Mirame Y Dispara.

Olivia, mi salvación

Ese dia, llegue con mi madre a la casa luego de la escuela. En la casa reinaba un silencio atemorizante. Mi madre fue a la cocina a dejar la torta que compro por mi cumpleaños y el silencio fue roto por el grito que escapo de sus labios.

Corrí a la cocina lo mas rápido que mis pies lo permitieron y la escena que vi... Sabia que me perseguiría el resto de mi vida.

Mi padre yacía en el piso con un charco de sangre a su alrededor y un hombre alto y de cabello negro sujetaba a mi madre. Los otros dos lucían igual que el hombre que sujetaba a mi madre.

Uno de ellos acariciaba el cuello de mi madre con el filo de su navaja y el otro desgarraba su ropa.

"Mami" lloriquee, la imagen era bizarra y por alguna razón yo no podía dejar de verla.

"Hija, corre"

No lo hice, pues el chico que desgarraba la ropa de mi madre me tomo de la mano.

"Tu te quedas" hablo el que tenia la navaja, sin mirarme "quiero que veas esto"

El hombre que sujetaba a mi madre la tomo con rudeza por el cuello y le ordeno que me mirara a los ojos. Y eso fue lo que mi madre hizo, aunque sus ojos estuvieran abnegados en lágrimas. Por miedo, hice lo mismo.

Ni mi madre y mucho menos yo, apartamos la mirada cuando el hombre clavo repetidas veces la navaja en el cuerpo de mi madre.

Seguía mirándola a los ojos hasta que su mirada se volvió vacía y comprendí que estaba muerta.

Seguí ahí, parada en el umbral de la cocina hasta que los hombres se fueron y hasta que mi tía llego minutos después y hasta que la policía llego. Solo me moví cuando mis padres fueron movidos de la escena del crimen.

*****
El recuerdo del asesinato de mis padres y las palabras tan crudas e insensibles de Guiliano despiertan en mi una rabia e impotencia que empiezo a luchar y patalear con mis fuerzas.

Se que probablemente moriré aquí; pero al menos lo haré dignamente.

Mordi la mano de Guiliano y el la retiro aproveche ese pequeño momento para golpearlo en el rostro.