijo sin ninguna expresión

— Ah ¿por que?¿no te gustaba vivir en california?  — pregunté curioso

— Yo, uh...— pude notar que estaba incomoda — Bueno si me gustaba, tuve que mudarme aquí por la muerte de mi madre — responde algo triste

Bien hecho Aaron

— Oh, lo lamento mucho, no debí preguntar nada, de verdad lo siento — me disculpe apenado

— Tranquilo — sonríe — ¿y tu?

— No yo tampoco soy de aquí, soy de Seattle pero me mude aquí, vivo solo — digo y vuelve a sonreír

Que linda sonrisa

— ¿Cuántos años tienes? —  preguntó tomando de su café

— Acabo de cumplir 18 hace dos días —  

— Ah, entonces feliz cumpleaños atrasado — me dice soltando una pequeña risita

— Gracias — le sonrei — ¿Y tu cuantos años tienes?

— 17, cumplo 18 en 5 meses — respondió sin darle importancia al asunto.

Seguimos hablando y conociéndonos mucho mejor, me dijo que se vengaría de Alexander y yo me ofrecí a ayudarla.

—¿Sabes su dirección? — pregunta al terminar de planear su venganza

— Si —  ella arqueo una ceja

— Esto va a estar bueno — en su rostro apareció una sonrisa macabra y una mirada maliciosa.

M A D I S S O N

Aaron me agrado mucho, el se ofreció a ayudarme con mi venganza contra el castaño engreído. Faltaban 5 minutos para poner el plan en marcha, estábamos afuera de su casa buscando su habitación, hasta que ¡BINGO!

— Aaron, la encontré — avise en voz baja a Aaron, el se acercó y entramos a la habitación por la ventana silenciosamente

El plan consistía en llevar el castaño engreído en ropa interior al instituto y esposarlo en las barandas de las escaleras en la entrada del instituto.

— ¡Que comience la venganza! — chillé con entusiasmo aún en voz baja y cada uno se dispuso hacer lo que tenía que hacer. Cuando entramos Aaron lo cargo y lo llevo al auto,el castaño ya estaba en ropa interior

Pero no puedo negarlo se veía muy sexy

Luego de meterlo al auto nos dirigimos al instituto, lo esposamos a la baranda, lo maquillamos, le pusimos un brasier, y pusimos un cartel sobre su cabeza que decía ¡Puta, sexo gratis! No podía aguantar las ganas de reír. Terminamos con nuestro plan y Aaron me lleva a casa ahora

— Dios, no puedo creerlo — reía a carcajadas — Ese idiota tiene el sueño muy pesado, no se despertó y ni siquiera se movió —

— Si, ahora esperemos ver su cara mañana cuando despierte — me dice riendo también — Hay que llegar más temprano al instituto Maddie — aconseja

— Lo sé —  asentí mientras reía 

Aaron me dejo en mi casa y se fue. Subí a lo habitación, me duche, me vestí con mi pijama, y me acosté pensando en la reacción del castaño mañana al despertar. Me dio sueño así que coloque a cargar mi celular y caí profundamente dormida al instante.