Capitulo 12

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-¿A donde vamos?- Pregunté algo nerviosa, mientras miraba por la ventana, siempre que salía o hablaba con Theo sucedía lo mismo, las manos me sudaban y tenia muchos nervios.

-Es una sorpresa.- Respondió Theo con una sonrisa en el rostro- No tengas miedo, todo estará bien.

-No tengo miedo, es solo que nunca había venido hacia este lugar.

-Abre la guantera.

-Está bien.

Al abrir la encontré un pañuelo azul, ¿un pañuelo?¿Para Que? Creo que en realidad quería darme una sorpresa, lo mire algo confundida y creo que mi mirada, preguntó por mi.

-Pontelo sobre los Ojos- Me dijo.

Y lo hice.

Theo bajo las ventanillas del auto, y en viento hizo que mi cabello se alborotara, comencé a sentir un olor y percibí un sonido a lo lejos, era como la lluvia o no, era algo aun mejor. Una cascada. El olor a tierra mojada llegó a mi y una lluvia de recuerdos invadió mi mente. Cuando era niña amaba ir a la playa con mi madre y en vacaciones solíamos ir muy seguido, poco a poco se fue perdiendo esa costumbre por su trabajo que la tenía muy saturada siempre.

Theo detuvo el automóvil y el sonido del agua cayendo llegó a mis oídos aún más fuerte, sentí la brisa sobre mis mejillas y mi frente, apagó el motor y abrió su puerta, después abrió la mía y me ayudó a bajar.

La emoción que tenia era algo increíble, comencé a caminar tomada de su mano y cuando nos detuvimos me tomó por los hombros acercó sus labios a mi oído y susurro:

-¿Estás lista?

-Sí- Contesté.

Me desató el pañuelo lentamente y abri los ojos. Theo rodeo mi cintura con sus brazos y lo que vi me dejo asombrada. Un hermoso lago con una gran cascada estaba frente a mi, a la orilla se encontraba una cabaña con muchos árboles y floral silvestres, siempre había querido ir a un lugar como ese y Theo parecía saber todo lo que quería, porque con todo lo que hacía, lograba hacerme sentir de maravilla.

-¿Y bien?¿Te gusta?- Me preguntó después de unos minutos.

-Me Encanta- Respondí sonriendo.

-¿Quieres ver el interior de la cabaña?

-Si claro.

Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó una llave dorada abrió la puerta y encendió la luz del ínterior. Al entrar me di cuenta de que la cabaña era mas acogedora de lo que aparentaba, a la entrada había una pequeña sala con dos sillones y una mesa de centro, también estaba la chimenea, después estaba la cocina y una puerta que supuse que era el baño.

Camine lentamente hacia la sala y observe con detenimiento, luego fui hacia la cocina y abri la puerta que efectivamente era el baño, quería memorizar todo, cada cosa que había ahí, miré hacia en fondo del último pasillo y me dirigí hacia esa puerta, al abrirla encontré un dormitorio totalmente limpio y con la cama hecha a la perfección. Regrese a la sala y encontré a Theo sentado en uno de los sillones y me senté a su lado. El me miró y sonrió.

-¿Te gusta?- Me preguntó.

-Claro es muy bonito aquí.

-Lo compro mi padre hace más de dos años, cuando estoy preocupado o necesito estar solo vengo aquí,mis padres nunca se han dado cuenta.

-Gracias por traerme a este lugar.

-Es tan especial como tú.

Un escalofrío recorrió mi espalda y lo miré. Su mano pasó sobre mis hombros y sus dedos rozaron mi barbilla. Me sonrió de la manera mas sencilla y me di cuenta que esa era su sonrisa de verdad. Mi corazón latía cada vez más fuerte, la respiración era agitada, necesitaba que el me besara, lo necesitaba más que nada en el mundo.

Tenias Que Ser TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora