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Carlos estuvo buscando a Nora por todo el patio durante la hora del receso. Desde que leyó la última nota enviada por la chica, no había parado de pensar en ello.

Después de unos minutos apareció ella, sentada naturalmente en un banco leyendo, de nuevo, su libro favorito. Carlos pensó que se veía hermosa, ahí, encerrada en su mundo.

Caminó hacia ella y se sentó, esperando a que notara su presencia.

-Te estuve esperando.-dijo esta sin despegar la mirada del libro.

-¿Cómo pudiste esconderlo durante tanto tiempo?-pregunto el chico sin rodeos. Ella no respondió.- salía con chicas por pura diversión, sin sentir algo. Sin amar a ninguna de ellas, porque durante todo este tiempo estuve esperando a esa chica que siempre tuve en frente y pensé que no me prestaba atención. Todo este tiempo pensando en la forma en la que sonríe, o se arruga su nariz cuando miente, o juega con su cabello cuando está nerviosa. Esa chica que conocí a los once años y desde entonces he estado obsesionado con ella. Esa chica que ahora está sentada junto a mi y me trae completamente loco. Me traes completamente loco, Nora.

Ella no tuvo que decir nada, pues las palabras sobraban en ese momento, simplemente se aproximó y le plantó tan esperado beso en los labios.

Notas para él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora